MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un corazón ama la Ley y la Gracia de Dios, vive bajo Su Amor y Su Misericordia. Vive escondido en la sombra de Su Presencia y, aunque caiga infinitamente, sabe que las Manos de su Padre estarán extendidas para levantarlo del suelo.

Cuando un corazón ama la Voluntad de Dios y cree en Su Plan, vive conforme a esa Voluntad y teme salir de Su camino. Ese corazón, ante las tentaciones, pide auxilio y Misericordia al Señor para mantener puro su espíritu y recto su camino de retorno a Dios.

Un corazón que escoge salir de la Ley y de la Gracia Divina es aquel que se rinde a sus voluntades, a sus pensamientos y a sus deseos más humanos, olvidándose del propósito de su vida y escogiendo dejarlo atrás, para vivir sus aspiraciones más humanas.

Ese corazón, hijos, no es frágil ante Dios, es frágil ante el mundo y se condena a sí mismo por creer que su alma es imbatible delante de las tentaciones, de la Ley y de la Gracia.

Ese corazón, que no reconoce los propios desvíos, en el momento correcto de corregir sus pasos se distancia tanto de la Ley y de la Gracia de Dios que se pierde y se cierra a sentir la Presencia de su Padre; cierra los ojos para no recibir Su Amor, y no lo percibe otra vez, hasta que Su Justicia comienza a descender del Cielo, como rayos que rompen su ceguera y su ilusión.

Pero, en ese momento, esa alma perdida necesitará encontrar, en su arrepentimiento y en su humillación, un nuevo camino que la haga reencontrar la Voluntad y la Gracia del Padre.

Nada está perdido, ni siquiera para el alma más pecadora, cuando ella se rinde, se humilla y se abre de corazón delante del Padre. En algún momento de sus pasos perdidos, el Creador la encontrará y la colocará en un nuevo lugar, en donde podrá vivir Su Gracia. Pero para eso, hijos, es necesario rendirse al Amor de Dios.

No les digo estas cosas para que teman, pero sí para que comprendan que aquella alma que escoge el mundo, cuando Dios la llama a vivir Su Voluntad, deja espiritualmente la Gracia y la sombra de Su Señor para vivir bajo Su Justicia y las ilusiones del mundo.

A pesar de eso, todos los caminos pueden ser corregidos. Muchas son las sendas que llevan al Amor de Dios y al despertar de la consciencia. Algunos escogen vivirlo a través de la Misericordia; otros, a pesar de ser hijos de la Misericordia, escogen la Justicia.

Las leyes se cumplen según las elecciones humanas. Por eso, sepan percibir que sus pequeñas y grandes acciones, sus sentimientos y su corazón, son la medida que los coloca en el lugar que escogen estar para aprender en este mundo.

Por eso, sepan estar en el lugar correcto.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE TUSAYAN A PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El inicio de un nuevo ciclo llegó para cada ser de esta Tierra y, sobre todo, hijos, de esta Obra de Amor que el Creador está construyendo con Sus propias Manos, desde el origen de sus vidas.

Este ciclo que se inicia estará permeado no solo por el despertar o por la purificación, sino también por la madurez y por el crecimiento interior de sus seres.

Llegó el momento de consolidar el vínculo de sus corazones con Dios y, después de todo lo que recibieron en nombre de la humanidad, dar un nuevo paso en la entrega de sus vidas, un nuevo paso en dirección al propio interior, un nuevo paso en dirección al Infinito que se guarda en el propio corazón.

Ha llegado el ciclo de conocer el Perdón de Dios, por Su Amor y Su infinita Gracia, para que, de esa forma, sean verdaderos puentes entre los corazones de los hombres y su Creador.

Este es el ciclo de comenzar a construir lo que los caracteriza como raza y como hijos de Dios, que es la unión profunda con Él a través del conocimiento, no solo de Sus misterios, sino, sobre todo, de Su Amor.

Para eso, deben buscarlo constantemente, sentirlo y dejar que Su Presencia, aunque silenciosa, les hable al corazón, y que sea con el silencio, con Su Gracia o con Su Paz.

Este es el ciclo de experimentar a Dios en su interior. Y, así, hijos, finalmente poder comenzar a unir las dimensiones y atraer un nuevo tiempo para este mundo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN REDWOOD, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

En estos tiempos de asedios y conflictos internos, silénciate y coloca tu consciencia en Dios.

