- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Queridos hijos,
Como la Madre de la Providencia hoy traigo para todos el principio de la riqueza espiritual, el que es guardado en el Universo como conocimiento divino y sabiduría.
Como Señora de la Providencia derramo sobre el mundo las Gracias que harán posible conocer el verdadero tesoro que guarda cada alma en su interior. Por eso, hijos, a pesar del tiempo de vuestra purificación, recuerden que en el interior de cada uno de ustedes se guarda el Amor de Dios, Amor que mueve todo el universo y que impregna toda existencia en este y en otros universos.
Como la Madre de la Providencia intento que Mis hijos reconozcan que Mi presencia en vuestras vidas tiene el motivo de despertarlos para la búsqueda de esa riqueza espiritual en cada uno. Hijos, esa riqueza que Dios, vuestro Padre, concedió al espíritu de cada criatura, está más allá de toda arrogancia, de todo falso poder y de toda propiedad material. Es ese tesoro divino que los Mensajeros Divinos vienen a despertar, a madurar y a revelar en la vida de cada ser.
Pero hijos, para que ustedes sean dignos de recibir la Gracia de descubrir vuestro tesoro divino y espiritual, deberán superar las pruebas, rendirse, humillarse y, más aún, vivir al menos el camino de la humildad; después, Mis hijos, será ese tesoro cósmico y espiritual el que ustedes vivirán en vuestra morada, en aquel espacio del macro-cosmos que Dios tiene guardado para cada alma.
Así, hijos queridos, cuando en el final de vuestros días ustedes hayan descubierto ese tesoro espiritual, sabrán que todo habrá tenido un sentido y un motivo mayor en la experiencia de este mundo. Si las almas pusieran atención en los tesoros divinos que guardan, no sería necesario sufrir, madurar ni crecer a través de la fuerza de una presión mayor.
Vuestra Madre Celeste les enseña a valorar lo simple y lo verdadero que es la vida del espíritu y cómo cada alma tiene el potencial interior de expresar a Dios en su vida y en todo el planeta. Es este sagrado tesoro espiritual que Mi adversario no quiere que despierte, pero Mis planes se cumplirán por encima de las adversidades y miedos generados en las almas, en la medida que cada corazón Me lo permita.
Hijos Míos, si ustedes despiertan ese divino tesoro espiritual, encontrarán el verdadero sentido de haber nacido a la vida y sabrán que han venido aquí para cumplir una misión en nombre del Amor de Dios. Pero la mayoría de las almas olvida el sentido del propósito que las creó y es a través del verbo orante que las esencias recordarán que vinieron al mundo para cumplir una misión, por más que no sean conscientes de ella.
Este último tiempo que ustedes están viviendo marcará los próximos pasos de una humanidad que será purificada, convertida y transmutada por la acción poderosa de las Leyes Universales, algo que nadie podrá detener. Muchos de ustedes que ya son conscientes y pueden trabajar espiritualmente, busquen ese tesoro divino, porque les permitirá encontrar vuestro linaje y la misión que deberá manifestarse más allá del ego.
Las cosas del Cielo son opuestas a las realidades de la Tierra. Vuestra Madre de la Providencia hoy les concede esta revelación de indicarles que busquen a tiempo dentro de cada uno de ustedes lo verdadero, y no la ilusión que el mundo entero refleja al ser cada vez más indiferente y ciego. Yo les digo, hijos, que aún con muy pocos el Plan del Altísimo no será modificado.
Por eso, queridos, el triunfo del corazón a través del despertar de vuestro tesoro espiritual, generará una acción positiva en toda la humanidad, la que está hipnotizada. Mi aspiración de Madre es que pronto mueran para sí mismos, como los apóstoles de Mi Hijo aprendieron a morir para sí, entregando los miedos más profundos.
La purificación los liberará y así, hijos, podrán ser semillas cultivadas en la Tierra Prometida. Yo, vuestra Madre, estoy aquí para guiarlos en la fe.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los prepara internamente para la Nueva Humanidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Mi Gracia Maternal está derramando códigos universales de Piedad y de Misericordia sobre aquellas almas que se abren para reconocer en sus caminos la Voluntad de Dios.
Así, hijos Míos, serán estos códigos universales de Mi Gracia que los ayudarán a caminar en el momento culminante de vuestra purificación; allí podrán ver con claridad el pasaje del viejo al nuevo hombre, colmado de los códigos divinos y crísticos.
