El numeroso grupo, que ha acompañado este ciclo de Apariciones en la Comunidad-Luz Figueira, se congregó a las 19:00 en la Colina de las Apariciones para orar y prepararse  en este día.

Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a dar comienzo a nuestro trabajo de hoy, ese trabajo de unión que hacemos aquí para esperar a nuestra Madre Divina.

Vamos a atraer hacia nosotros la energía de nuestra Madre. Vamos a atraer hacia nosotros ese sentir profundo de amor y devoción por Ella, la gratitud que surge de nuestro corazón por Su Presencia entre nosotros, la protección y el resguardo que hemos sentido en estos días al intentar comprender que Ella está aquí para ponernos a todos bajo Su Manto, para permanecer junto con nosotros durante este tiempo final, en el que una nueva aurora vendrá a nuestro planeta y a nuestra civilización.

Iniciemos nuestro trabajo rezando la oración “Madre Universal”.

El grupo ora alrededor de una hora, luego comienza a entonarse el “Ave María” anunciando la proximidad de la Madre Divina.

En determinado momento, Fray Elías se pone de pie e interrumpe la oración.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Inspiramos y sentimos la Presencia de Nuestra Señora.

Ha descendido desde los Cielos trayendo sobre Su Pecho una rosa. Está acompañada de un grupo de ángeles que traen campanas en sus manos, anunciando Su llegada en esta noche.

Quien se vacíe de sí, tendrá a Mi Inmaculado Corazón.

Yo Soy el Ave Luminosa. Yo Soy la Divina Concepción.

He venido a pedirles que se preparen para los tiempos que vendrán. Yo estaré junto a ustedes, a su lado, sosteniendo Mi emblema de la Paz para que ustedes lo lleven y lo irradien a todos los corazones.

Hoy, he venido vestida de blanco y celeste para que la paz y la pureza se siembren en sus corazones. Lleven Mi cinturón de oro para la consagración a Mi Sublime Corazón de Madre y Protectora. Lleven Mi corona de estrellas para que los caídos se levanten y los que están presos, en esta última hora, puedan ser salvados por Mí mediante la oración.

Quiero que comprendan lo que les estoy diciendo como Madre del Amor. Estoy aquí, entre ustedes, asistiéndolos en cada momento. Encuentren descanso en Mi Corazón, encuentren la Luz en Mis Manos Sagradas.

Lleven con ustedes Mi Manto Protector, para que los cubra en las noches de frío, para que los resguarde de los fuertes cambios que llegarán a este mundo cuando Yo parta hacia Mi Reino.

Pero no se queden tristes, porque Yo ahí estaré, vigilándolos de cerca como Madre de todos, sin distinción de raza o credo, sin distinción de cultura o religión; porque Mi Corazón debe triunfar en este tiempo, dentro de todos los corazones que se abran para encontrarme, para que caminemos juntos por la senda de la paz, por el camino nuevo de la paz que Yo les estoy marcando por Voluntad del Señor.

Vivan el Reino de Mis Gracias predilectas e inmaculadas. Aquí, en lo superior, se vive la Voluntad y la Gracia continua. Por eso, quiero que lleguen aquí con sus oraciones sinceras y puras. Así, Yo escucho mejor los pedidos, cuando los elevan sin condiciones ni metas.

Sepan que Yo Soy la Madre de todas las lenguas y de todos los pueblos, desde el inicio de Israel hasta el presente. Por eso, he aparecido en varios momentos y en diferentes épocas para asistir al mundo que necesita de luz y de paz a cada momento.

Cuando una parte de Mi Obra se cumplió en Lourdes, pude retornar a Mi Reino sin dejar de vigilar como Madre a todos Mis hijos.

Cuando llegué a Fátima y el Sol se reveló al mundo para que Me creyeran; pude detener, con todas las oraciones, la guerra que había causado destrucción. Porque los hombres solo ven sus armas y sus voluntades, la fuerza de sus pensamientos; pero en verdad les digo, a cada uno de ustedes que hoy están aquí, que no conocen la Voluntad Divina; por eso, estoy aquí como Madre, para que la encuentren y la reconozcan.

El Señor quiere lanzar Su Justicia hacia el mundo. En ese momento, Yo Me afirmaré como la Guerrera de la Paz para aliviar a los corazones y rescatar a las almas.

Encuentren en ustedes, durante estos días, la Luz de Mi Corazón, para que Me sientan y Me escuchen. Yo resueno en cada interior, esa es parte de Mi tarea como Madre Universal.