Permanece delante de Su Corazón y clama por Su Misericordia, contemplando Su Cruz, Su sacrificio y Su triunfo por ti.

Contempla todo lo que Cristo vivió hasta llegar a la Cruz: los momentos de reconocimiento, de gloria y de alegría, pero también los asedios, las batallas, las humillaciones.

Siente el Corazón cansado de tu Señor, sin embargo, pleno de fe, pleno de la certeza de que la Voluntad de Su Padre se cumple y se manifiesta a través de la persistencia, de la valentía y de la firmeza.

Contempla el Corazón de tu Señor y pídele un corazón igual al Suyo, dispuesto a sufrir, pero también dispuesto a amar; firme en la compasión, pero también en la justicia; trascendente en la Gracia y desbordante en Misericordia. Un corazón sabio ante los asedios, fortalecido en la fe delante de los vacíos, un corazón puro delante de los misterios y simple delante de lo desconocido.

Pídele a tu Señor un corazón sacerdotal como el Suyo, para reconocer, en el prójimo, la posibilidad de que la Misericordia se exprese.

Ve, en tus hermanos, almas enviadas por Dios para cumplir una misión y sé tú, hijo, un puente hacia el corazón del Padre, una puerta hacia Su infinita Misericordia.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Me llaman vengo a su encuentro, amparando con Mi Casto Corazón a cada pequeño y gran esfuerzo que hacen para cumplir el Propósito de Dios.

Contemplo, con amor, aquello que pudieron alcanzar y, con piedad, sus debilidades más profundas, sus miserias más arraigadas.

Contemplo a cada uno de ustedes con una mirada de Gracia y de Misericordia, porque siempre que están delante de Dios y abren el camino para Sus Mensajeros, el mismo Creador vierte sobre sus espíritus los designios celestiales que Él tiene para sus vidas, desde el principio.

Su Padre Celestial descansa en los corazones que se esfuerzan y, por más que aún sean ignorantes de la verdad y que tantas veces se pierdan en las ilusiones de este mundo, es el esfuerzo, hijos, el esfuerzo constante que los aproxima a Dios, que los hace reparar Su Santo y Eterno Corazón.

Su Padre Celestial tiene un tiempo para todo y, con amor, aguarda por cada uno de sus pasos. Lo que más importa es que siempre estén caminando, que siempre estén con sus pies y su corazón en la dirección correcta, que es la rendición a Dios y el esfuerzo por amar y servir cada día mejor.

Con ese pequeño, sin embargo, tan profundo movimiento de ir todos los días en dirección a Dios y al prójimo, el mismo Dios, hijos, también vendrá en su dirección. Y aunque sea silencioso e invisible, el encuentro acontecerá.

Mi Casto Corazón hoy se alegra, no solo por todas las tareas materiales y los esfuerzos físicos que hicieron en esta mañana. Me alegro de ver espíritus esforzados, corazones postrados, intentando superarse, a pesar de sus límites.

No digo estas cosas para engrandecerlos, sino para animarlos. Este es el camino, el camino del amor y de la entrega, de la donación de sí y de compartir la vida y el pan con sus hermanos.

Que sus aspiraciones no estén dirigidas a nada más que a la manifestación de la Voluntad Divina, aunque para eso, hijos, ustedes disminuyan y otros crezcan.

Sean bases cuando fuera necesario alzar un corazón que necesita apoyo.

Sean manos que elevan, que inspiran, que donan y que se arriesgan a apoyar a todos aquellos que están intentando caminar.

Que cada uno haga su esfuerzo sin olvidarse del prójimo. Caminen mirando adelante, pero sabiendo que siempre están abriendo el camino para otros y no para sí mismos.

Hoy, hijos, les dejo Mi bendición, Mi gracia y Mi paz.

Sé que muchos de ustedes están cruzando desiertos y desafíos. Por eso, que Mi amor y Mi presencia sean agua y renovación en sus vidas.

Oren Conmigo, porque soy su intercesor ante Dios.

No vengo al mundo más que para servir. Podría estar perfectamente unido al Creador, pero estoy aquí para llevarlos de la mano, porque esta es la Voluntad Divina. Por eso, cuenten Conmigo, con Mi amor y con Mi intercesión.