Por eso, hijos, hoy los estoy llamando a todos para que vivan la redención, así estarán dispuestos desde la consciencia para concretar el Plan Divino de vuestro Padre Celestial.
Ahora, Mis niños, el Plan determinará una próxima vuelta en la vida de todo el universo. Ustedes son invitados a prepararse y entrenarse, como lo hacen los planetas cuando de ciclo en ciclo giran alrededor del sol, siempre buscando una relación con el equilibrio del cosmos.
Queridos hijos, ese nuevo ciclo está llegando y nada quedará como antes; dentro y fuera de ustedes el universo se moverá para ser colocado en otro punto, y si ciertos aspectos no estuvieran ya trabajados, el propio universo y el cosmos los colocarán en otra escuela de instrucción.
Hijos, no pierdan la oportunidad de cambiar a tiempo, así como cambian los ciclos en todo el universo. Ahora estos ciclos serán visibles para muchos, y en la Tierra el alma más inconsciente e ignorante se dará cuenta de esto porque el planeta está casi a las puertas de enfrentar el ciclo tan esperado de la purificación.
Y así, se cumplirá la profecía de Mi Hijo: “la paja se separará del trigo y después será quemada en la hoguera”.
Hijos amados, Yo soy vuestra Madre e intento conducirlos siempre por el camino del bien. La paz será vuestra aliada en los momentos de purificación, y vuestra fe removerá todo lo que hasta ahora estaba preso en la consciencia.
Ustedes, Mis queridos, ya saben cómo hacerlo; tomen las herramientas y trabajen, así el planeta se salvará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los guía hacia la meta mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escucha Mi voz en el silencio de tu corazón y reconoce junto a Mí cuánto aún te falta cambiar. Eso no será una limitación para alcanzar la meta; ese es el primer paso de una consciencia que madura en el camino que escogió.
De la noche a la mañana no te santificarás, pero sí descubrirás las barreras que dejan presa al alma de cada ser. Dichas barreras son la vida superficial y mental que no llevan a ningún resultado.
Si tu aspiración a rendirte a Mi Hijo es fiel y constante, te aseguro que grande será la prueba, pero no habrá nada que disuelva la unión sincera que has construido. Por eso te indico nuevos caminos, para que los puedas recorrer en obediencia y alegría.
Cuando dices no a Mis planes, nada puedo hacer, solo mirarte y rezar. El Universo siempre busca la mejor opción para ayudarte, pero cuando el camino que se te propone no es aceptado, será en la siguiente vuelta del ciclo universal que algo podrá ser resuelto.
Cuando no hay correspondencia con lo que se indica, se desperdicia la Instrucción de la Jerarquía. A pesar del tiempo de vuestra purificación, ciertas voluntades propias o las decisiones personales, pueden modificar el destino espiritual de una consciencia.
¿Qué hacer?
Solo esperar, Dios nunca deja de mostrar el verdadero sentido y motivo de Su Voluntad, y Su Infinita Misericordia reordena todas las cosas y las coloca en el equilibrio necesario para que Sus Sagradas Aspiraciones se puedan cumplir.
Ya no hay tiempo para repensar las cosas; el impulso divino desciende para movilizar las estructuras y liberarlas. Cuando alguien detiene ese impulso, es como intentar sostener con las manos una avalancha de luz.
La Voluntad Divina no es imposición, ella es el espíritu de la concreción de un Plan que debe alcanzar la más alta experiencia de amor y de perdón. Cuando un alma se opone a que esto suceda, la misma ciencia universal reposiciona a la consciencia en el escalón del aprendizaje que tenía antes de ser elevada al Reino Mayor.
Nadie pierde su lugar en el Corazón de Dios, Dios es Compasión y Justicia; y esta Justicia en este tiempo será severa, no por ser Justicia, sino porque la propia Ley de la Divinidad encontrará resistencia en muchos espacios de la consciencia.
Por eso, queridos hijos, vengo para advertirles, para que no sufran innecesariamente las consecuencias de seguir bajo el control humano. Busquen estar en la Ley y estarán protegidos de ustedes mismos. Algo mayor debe cumplirse en el Pensamiento de Dios y es la expresión de la Nueva Humanidad.