Encuentren la Luz en el camino. Yo les estoy marcando la vía para seguir a Nuestro Señor, Cristo, que los está llamando para que se donen en este tiempo final.

Mis ángeles acompañarán a aquellos que quieran comprender la Voluntad y vivirla sin restricciones, sin prejuicios, solo cumpliendo un voto con la Única Ley, que es la Ley del Señor.

Hoy, abro Mis Brazos para esparcir la Luz sobre sus corazones, para que encuentren nuevamente refugio en Mí y puedan seguirme.

Un nuevo portal se abre sobre esta nación, que clama por su propia redención, que colaborará en el fin de los tiempos con el mundo, con la humanidad.

Por eso, Yo estoy aquí para encomendarles esta tarea, para que reconozcan la Voluntad del Señor de formar almas de oración permanente que puedan responder a Mi llamado para preparar el camino, para preparar su interior, para madurar su corazón.

Hoy, los encuentro más calmos. ¿Será que han percibido lo que ha hecho la oración?

Es simple poder orar Conmigo cuando el alma se dispone a encontrarme, cuando el alma se dispone a buscarme y cuando el alma se dispone a ir hacia dentro de Mi Corazón, donde estará protegida y resguardada por Mi Luz.

Sé que muchos buscan respuestas para confirmar Mi Presencia, pero sepan que esta es la Voluntad del Señor para los que la quieran escuchar y responder.

Yo solo vengo aquí a abrir las puertas de esta nación, al igual que en Uruguay, naciones que corresponderán, en el fin de este tiempo, a Mi llamado de paz y redención.

Les entrego Mi Inmaculado Corazón para que vean esta Llama ardiente.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina colocó Su Corazón en las palmas de Sus Manos y lo elevó hacia lo alto.

Esta es Mi Llama protectora, es la Llama de Mi Amor para los que la quieran llevar dentro de sus corazones, para que puedan reconocer Mi llamado que es vivo y predilecto.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, volvió a colocar Su Corazón dentro de Su Pecho.

Así es Mi Corazón, igual que sus esencias, para que puedan resplandecer en la paz que les estoy trayendo de Mi Reino, que es el Reino del Señor.

No se detengan en pensar en lo que está sucediendo, solo escuchen lo que les estoy diciendo y acojan la Gracia que están recibiendo; porque, antes de Yo llegar aquí, llegó el Señor, llegó Su Mirada, llegaron Sus Ojos a este lugar.

El Señor tiene preferencias por todos Sus Hijos y Él busca equilibrar a todos los corazones que siguen sus propios caminos y que aún no Me han encontrado como Madre. Por eso, vengo aquí a pedirles que, a través de este llamado Mío, acojan y reciban a las almas sin prejuicios.

Eleven sus mentes hacia la Luz de Mi Corazón para que Yo las pueda redimir y ustedes puedan encontrar el alivio de las grandes dudas.

¿Será que no han visto pasar Mi Cielo sobre sus corazones?

¿Qué están esperando, hijos Míos?

La hora está llegando y el Señor vendrá a buscarlos como fue en la antigua Israel, pasando por Nazaret, Galilea y Judá. Las tribus se esparcieron en pueblos para poder responder al Llamado del Señor en la repoblación del planeta, que necesitaba expandir su consciencia como humanidad y como alma grupal.

Pero ahora, los tiempos son distintos y la humanidad tiene muchas faltas para con el Señor; por eso, les estoy trayendo Mi Misericordia, que es la misma de Cristo, porque Yo Soy Su Sierva desde los inicios.

Hoy, Me verán aquí como la Madre Profética que anuncia Su Paz desde los Reinos Mayores.

Hoy, solo enciendan sus corazones para encontrar Mi Amor y para que lo puedan sentir.

Así, estarán protegidos y, más allá de todo lo que verán pasar en el final de este tiempo en este mundo, sus corazones estarán quietos y calmos en la oración para ayudar a las almas que necesitan de luz.

Hoy, les puedo decir que estoy bendiciendo a esta pequeña ciudad, Carmo da Cachoeira, para que vean con sus ojos a otros corazones que necesitan luz y paz.

La Voluntad del Señor fue que Yo llegara a esta nación amada, porque la devoción ha sido la llave de Mi Presencia aquí y Yo, como Madre que intercede ante el Señor, le he pedido una oportunidad para que muchos más despierten mediante estos encuentros en este último ciclo del tiempo.