Yo los bendigo y les agradezco por no detener sus pasos.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Retírate al desierto con Dios, confiando en Su silencio y en Su Presencia.

Deja que todas las sensaciones espirituales y humanas, que antes eran confirmaciones e impulsos internos para ti, sean ahora substituidos por la fortaleza de la fe que te une pura y simplemente a Dios. 

Acepta con amor el milagro del desierto, porque Dios llama al desierto a aquellos en los cuales espera colocar Su confianza, Su Cruz, Su Gracia y, por encima de todo, hijo, a aquellos que se dispusieron, desde el principio, a redimir la propia vida, superando al Amor de Dios.

Mi voz es aliento para las almas que caminan en el vacío, porque simplemente les digo: "Ve por este vacío y por este desierto; camina lejos y adentra en él profundamente, porque allí, en donde no puedes reconocerte a ti mismo, es en donde Dios se revelará y te mostrará finalmente quién eres".

Tu Señor se recogía para orar en el desierto, porque allí era en donde dejaba atrás Su condición humana y abrazaba Su Condición Divina. Por eso, el desierto debe ser para ti una esperanza.

Deja que los dolores de la renuncia se transformen en la libertad de aquello que te prende al mundo.

En el desierto puedes sufrir por el peso de los pasos, debido a las cadenas de la esclavitud del mundo que aprisionan a tus pies, o puedes rebajarte delante de Dios, tocar con tu rostro el suelo y saber que, con el clamor elevado al vacío, esas cadenas se romperán y tú podrás caminar libre.

El desierto no dejará de ser árido y solitario, pero tus pasos serán libres y tu corazón leve para llegar al propio destino.

Tienes Mi bendición para eso.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un nuevo ciclo comienza, mira hacia el cielo y agradece a Dios por las oportunidades de recomenzar. Mira hacia adentro, hacia tu mundo interior, y renueva conscientemente tu compromiso con lo Alto, con el Plan del Creador, con Su Voluntad.

Agradece al Padre por estar en Su camino; agradece por oír Su Voz; agradece por ser parte de Su Plan, por ser parte de Su Voluntad y fruto de Su Gracia, de Su Luz.

Contempla el Verbo de Dios que resuena en el Universo. Su silencio dio lugar al sonido profundo de Su Voz y con Su Verbo, el Creador envía impulsos a toda la vida, diseña nuevamente Su Plan, renueva Sus Intenciones y Su Voluntad, renueva Su Presencia en el interior de Sus hijos y envía nuevos designios a todas las criaturas.

Escucha a la Voz de Dios que mueve a los Universos, que recrea a la Creación y entrega a Sus hijos la oportunidad de recomenzar.

Un nuevo ciclo siempre llega pleno de una nueva esperanza y de una Gracia. Acoge con amor estos impulsos. Vive en tu interior una síntesis de lo que caminaste hasta llegar aquí. Contempla las nuevas metas y emprende un nuevo camino, siempre hacia lo Alto, siempre hacia adentro.

Camina hacia Dios en ti y en las dimensiones sublimes. Elevarse es conocerse a sí mismo.

Agradece también, hijo, que, entre tantas renovaciones e impulsos, también se renueva la Presencia de tu Madre Divina en tu vida. Sus Planes de amor se plasman, cada vez más, en la humanidad. Su Verbo de paz da lugar a la Presencia viva de Su Hijo y Su Corazón hace silencio para que Cristo hable alto y se aproxime más a todos los seres.

Contempla los ciclos, observa los hechos, aprende del movimiento de las estrellas y de las palabras de quienes te guían. Todo tiene un motivo, todo es parte de la Voluntad Divina.

Siente cómo tu Santísima Madre renueva Su "sí", aquel mismo "sí" del primer Misterio de la Alegría. Vive este Misterio de la Alegría en tu propia vida y da también tu "sí" a Dios.

Tienes mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Invoca los Nombres Sagrados de Dios y el Padre Creador se mostrará a tu pequeño corazón.

Invoca los Nombres Sagrados de Dios y siente cómo Su Presencia y Su Amor se revelan, cómo Su Voz se hace sentir y Su cura se realiza en tu interior. 

Invoca los Nombres Sagrados de Dios y entra en comunión con el Corazón de tu Creador. Deja que Él te muestre Su Verdad, Su más pura inspiración para toda la vida y el Plan perfecto que Él diseñó para ti.