Están a tiempo de recapacitar y de comenzar de nuevo como Dios manda, en armonía y sin desorden interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye a través de la Sabiduría de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre del Infinito, vengo para mostrarles que la unión interna siempre la deberán buscar a través del amor que brota de lo profundo de vuestros corazones.
Así, en este camino de búsqueda y de unión con el Infinito Padre Celestial podrán ver, con otro sentido y desde otro lugar, las cosas más amplias y profundas, siempre que busquen esa fusión interna con toda la Creación.
En este día que se recoge, quiero llamarles la atención hacia el verdadero misterio divino que se revela más allá de vuestras vidas diarias.
Queridos hijos, como la Madre del Infinito despierto en todos los corazones el verdadero sentimiento por una vida divinizada en Cristo. Mi obra se cumple en todo lo que fue creado por Dios cuando tan solamente el alma acepta vivir la conversión del corazón.
Hijos amados, una parte de ese infinito espiritual mora dentro de ustedes y Mi única aspiración de madre es que lo puedan reconocer en estos tiempos de cambios. Buscando ese infinito podrán reconocer vuestra misión y cuando eso suceda podré decir, hijos, que Mi tarea fue realizada en vuestras vidas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Infinito Padre Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se establezca Mi Paz en el mundo, y que esta Paz reine en los corazones de todos los hombres y en la esencia de todos los Reinos de la Naturaleza.
Hijos Míos, los invito a la profunda pacificación interior para vencer, así, a todas las adversidades de estos tiempos. Solo la paz guardada en el interior de las criaturas les permitirá vivir los tiempos de mayor tribulación en el mundo.
Sepan, Mis amados, que deben aprender a vencer a los propios conflictos internos por medio de la paz; aprender a dejar que el reinado de Mi Paz sea mayor que cualquier tribulación que les puedan causar las purificaciones y asedios de estos tiempos.
Quiero que sepan que los planes contrarios a los Planes de Dios siempre buscarán desestabilizar a Mis soldados y vencerlos por medio de la tensión, del conflicto y del cansancio de sus corazones.
Este es un tiempo en el cual aún cabrán las etapas de aprendizaje, en las cuales podrán caer y levantarse, una y otra vez. Por eso, no se cansen de vencer las propias tribulaciones para establecer la paz en su interior y, así, dejar que ella llegue a los corazones de los demás seres de este mundo; porque, en el tiempo que llegará, esta paz ya deberá estar establecida dentro de cada uno de ustedes, para que así vivan una mayor prueba, que es establecer Mi Paz en los momentos de caos planetario.
No permitan, Mis amados, que las confrontaciones los retiren de Mi refugio de Paz, pues mayores que cualquier confrontación que puedan vivir en este mundo son el poder absoluto de Mi Amor y la fuerza imperiosa de Mi Santa Paz.
Como Rosa de la Paz y como Madre de Jesús, quiero enseñarles a ser pacificadores frente a cualquier situación de sus vidas.
Acuérdense, hijos Míos, del ejemplo que les entregué al ver a Mi Hijo siendo flagelado y crucificado; pues aun sabiendo que ultrajar al Hijo de Dios era la mayor injusticia que se daba en este universo, Mi Corazón jamás perdió la paz, porque jamás perdió la confianza en el Creador de todas las cosas, que nos llamó por el nombre para cumplir Su Plan y que nos garantizará siempre que cada acontecimiento de nuestras vidas nos traerá el aprendizaje justo que debemos vivir.
Para estos tiempos y para los tiempos que vendrán, recuerden que Mi Paz debe reinar dentro de cada uno de Mis hijos y que, por medio de ellos, esta Paz debe expandirse por el mundo.
Hoy están bajo Mi Manto. Yo los protegeré y los acogeré siempre, los resguardaré del mal y curaré sus espíritus y sus corazones cuando estén fatigados en esta batalla para establecer el Reinado del Señor en el mundo.
Mis amados, no desistan, sigan en confianza. Comprendan el calvario que muchos viven como el camino único para el restablecimiento de la Misericordia entre los seres. Pero, para eso, deberán recorrer ese camino, sin perder de vista la Voluntad de Dios y Su grandioso Plan de Amor que deberá reflejarse en sus esencias como amor puro.
Los amo y los bendigo.
Yo les doy Mi Paz, llévenla al mundo entero.
