MENSAJE DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando una nación vive las consecuencias de acciones humanas milenarias, tan intensas que se plasmaron en su cultura política y social, como es el caso de Venezuela y de muchas otras naciones, la única salida para semejante ilusión e ignorancia es la vida de oración verdadera.

Si al menos un pequeño grupo, en cada nación, orara verdaderamente todos los días y si, aún más, pudiera transformar sus vidas en un acto permanente de oración, podría cambiar por completo la consciencia de la nación y, en consecuencia, su destino físico y espiritual.

Eso ocurre porque un ser que ora permanentemente va ingresando con el corazón en la Consciencia de Dios y allí reconoce el verdadero propósito de su vida sobre la Tierra o, por lo menos, puede reconocer lo que está fuera de ese propósito y, de esa forma, las ilusiones de la materia le resultan disonantes y no las puede soportar. Es en ese momento que el alma es impulsada hacia la búsqueda constante de la Verdad y vive su elevación. Esa experiencia queda marcada en la consciencia de la nación, que poco a poco es conducida hacia una búsqueda superior por medio de sus habitantes, de sus guardianes, ya que aquellos que viven en cada nación son, para Dios, los guardianes del propósito para ella.

Es por eso que los Mensajeros Divinos llegaron a Venezuela en el inicio de su crisis y ahora retornan para renovar el impulso de los corazones venezolanos como también los del mundo entero.

Los Sagrados Corazones llegan a Venezuela no para terminar con la crisis social, política, económica y espiritual que vive este país hoy, sino para que, como nación, aprenda a superar los acontecimientos materiales por medio de la vida de oración y mantenga vivo el propósito de la nación, aquel atributo que Dios depositó en todos los seres que viven bajo su aura, para que lo desarrollen y, así, ayuden a que se cumpla el Plan Divino para toda la humanidad.

Si Venezuela, como consciencia, pudiera vivir esta experiencia de encontrar la verdad y salir de la ilusión material por medio de la vida orante, ese aprendizaje servirá para muchas otras naciones y para toda la humanidad en los tiempos que vendrán; tiempos en los cuales la crisis espiritual, con consecuencias físicas, será el vivir diario de la humanidad.

Es por eso que Mi Casto Corazón hoy bendice a esta nación y a todos los venezolanos, impulsándolos a la vida orante verdadera y pacífica, para que así vivan como un servicio que realizan a toda la humanidad.

Recuerden estas palabras en los días que vendrán, porque hoy Yo las pronuncio para Venezuela, pero en un futuro cercano servirán para muchas otras naciones.

Yo los amo y les doy Mi paz, para que mantengan sus corazones pacíficos ante todos los acontecimientos de la vida.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si contemplasen con el corazón las necesidades del mundo de una forma natural, sus propias necesidades se disolverían. Lo que sucede es que las consciencias no están verdaderamente conmovidas por lo que ocurre en el planeta y aún no se abrieron para comprender lo que está sucediendo. 

Mientras las almas se sumergen en los abismos planetarios, muchos aún están preocupados intentando ofrecer a Dios pequeños sacrificios y transformándose, con mucho esfuerzo, casi nada, cada día.

La imposibilidad de la transformación es impuesta por la consciencia que, al estar inmersa en sí misma, no consigue salir de sus propias dificultades; y lo peor que sucede en el mundo, para esa consciencia, es aquello que no consigue transformar.

Compañeros, en tiempos de Apocalipsis, sus proporciones deben cambiar en la consciencia: en lugar de estar tan preocupados con lo que sucede consigo mismos, coloquen la atención en el planeta y toda su vigilancia y oración para equilibrar el caos planetario.

Les aseguro que, si descubren el amor al Plan de Dios y, dentro de ese amor, la perseverancia absoluta en la concreción de ese Plan en todas las almas, en poco tiempo, no serán más los mismos y se disolverán en un propósito mayor.