Invoca los Nombres Sagrados de Dios y clama por el establecimiento de Su Paz en el mundo. Clama para que Su Gracia descienda sobre todos los corazones e inunde aquellos que más lo necesitan, transformando vidas y atrayendo hacia Sí los corazones de Sus hijos.

Invoca los Nombres Sagrados de Dios y escucha la Voz del Padre, como la escucharon los pueblos del desierto. Ingresa en el desierto de tu corazón y clama por la paz. Deja que el Padre prepare en ti Su retorno y establezca Su Reino en tu corazón.

Invoca los Nombres Sagrados de Dios y vive la paz. Deja que la paz se expanda sobre el mundo.

Sabe, hijo, que tu Dios y Creador está aquí, en ti y en todo. Invoca Su Nombre para reconocer Su Presencia.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En este ciclo, hijos, todo se transforma día a día. Las necesidades se muestran a cada instante. Solo es necesario saber responder y vivir las necesidades.

Si viven el servicio y dan lo mejor de sí, serán renovados por la Gracia que es hacer de la vida una entrega a Dios.

Cuando sirvan, amen y estén atentos a lo que es necesario a su alrededor, el propio Creador se revelará dentro de ustedes, los suplirá interiormente, les dará nuevas fuerzas y restaurará sus cuerpos y su espíritu.

Reciban Mis bendiciones para este tiempo del planeta. Amen lo que hacen y el propósito de sus vidas. Dejen que sus dificultades se disuelvan en el Amor. Dejen que sus miserias se disuelvan en la gratitud de estar evolucionando en las Manos de Dios y bajo Su amparo.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En la batalla de estos tiempos, reafirmen su fe todos los días a través de la oración y de la madurez espiritual. Fortalezcan la unidad, unos con otros, transformando dentro de ustedes lo que hiere al prójimo y destruye el amor entre las criaturas.

Obsérvense a sí mismos para que puedan ser guardianes del Plan de Dios, en ustedes y en el planeta. La unidad entre los servidores es la mayor fortaleza que, como humanidad, ustedes pueden ofrecer a Dios; es lo que mantendrá abierta la puerta que los conduce al Padre, a Su Presencia, a Su Sabiduría, a Su Gracia.

En la batalla de estos tiempos, vénzanse a sí mismos todos los días para que sepan colocarse a disposición del servicio planetario, superando los límites de la consciencia y recibiendo el sostén de la Gracia Divina que les revelará los potenciales de superación que existen en ustedes.

En la batalla de estos tiempos, la oración será su puerta de regreso al Corazón de Dios, pero la unidad y el amor entre ustedes son los que permitirán que el Padre esté siempre presente, por más que no lo vean o no lo sientan.

Ustedes están, hijos, en un tiempo de batallas, pero no como en las batallas de la Tierra ni tampoco como en las batallas espirituales que la humanidad ya conoce. Están ante algo desconocido que para ser superado, ustedes necesitan encontrar dentro de sí mismos, el amor que triunfará sobre todas las cosas, así como triunfó el Amor de Cristo sobre la Cruz.

El Creador permite que ustedes pasen por las batallas de estos tiempos, como permitió que Su Hijo viviera los padecimientos de la Cruz, porque eso les revelará quiénes son y lo que vinieron a hacer en este mundo. Por eso, perseveren en el amor, busquen la paz y celen por la unidad.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora por las almas que necesitan de liberación.

Ora por los corazones que necesitan de auxilio para desvincularse de la oscuridad y abrazar el camino de la luz, del bien y del Amor de Cristo.

Ora por los que purifican su pasado y que desconocen el lodo que emerge de su interior.

Ora para que tengan el valor de estar delante de sí mismos y aspirar incansablemente a la transformación.

Ora por los que necesitan rendirse ante Dios, y rinde también tu corazón.

Ora por el prójimo, siempre consciente de tus miserias, para que tu oración te conduzca a un espíritu humilde.

Ora por la paz y por la Gracia en los corazones de tus hermanos.

Ora para que alcancen la santidad y se superen en el amor cada día.

Sé un celador para que la Gracia se mantenga en el interior de tu prójimo. Ama ver el crecimiento y la evolución de los demás. Deja que tu oración por el prójimo se convierta en tu mayor servicio.

¿Quién sabe si no habrá otros orando por ti?