Su Madre María, Rosa de la Paz, Reina de la Paz y del mundo
Peregrinen, en este día, por el largo camino de sus consciencias, un camino interior, en el cual encontrarán algunos obstáculos para ser traspasados, algunas pruebas para ser vividas y algunos recuerdos para ser perdonados y olvidados.
Busquen caminar por el mundo interior, con profunda paz y alegría y, aunque el encuentro con algunas situaciones les cause dolor, procuren sobrellevarlas con la alegría de ese día.
Permítanse, hijos Míos, ser guiados por la Estrella de Belén hasta el lugar más simple y puro de su mundo interior; lugar que, para muchos, es desconocido, pero que existe y que ya está pronto para recibir al Hijo de Dios.
Hoy, el Señor les oferta una posibilidad de liberar y curar antiguos dolores, miedos, culpas, antiguos errores y sufrimientos. Hoy, el Señor les da a conocer, a muchos de Sus hijos, lo que deben transformar en este tiempo. Porque, para vivir una transformación efectiva y contundente, necesitan conocer, de sí mismos, todo lo que está para ser convertido. Sin embargo, confíen en la Gracia, que les es concedida, de ser guiados por la Sierva Fiel de Dios y no se impresionen con lo que puedan ver de ustedes mismos.
Aquellos que se permitan dar un paso en este día, se verán delante de un pasado a ser redimido y de todo aquello que escondieron de sí mismos durante tanto tiempo.
Hijos Míos, hagan de este día un día de Gloria y, de esta purificación, el prenuncio de la llegada gloriosa de Mi Hijo Jesús. Porque estarán construyendo para Él un espacio vacío y puro, en donde Él podrá habitar con libertad y podrá reinar con la totalidad de Su perfecta Consciencia.
La grandeza de este día se manifestará en las consciencias del mundo, de acuerdo con la apertura de cada uno a lo que le está siendo ofertado. La profundidad con la cual Dios obrará en sus consciencias se dará a partir de la apertura de sus corazones. Por eso, estén dispuestos a vivir algo nuevo, desconocido, que revolucione su mundo interior.
Hijos Míos, hagan del peregrinar de este día un momento semejante al vivido por José y María en la noche del Nacimiento de Jesús.
A José y María les fue revelado mucho, mientras se aproximaba el Nacimiento del Mesías. Ellos se ofertaron para conocer y curar el mal que vivía en la humanidad de aquella época. Mientras se aproximaba el Nacimiento de Cristo, a través de la peregrinación de José y María, fueron siendo convertidas y transmutadas las energías de la lujuria, de la avaricia, de la vanidad y de la soberbia que se expresaban, en aquella época, con mucha intensidad en los seres humanos.
Los dolores de parto de María se tornaron más intensos de lo que normalmente se sentían. Experimentaron la desolación y la aflicción de no poder dar a Cristo un lugar seguro para nacer, y esta experiencia de purificación culminó al comprender la Voluntad de Dios y dar vida a Jesús en un establo, experimentando la más pura humildad y alegría y descubriendo así, que todo había de ser curado a través de la humildad, de la pureza y de la fe en la Voluntad de Dios y en Su divina conducción.
Hoy, para los corazones del mundo, no será diferente. Si se lo permiten, el Señor les dará a vivir una grandiosa experiencia que culminará en el descubrimiento del vacío de sí y en la entrega a la divina humildad.
Mis amados, alegren hoy sus pequeños corazones y caminen Conmigo, que seré Su Estrella de Belén y, a través de la oración, los conduciré al Nacimiento de Cristo en sus esencias.
¡Les agradezco por permitirme guiar sus vidas!
Yo los amo siempre.
Su Madre, María de Nazaret, Estrella de Belén
Que no se aflija más tu pequeño corazón por todo aquello que aún está por ser construido en tu interior.
El Señor del Universo, el Gran Arquitecto del Infinito, ya diseñó para la Tierra la construcción perfecta que debe ser edificada en el interior de cada ser y, si ustedes dicen sí, los constructores universales, que son los ángeles y los arcángeles, llegaran a sus vidas para transformar lo viejo y reconstruir aquello que debe ser renovado.
Hoy, con alegría, llegó a esta, Mi casa, la Nueva Tierra, para que en ella pueda crecer el arquetipo de la nueva vida.