Lleven en sus vidas la Luz de Mis ángeles, que están preparando, en obediencia, la venida del Redentor; pues en los Libros ya lo han escrito con sus letras sobre las hojas. Pero ahora lo que parecía una historia poco real se ha vuelto verdad para los que quieran leer estos Mensajes.

Es importante que oremos juntos para calmar a los corazones y para que Yo pueda llegar a ellos. Por eso, los necesito firmes en la oración, para que puedan ir reconociendo Mi Obra de Paz en este tiempo final.

Quien ora con pureza podrá orar poco, pero la oración será verdadera y tocará a los Cielos. Pero, quien ora apresurado y no se detiene a meditar, ¿estará haciendo su conexión con Dios o estará solo empleando su tiempo, creyendo que responde a Mi llamado?

La oración está para que sea encarnada, para que se pueda vivir y para que la misma pueda obrar en sus vidas con respuestas verdaderas y con cambios profundos, que Yo les estoy brindando e irradiando desde Mi Corazón durante todos estos encuentros.

Oremos.

Se ora tres veces el “Ave Luminosa”.

A los que quieran saber a dónde van sus oraciones, Yo les digo: a este mundo, al Reino Celestial para que actúe por intermedio de las bases de la oración y a ustedes para que puedan revivir en la vida y encontrar Mi Paz, que está siendo ofrecida a ustedes como preparación para lo que vendrá.

Algunas oraciones permean a las almas que Yo estoy buscando desde hace tiempo, para que puedan reaparecer en el camino hacia el Señor. Las oraciones llegan a muchas direcciones y muchas de ellas son desconocidas, pero todas actúan dentro de este mundo porque estamos en el ciclo final y Mi tarea se expande a todo el universo y a toda la humanidad. Por eso, Yo estoy aquí, confiándoles esto a ustedes, al igual que se lo he confiado a los hermanos de Medjugorje.

¿Por qué estoy apareciendo aquí, si ya estoy apareciendo en Medjugorge?

Porque como la Voluntad es única, puede abrirse por varios caminos para rescatar a las almas. En poco tiempo comprenderán lo que ha sucedido aquí y podrán unir lo que está separado dentro de sus consciencias y volverlas hacia Mí.

Madre María Shimani de Montserrat:

La Madre Divina está pidiendo que un hermano, un fiel colaborador del trabajo al que llama por su nombre, se acerque aquí.

 
Mientras todos rezan la oración “Madre Universal”, la Madre Divina le dice algunas cosas a ese hermano. Después se ora el “Ave Luminosa” por dos veces.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Antes de partir, la Señora va a bendecir a otra parte del grupo, como lo ha hecho durante todos estos días. Vamos a dirigirnos hacia donde Ella irá y todos vamos a abrirnos para también ser bendecidos por Su Presencia.

Mientras se trasladan hacia el grupo elegido por la Madre Divina, se reza la oración “Ave Luminosa”.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los hermanos que están por este camino que llega hasta la Casa de Oración, con mucha armonía se pueden aproximar más. La Señora está sobre nuestras cabezas. Dijo que les va a dar la bendición a los corazones.

Que el Poder, la Luz y el Amor que brotan de la Fuente Única a través de Mí, bendiga a todos estos corazones para que encuentren Mi Paz y Mi Luz.

Yo Soy la Madre del Tiempo, la Madre de la Misericordia.

Reciban en sus almas Mi Presencia Espiritual para que continúen el camino hacia Mí. No teman, Yo estoy con ustedes; abran sus corazones para encontrar Mi Paz que está descendiendo.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Se entona el Ave María.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella nos repartió una rosa y colocó sobre Sus Pies un cierto número de rosas. Ella preguntó si recordábamos que hace poco tiempo nos dijo si la acompañaríamos a rescatar las almas durante el frío de la noche. Que recordáramos este pasaje que hoy estamos viviendo en el plano físico.

En este momento, se realizaron las preguntas personales y la Madre Divina las respondió.

Queridos hijos, mañana nos encontraremos en otro punto para que estén más plenos hacia el nuevo encuentro.

Gracias por responder a Mi llamado y, hoy, eleven sus almas hacia los Cielos mediante la oración; así, cuando más almas respondan a Mi llamado, el mundo alcanzará la paz.

Para cerrar, el coral canta “Ave Luminosa”.