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE DÜSSELDORF, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla el Corazón Eucarístico de tu Señor y encuentra en Él el alivio de tu corazón y de tu consciencia.

Contempla, en la Eucaristía, la entrega constante del Hijo de Dios por ti. Sabe que no solo estás delante de un pedazo de pan, sino, hijo, de un sacrificio eterno que perduró más allá de la Cruz y que se renueva todos los días para que tu espíritu tenga siempre una nueva oportunidad de redención y de perdón. 

La Eucaristía es el fruto de la Misericordia de Dios. En ella se guarda Su misterio universal, la llave para la renovación de Su Amor Divino, la llave para la superación constante, para el vacío de sí y para la plenitud en Dios, para que, a pesar de la soledad, del desaliento y de la agonía que vive aquel que carga la cruz de estos tiempos, el Amor siempre hable más alto, el perdón siempre este vivo y la Misericordia se renueve, constantemente, más allá de los errores y de los ultrajes humanos.

Hoy, hijo, contempla delante de ti el Corazón Eucarístico de tu Señor y renueva tu corazón, reconociendo en la Eucaristía el Amor de Dios.

Tu Creador te llama al sacrificio y a la entrega, a la renuncia, al vacío y, muchas veces, a la soledad; pero Él también vive esto por ti todos los días, en cada instante de tu existencia. Esta entrega se consuma en todos los altares consagrados a Dios, en todos los Sagrarios del mundo.

Por eso, cuando sientas el peso de la cruz de estos tiempos sobre tu corazón y sobre tu consciencia, quédate delante de la Eucaristía y agradece a tu Señor la Gracia que te concede de compartir con Él no solo Su Cruz, sino sobre todo, la revelación de Su Amor.

El Amor de Dios se está revelando en lo oculto de tu corazón y por más que a veces solo sientas desconsuelo y vacío, llegará el tiempo en el que el árbol del sacrificio dará sus frutos y ese será el Amor de Dios en ti. Entonces, ya no contemplarás la Eucaristía delante de tus ojos, sino que la encontrarás viva en tu corazón.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora y acoge, con amor, a las Gracias Divinas.

Recibe en tu espíritu y en tu corazón a los Rayos que provienen del Corazón del Creador de todas las cosas. Su Ciencia Divina se manifiesta en el interior de los seres cuando oran de corazón y les revela lo que verdaderamente son, hace que las esencias recobren su brillo y su expresión celestial y les demuestra a los hombres la pureza y el misterio que existe en su interior.

Deja que todo eso, que acontece en el silencio y en lo invisible de la existencia planetaria, se expanda hacia todos los seres, hacia toda la Creación. Deja que fluya de tu corazón hacia el mundo lo que el Padre te entrega cuando oras y haz de tu vida un permanente servicio a la evolución humana.

Sé un servidor en silencio, un servidor de corazón, un servidor que vive el Evangelio en su interior y transforma a la consciencia humana, de adentro hacia afuera, convirtiendo las raíces más profundas de su degeneración.

Tú eres parte de un todo. Eres el producto de una historia que no comenzó en esta Tierra y que no terminará en ella, pero que se define aquí, dentro de cada ser.

Si dos o más vivieran la transformación que el Creador necesita sería suficiente para demostrar a toda la Creación la grandeza del Amor de Dios y renovar la evolución de toda la vida, en este planeta y más allá de él.

Aspira, hijo, a ser quien hace lo mejor. Busca ser quien vive la trascendencia de sí todos los días. Procura vivir, en tu interior, lo que aspiras a que la humanidad manifieste y encuentra, a través de tus aspiraciones más puras, la Voluntad y el Designio de Dios.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ilumina tu consciencia con la Luz de la Sabiduría que los Mensajeros de Dios traen al mundo.

Despierta a los principios de la cristificación, viviendo el servicio y la entrega incondicional todos los días.

Experimenta el don de la humildad y la gracia del silencio ante la Gracia Divina y así, hijo Mío, ve cumplirse en tu interior las promesas de Dios para ti.

Vive la alquimia de la transformación de la consciencia, en la simplicidad de la oración.

Ve cumplirse el Propósito Divino en ti, por la rendición sincera de tu corazón a Dios y descubre qué simple es manifestar la Voluntad Divina.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ZAGREB, CROACIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

No hay sufrimiento que la oración constante no pueda reparar. No hay herida que la oración sincera no pueda curar. No hay corazón endurecido que la oración verdadera no pueda despertar. No hay espíritu distante de Dios que la oración hecha con el corazón no lo haga aproximarse, nuevamente, a su Padre Creador. 