Hijos Míos, hoy quiero decirles que la nueva vida no se construye con base en el desarrollo de la mente ni tampoco de las riquezas materiales. La nueva vida no se encuentra en la cantidad de conocimiento que presentan las consciencias, porque eso no tiene nada de nuevo.
No busquen develar los misterios celestiales antes de construir, en el interior, la base primordial y única que los llevará al infinito; porque los misterios de Dios no se asientan en la mente, sino en el corazón.
La nueva vida que nace en la Nueva Tierra no es nada más que la posibilidad de amar al prójimo tal cual es. La nueva vida es el poder de convivir, unos con otros, cada uno en su grado de evolución, sin que eso sea motivo de separatividad, sino de unión y de crecimiento del alma y del espíritu.
El Amor que vinieron a aprender en la Tierra, no lo encontrarán en los libros, sino en la vida, en el día a día, en la maduración de la convivencia.
Es por eso, hijos queridos, que Dios les pide a las Comunidades que todos aquellos que aspiran a crecer tengan la posibilidad de hacerlo y cuenten con el apoyo de unos a otros para alcanzar ese crecimiento, ese develar del Amor.
Quiero que aprendan de la Nueva Tierra como aprendieron de Mi Hijo Jesús; por eso, retorno a este lugar.
Cristo estuvo entre aquellos que más lo necesitaron. Sus apóstoles fueron los simples y pobres de corazón, de conocimiento, de vida y de espíritu. En aquellas almas simples, el Señor hizo crecer la fidelidad y el amor absoluto en aquellos que lo seguirían hasta el final, viviendo el sacrificio y la entrega bajo cualquier circunstancia.
Con esto, les digo que el camino de los que se aman entre sí, independientemente de las diferencias, y juntos viven el constante servicio es la fidelidad absoluta a Dios. En ellos, Dios deposita Su Espíritu para que sean ejemplos de Misericordia y fuentes del despertar. En ellos, el Señor deposita Su confianza.
Crean en lo que hoy Les digo; porque cuando oyeron las primeras Palabras de Cristo, los apóstoles eran hombres repletos de impurezas e imperfecciones, pero respondieron al Llamado del Señor y hoy son los guardianes de las puertas del Cielo.
Sigan este camino con valentía, pues, así como acompañé a los que Mi Hijo escogió en aquel tiempo, estoy aquí para guiar a aquellos que Mi Hijo escogió en el último tiempo, que son todos ustedes.
Los doce de ayer deben ser los 144.000 de hoy.
Les agradezco por responder a Mi llamado y por seguir este camino de eterna transformación.
María, Madre y Reina de la Paz
Hijos amados:
Quiero agradecer, en este día, la respuesta amorosa de sus corazones a Mi pedido maternal. Quiero decirles que Mi Presencia tocó a los corazones, más allá de lo que sus pequeños seres pueden comprender, porque existen misterios que solo comprenderán cuando estén en Mi Reino.
Pero, desde ya, puedo afirmarles que Mi Amor actúa a través de las intenciones de los corazones, mucho más que a través de sus acciones o palabras. Por eso, muchos no pueden percibirlo, pero cuando sus corazones emiten una intención verdadera, Mi Inmaculado Corazón de Amor puede intervenir por las almas y las consciencias.
Por eso, hoy los invito a meditar con el corazón en este misterio; los invito a buscar, en lo profundo de sus seres, sus intenciones verdaderas, porque es a través de ellas que el Señor actúa.
Hoy, quiero que aprendan que lo verdadero está en el interior de los seres y que es en este núcleo de simplicidad donde se instaurará Mi Paz.
Quiero que busquen trabajar sobre sus intenciones en todos los actos de la vida; porque si buscan conocer las intenciones que están más ocultas en su interior, podrán conocerse verdaderamente a ustedes mismos y no solo descubrirán que aún hay mucho por transformar, sino que también encontrarán los frutos que Mi Presencia hizo nacer en sus corazones y que ustedes mismos desconocen.
Quiero que conozcan lo profundo de su interior, con la finalidad mayor de descubrir el potencial luminoso que guardan en sus esencias. Así, quiero mostrarles la pureza que aún existe, muy escondida, en toda la humanidad.
Vengo, a través de Mi Presencia, a retirar de los cofres más perdidos de su interior los tesoros preciosos que desconocen.