El Señor necesita, en estos tiempos, consciencias capaces de renunciar a sí mismas; para que solo sean instrumentos de la manifestación de Su Plan, y eso se da cuando el ser dona todo de sí, incluso se dona a sí mismo, para que el propósito de Dios se cumpla en todas las almas.

Ustedes deben preocuparse menos con el cumplimiento del  propósito de Dios en sí mismos y más en toda la humanidad. Si todo lo hicieran para que el otro alcance la salvación, el despertar y la santidad, les aseguro que llegarán a la meta de una forma como nunca llegarían si estuviesen tan preocupados consigo mismos.

Son tiempos de crisis planetaria, de Apocalipsis, de Armagedón. Que cada uno retire la atención de sí y observe los que tiene alrededor. Es hora de desarrollar el amor al prójimo, el amor al planeta, a los Reinos de la Naturaleza, al Plan de Dios.

Ofrezcan sus vidas a un propósito mayor y dirijan todos sus esfuerzos a la salvación de otros. Con esmero, den lo mejor de sí para que otro alcance la santidad.

Oren, no por sí mismos, sino por las almas que verdaderamente lo necesitan, pues si ustedes están leyendo estas palabras es porque ya tienen todo, inclusive mucho más de lo que merecen.

Con amor, los guío y en Mi divina paternidad los hago crecer.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para comprender la realidad planetaria, es necesario que el alma, el espíritu y los cuerpos materiales se dispongan a la transformación, porque la incomprensión de la verdadera realidad del mundo en el cual viven es un artificio de la mente y, a veces, del alma que no quiere abandonar las cosas superfluas y superficiales.

Queridos compañeros y siervos de Cristo:

La imposibilidad que muchos sienten de responder a la urgencia de los tiempos, con una consciencia real de la situación de la humanidad, es causada por la no adhesión de ciertos aspectos del ser al Propósito Divino.

Deben meditar de corazón en lo que les digo y buscar aquellos espacios de la consciencia que aún aspiran a vivir su propia voluntad e insisten en responder a los estímulos de la vida material, por el placer y la comodidad que ocasionan a los cuerpos.

Busquen un camino de santidad verdadera; sigan los ejemplos dejados para el mundo por aquellos que hoy los guían en los planos internos del planeta.

Les pido que reflexionen un poco más profundamente sobre sí mismos y que se encaminen hacia una definición en todos los aspectos de la consciencia.

Encuentren aquellos espacios oscuros del propio ser que aún necesitan que el espíritu los ilumine y, sin miedo, angustias ni preocupaciones con lo que encontrarán, solo encamínense con
madurez hacia la transformación. 

Ya saben lo que deben dejar de hacer. Si ustedes están en duda con respecto a los pasos que deben comenzar a dar, entonces no den aquellos que saben que los llevarán por caminos que no son los de Dios.

Sepan, queridos, que el Creador cuenta con muy pocos. Con madurez, asuman la responsabilidad de formar parte de esos pocos que tienen la posibilidad de responder a Dios y entréguense sin demora a Su Divina Voluntad, que es perfecta para cada uno de ustedes.

Con pocas palabras, les digo lo que necesitan escuchar.

Que Mis instrucciones se tornen vivas por medio de sus corazones, de sus almas y de sus espíritus.

Les dejo Mi bendición paternal.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy solo les pediré que intenten, todos los días, vivir el Propósito Divino; que intenten ser mansos de corazón, puros de intención y verdaderos en su camino.

Intenten, todos los días, vivir la fraternidad y el amor; reconocer en el prójimo la presencia de Dios y, así, ser humildes delante de todos.

Les pido que intenten pensar un poco menos en sí mismos y cada día dejen de hacer algo que sea una prioridad personal para servir al prójimo.

Intenten amar más a los Reinos de la Naturaleza, observarlos, aunque sea por un breve instante, todos los días, dejando que el alma se inspire en ellos.

Les pido que intenten orar de corazón, conversar con Dios, y delante de Su Altar Celestial, ofrecerle lo mejor que hay en su interior, para equilibrar las faltas de la humanidad.