Por eso, les repetimos que oren.

Para curar este mundo, oren.

Para restaurar la espiritualidad humana, oren.

Para reabrir las puertas que los unen a Dios, oren.

Para que reciban la Gracia del perdón y de la redención, oren.

Para rescatar el propósito de su existencia, oren.

Para rescatar el sentido de la vida sobre la Tierra, oren.

Para que sus almas, este planeta y todo el universo reencuentren la paz, oren, hijos, oren con el corazón.

Su Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE CASTEL VOLTURNO, CAMPANIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la paz esté presente en el corazón de todos los servidores de Cristo.

Hoy, hijos, Mi Corazón está acompañando, especialmente, el inicio de la misión humanitaria en Medio Oriente y en África.

Mi amor paterno acoge y ampara al corazón y a la consciencia de cada misionero para que, en este trayecto de llegada al Líbano, pierdan el miedo de servir y de amar, y dejen que sus almas reciban la Gracia de la Presencia del Espíritu de Dios, que les dará a conocer el poder del amor y de la sabiduría para que sepan actuar con humildad y con gratitud, sin importar a qué sean llamados a servir.

Que el corazón de cada misionero sea colmado por la pura aspiración de cumplir con la Voluntad Divina y que en servicio, rescaten conscientemente los valores del amor y de la esperanza que muchas veces se perdieron en el interior de los seres.

Vayan con el corazón abierto, a esas tierras tan antiguas en donde comenzó la historia de la evolución humana y busquen, a través de sus acciones y oraciones, rescatar los códigos de pureza, de paz y de Misericordia que se guardan allí, para que un día florezcan y den lugar al nuevo hombre, a la nueva humanidad que renacerá del sufrimiento transformado en esperanza y de la esperanza transformada en amor.

Todo sucede en los niveles del espíritu cuando los corazones tan solo se disponen a recibir, a multiplicar y a distribuir la Gracia Divina.

Oren, hijos, y vivan la experiencia de ser instrumentos de Dios en este mundo.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PALERMO, SICILIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A pesar del adormecimiento y de la indiferencia de los hombres, si un alma despierta oferta su corazón al Padre, Dios enviará al mundo Su más profundo Amor y Su Misericordia.

Que los corazones se consoliden en la propia entrega, en el vacío de sí y en la renuncia para que, con sus ofertas, el Señor transforme y redima a este mundo.

Oren y nunca pierdan la esperanza. Que la entrega de sus vidas sea, cada día, más sincera y verdadera.

Dejen que la verdad, que emana de sus corazones, sea suficiente para que, cada día más, sean instrumentos de Dios y de Su Gracia.

Que las pruebas y los desafíos de todos los días forjen en ustedes un nuevo hombre, porque ante las dificultades, ustedes deben renovarse en el amor y en el vacío, y renovarse en sus ofertas sin importar la retribución que tengan de este mundo. 

Vivan, cada día, por un propósito espiritual. Que su alegría y su plenitud estén en servir y en amar cada vez más y mejor. Así podrán ser instrumentos para que el Creador instituya un nuevo patrón de vida, en el que lo más importante es vivir bajo Su Gracia y hacer triunfar Su Amor.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PALERMO, SICILIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora y deja que tu oración abra las puertas del Cielo para que el Creador eleve a las almas que se perdieron en los mares de este mundo, cuando buscaban esperanza y consuelo para sus vidas. 

Ora por los que emigran de sus países en busca de paz y de una gracia y que, sin embargo, no encuentran aliento, sino soledad, desesperanza y el sufrimiento de sentirse perdidos en los mares del mundo. 

Clama por Misericordia para que sus almas sean aliviadas. Clama por Misericordia para que las naciones se pacifiquen. Clama por Misericordia para que los corazones conozcan la Piedad y se arrepientan de sus errores y de sus pecados, rediman su pasado y diseñen su futuro con actos de paz.

Ora, hijo, porque no solo las almas agonizan, el planeta agoniza y llora las mismas lágrimas que su Madre Celestial porque ya no soporta el mal que lo oprime por el error y por la indiferencia de los seres. 