Hoy, les digo que Mis Palabras y la esencia de Mi Paz están transformando sus vidas, sobre todo las de los que peregrinan Conmigo y las de los que Me acompañan con el corazón.
Digo esto porque quiero que estén conscientes de los tesoros que ya hicieron crecer en sus almas, de las virtudes luminosas que el Espíritu de Dios dejó en sus vidas, para que puedan valerse de esas virtudes y dar nuevos pasos.
El camino del Señor es infinito, y siempre habrá un paso más que dar. Pero hoy quiero enseñarles a recoger los frutos de este árbol que planté, con semillas divinas, en sus vidas para que, de esos frutos, nuevas semillas puedan nacer, fortalecidas por la fe y por la voluntad de sus espíritus de cumplir con la Voluntad de Creador y de manifestar Su Sagrado Plan de evolución en la Tierra.
Hoy, abro sus corazones y los vuelvo transparentes ante sus almas y Dios, para que no solo Mis ojos puedan ver cuán bellas son sus esencias.
Contemplen Conmigo la pureza de sus corazones, y encuentren en ella la fuerza y el poder divino que los impulsa a seguir adelante.
Les agradezco por estar hoy a Mi lado.
María, Madre y Reina de la Paz
Entra en Mi Paz, para descubrir las verdades del Cielo y conocer los misterios más antiguos del corazón.
Entra en Mi Paz, para que tu corazón se aquiete y encuentre un camino seguro por el cual seguir en dirección a Mi Hijo.
Entra en Mi Paz, para que tu consciencia comprenda Mi Presencia y tu corazón reconozca a Mi Espíritu.
Entra en Mi Paz, para que tu alma se aproxime y tu espíritu viva unido a tu corazón, ayudándolo así a consolidar los pasos de la consciencia.
Entra en Mi Paz, porque solo en ella conocerás a Dios y a Su Reino Celestial.
Entra en Mi Paz, porque dentro de ella estarán libres de las tribulaciones del mundo y tu corazón no se envolverá con lo que vive fuera de Mi Corazón.
Entra en Mi Paz, para estar bajo Mi Manto y, a partir de ahí, ser intercesor de las almas que más lo necesitan.
Entra en Mi Paz, para conocer el silencio. Entra en el silencio, para conocer Mi Paz.
Entra en Mi Paz, esa que Mi Presencia deposita en los corazones e irradia al mundo.
Para estar en Mi Paz, hay que estar en Mi Presencia, y para atraer Mi Presencia, hay que estar en oración perpetuamente.
Estén en Mi Paz, viviendo en oración. Irradien Mi Paz, viviendo la oración. Sean Mi Paz, siendo la oración.
Estar en Paz, hijos Míos, es una gran necesidad del mundo, porque la paz muere en los corazones de los hombres, y cuento con los dedos de Mis manos a aquellos de Mis hijos que hoy pueden vivir en eterna paz, porque viven en eterna oración.
Por eso, oren, oren mucho. Disuelvan en la oración las aflicciones de sus corazones y las aflicciones del mundo. Aparten de sus corazones el dolor, a través de la alegría de vivir en Dios y de cumplir con Su Voluntad Divina.
Coloquen, día a día, a Mis pies aquello que les impide vivir en paz y, a través de la oración, fortalezcan esta paz en el mundo e irradien la paz a las consciencias.
Ya no alimenten los conflictos, las críticas, los juzgamientos; no se unan con el prójimo para alimentar el mal, para juzgar, para destruir, para atraer la discordia entre los corazones.
Corten los impulsos de la maldad que viven en las células humanas. No alimenten a las fuerzas mundanas que viven en los corazones; pero sí, como soldados marianos, vivan la primer batalla, en ustedes mismos, para retirar el mal e implantar la paz.
Oren, Mis queridos, oren mucho, porque el mundo así lo necesita.
No se permitan emitir un verbo que no construye la Luz, y si la voluntad de hacerlo fuera mayor que el poder de la paz en sus corazones, silénciense, silénciense y entren en oración.
Es tiempo de crear con consciencia, es tiempo de vivir el amor entre las criaturas. Los invito a disolver, en Mi Corazón, todo lo que fueron hasta este instante, para vivir en Mi Propósito universal de la Paz.
Como en Fátima, despierto los corazones del mundo para que renazcan en Mi eterna Paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
María, Madre y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más