Intenten encontrar en los más perdidos un corazón necesitado de paz.

Intenten disolver el odio de sus corazones, como también la ira y el rencor. Comprendan que todos se equivocan por ignorancia, y que el amor, el perdón y la reconciliación son capaces de curar cosas que ustedes desconocen por completo.

Intenten, todos los días, olvidar el pasado, no para que sean indiferentes a todo lo que vivieron ni para olvidarse de aquellos que los acompañaron en otros tiempos. Olviden el pasado para liberar el espíritu, para que vivan algo nuevo. Olvidar el pasado es liberar la mente, las emociones y el corazón de todo lo que pasó. Los aprendizajes y recuerdos permanecen en la consciencia, pero el espíritu se libera, con la certeza de que aquello que es real aún aguarda su despertar.

Queridos compañeros, hoy les pido que intenten ser más simples de corazón. Intenten aceptar las correcciones de la vida e inmediatamente enderezar sus caminos, sin temor, sin rencor, pero con mucha paz y gratitud por dar pasos en sus vidas. 

Les pido que intenten amar más la Creación de Dios, Su Plan y la grandeza de Su Propósito para este planeta. Intenten dejarse permear por la Misericordia y por el Amor de los Mensajeros Divinos.

Si intentan todos los días vivir un principio superior, el Cielo escuchará sus corazones y, en el primer paso que den en la dirección correcta, Dios se encargará de hacerlos llegar a Su Divina Meta. El secreto está en nunca dejar de intentar y perseverar todos los días, aunque caigan y se levanten innumerables veces.

Intenten, hoy, sentir Mi Casto Corazón y hagan de la bendición que les entrego todos los días el impulso perfecto para su elevación y transformación permanente.

Yo los amo y los bendigo siempre.

San José Castísimo, en el eterno intento de llevar a la humanidad al Corazón de Dios.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sean agradecidos y tórnense dignos de escuchar las Palabras de Dios por medio de Sus Mensajeros.

En la simplicidad del corazón, agradezcan por no estar sumergidos en el común de la humanidad que ignora la existencia de Dios.

Mientras están hoy delante de Mi Corazón, existen muchos otros que deberían estar al lado de ustedes y, sin embargo, ignoran su compromiso con Dios y con Su Plan. Mientras la humanidad se purifica a través del sufrimiento y del caos, ustedes se purifican por la consciencia.

Mientras el mundo se pierde en las tecnologías y en los supuestos avances materiales, sus espíritus intentan crecer y avanzar en el cumplimiento de un Plan Superior.

Los Ojos de Dios están fijos en la pequeña parte de la humanidad que aún tendrá una oportunidad de manifestar Su Propósito, pero para esto, ustedes deben asumir la propia transformación con madurez y no con pesar.

No lloren más ni pidan perdón por los errores cometidos. Reconozcan la gracia que recibieron para dar nuevos pasos y no pierdan la oportunidad de crecer.

La Voz de Dios siempre se pronuncia para llevarlos a la evolución. Escuchen con atención las correcciones de la vida y sigan el camino señalado por el Creador, y no los propios caminos.

La cura de todos los males está en jamás perder la fe del corazón y, con esa fe inquebrantable, dar los pasos rumbo a la transformación, sin lamentarse, solo con profunda gratitud.

La gratitud es la llave para vivir la Voluntad de Dios y dejarse moldear por ella. Nunca la pierdan de vista.

Si tomaran con seriedad y madurez las metas propuestas por el Señor y caminaran decididos hacia ellas, todo lo que sucede a su alrededor se acomodaría, porque el Rayo de la Voluntad de Dios vendrá en su auxilio.

Cada uno tome para sí todas las palabras pronunciadas hasta el día de hoy y camine sin miedo a perderse de sí mismo.

Por el crecimiento espiritual de la humanidad y por el despertar de todos los seres, Yo los bendigo.

San José Castísimo, servidor del Supremo Dios

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