Ora porque la Justicia Divina se aproxima al mundo y los que están ciegos ya no tendrán muchas oportunidades de ver la Verdad y la Gracia de Dios. 

Ora para que tu corazón sea colmado de Piedad Divina y, así, tu intercesión ante el Padre se torne cada día más sincera y verdadera.  

Ora porque la Gracia de Dios ya está sobre ti y se debe expandir por este mundo. Deja que la Misericordia del Padre fluya de tu clamor por la paz.

Siente la urgencia. Siente el dolor del mundo. Siente el pesar de Dios y dispone tu corazón para reparar este planeta. 

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras sus oraciones se elevan a los Cielos y tocan el Corazón de Dios, los coros de ángeles y arcángeles proclaman con su alabanza la redención de las almas, del pasado de las naciones, de la historia de los continentes guardada en la consciencia humana. 

El amor con el cual pronuncian sus oraciones al Padre construye el camino hacia los Cielos y las puertas del Reino de Dios se abren no solo para recibir a las almas perdidas, sino para verter sobre el mundo la Gracia y la Misericordia que él tanto necesita. La renovación que proviene de la Gracia de Dios toca a la Tierra y la transforma, tornando sagrado el suelo en el cual caminan los seres.

Cada momento de oración es único y debe ser, para los compañeros de Cristo, lo más importante en sus vidas porque es ahí que una nueva Tierra y un nuevo tiempo comienzan a instituirse en este mundo.

Sigan orando con amor, sigan clamando por la paz.

Sus plegarias están siendo escuchadas en el Cielo por el Corazón Piadoso de Dios.

Su Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Lleven el Relicario de Mi Corazón a donde vayan. Porque como peregrino, silenciosamente, derramaré las Gracias de Dios sobre las almas, irradiando la pureza y la humildad que los corazones necesitan para encontrar al Padre y el camino de retorno a Su Morada Celestial.

El Relicario peregrino de Mi Casto Corazón revelará a los seres su propia pureza y verdad para que, ante él, las almas reconozcan quiénes son y lo que vinieron a hacer a este mundo.

El Relicario peregrino de Mi Casto Corazón será como un espejo para las almas, las que verán reflejado en él su esencia más pura y, poco a poco, descubrirán cómo expresarla y cómo ser lo que están descubriendo de sí mismos.

El Relicario peregrino de Mi Casto Corazón existe con el simple propósito de traer la paz y de revelar a los hombres el camino de retorno hacia el Corazón de Dios.

Cuando fueran sinceros delante de Mi Corazón podrán recibir las mismas Gracias que Yo recibí para encontrar a Dios y unirme a Él.

Mi Corazón no es el Camino, la Verdad y la Vida; pero sí es aquel que supo rendirse a Dios para recorrer ese Camino, para conocer esa Verdad y tornarse plenos de la verdadera Vida, que es la Vida en Dios.

Que la paz, que de él proviene, les revele sus orígenes y los inspire para que sepan retornar en espíritu al Corazón de Dios, aun estando con los pies en la Tierra.

Que sus almas conozcan el camino hacia el Corazón del Padre.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA A LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Por donde vayas, lleva contigo el Amor y la Gracia de Dios para que aquellos que se encuentren contigo sientan el auxilio y la Gracia que proviene del Corazón del Padre, sientan que es el propio Dios quien los acoge a través de Sus instrumentos.

Deja que tu mirada sea pura y transmita Misericordia, que tus acciones sean puras y transmitan las bendiciones que recibiste de Dios.

Hijo, este mundo necesita de pacificadores que puedan ser, en sí mismos, instrumentos de esa paz para todos los seres. Tu vida se debe convertir en una oración y en un servicio permanentes, porque hoy ya no será el verbo el que transformará a las almas, sino los ejemplos que, los que, a pesar de ser silenciosos, hablarán alto en este mundo tan necesitado de Dios.

Por eso, ve y en tu peregrinar sé consciente de tu misión no solo cuando oras, sino cuando vives.

Todos los seres de esta Tierra tienen una misión que cumplir y muchos de los que encuentras en tu camino necesitan despertar. Hoy te digo que un acto misericordioso podrá cambiar tanto la vida de un hermano tuyo como mil oraciones realizadas con el corazón.

Hoy esta es Mi petición para ti: que lleves la paz por donde vayas, que seas la paz para el mundo.

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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