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Sientan en sus corazones Mi Presencia. Después de haber anunciado Mi Paz al mundo, deseo proclamar esta Paz en cada una de sus esencias.
Hijos Míos, en esta noche Mi Corazón derrama Gracias y bendiciones al mundo, porque muchos hijos Míos respondieron a Mi llamado. Grande es la alegría del Señor, en el Reino de los Cielos, por este encuentro de sus almas con Mi Inmaculado Corazón.
Ustedes son esencias preciosas ante los Ojos del Creador. Hace mucho tiempo, el Señor aguarda a que puedan estar delante de los portales celestiales, para que el Origen Divino los impulse una vez más, para que reciban en este tiempo la Misericordia y la Redención de Mi Hijo y la reconciliación con Dios Padre por medio de la Presencia de Su Sierva.
Hoy, extiendo Mis Brazos a sus almas, para que depositen en Mis Manos sus súplicas. Escucho cada uno de sus corazones.
En este momento único en sus vidas, díganme qué es lo que más necesitan. Quiero escuchar el clamor de sus corazones y responder a sus pedidos, siempre y cuando sean la Voluntad de Dios. Elévenme sus súplicas en sus corazones, Yo los escucho.
A los que piden Gracias para sus familias, Yo se las concederé; porque en este tiempo, hijos Míos, es Voluntad del Señor que todas las familias del mundo puedan vivir el perdón y la reconciliación para expresar, en un tiempo futuro, el arquetipo de la Sagrada Familia. A través de las Gracias que derramaré en sus vidas, poco a poco podrán convertirlas y sentirán, en cada día, que Mi Corazón se hace aún más presente, disolviendo las dificultades, amparando sus corazones y los corazones de todos los que están a su alrededor.
A aquellos que claman por cura, Yo también se la concederé, porque es Voluntad de Dios que sus espíritus sean curados y que sus almas alcancen la redención en este tiempo para que, antes del tiempo de la Justicia, sean testigos vivos del poder de la actuación de la Misericordia Divina.
A los que claman por paz, Yo se la concederé, porque quiero estar al lado de cada uno de Mis hijos, trayéndoles paz en cada instante de sus vidas. Pero a cada una de esas Gracias, hijos Míos, le deberán abrir las puertas por medio de la fe absoluta en Mi Corazón.
Mi Voz, en esta noche, resuena no solo en este lugar, sino también en cada espacio de este mundo. Escucho no solamente sus súplicas, sino las súplicas de todos Mis hijos que, a lo largo de este mundo, Me abren las puertas de sus corazones.
Quiero que, reunidos alrededor de este Portal de Paz que hoy abro para conducir sus almas al Universo, oren Conmigo por todos los que están en el mundo y no reconocen la Presencia de Dios, pero que solo ultrajan Su Sacratísimo Corazón por sus acciones y pensamientos, por sus sentimientos, por sus palabras.
Cada una de sus almas, hijos Míos, representa para Dios una oportunidad de redención de toda la humanidad. Sus vidas representan para el Creador una oportunidad de manifestar Su Sagrado Plan; pero, para que eso ocurra y para que esta aspiración divina sea una realidad, necesitan entregar sus vidas a Dios. Esto no es difícil.
Solo les pido una vida de oración, de reconciliación. Les pido que perdonen el pasado, que perdonen los errores cometidos, propios y de los demás, para que en este tiempo puedan renacer ante Mi Presencia y ser los nuevos apóstoles del Señor. No les pido, hijos Míos, grandes obras de caridad, sino pequeños actos de amor con los que tienen al lado, con los Reinos da Naturaleza que son tan ultrajados y olvidados por esta humanidad. Les pido que sean simples de corazón para que, de esta forma, puedan encontrar la Presencia de Mi Hijo en el interior de cada criatura.
En esta noche, les digo que no les costará mucho llegar a Mi Inmaculado Corazón y vivir el Plan de Dios para este planeta. Solo sigan el ejemplo de Mi Hijo, que amó a cada criatura como a Sí mismo y a Dios Padre por encima de todas las cosas.
En esta noche, les pido que sean el ejemplo vivo del poder de la transformación de Dios, que permitan que Él actúe en sus vidas, convierta sus acciones y lo profundo de sus seres para que, de esta forma, muchos más puedan servirse de sus ejemplos.
En esta noche, les hablo a los simples de corazón, que comprenden la grandeza de Mi Presencia. Y esta comprensión no la alcanzan con la mente, sino con el corazón, que sabe que esta Presencia es real y divina y viene para transformar este mundo definitivamente.
Ahora, Mis queridos, en este lugar sagrado, quiero abrir las puertas del Cielo y que estén permanentemente abiertas para que, en este lugar, los Reinos encuentren una oportunidad de redención y de restauración de sus esencias. Por eso, les pediré que oren Conmigo, para interceder por los Reinos de la Naturaleza. Y, mientras así lo hacen, intercederé no solamente por los Reinos, sino por cada una de sus almas.
Madre del Cielo, Madre Tierra,
intercede por nosotros y por los Reinos.
Amén.
(Se repite14 veces)
Que, por medio de la simplicidad de sus corazones, Mi Paz se establezca en este lugar; y que, no solo las criaturas humanas de este mundo, sino también la consciencia de todos los Reinos de la Naturaleza, encuentren aquí un lugar de paz, de reconciliación con Dios, de restauración y de perdón; porque de esta forma, hijos Míos, este mundo será aliviado.
Quiero que, ante Mi Presencia, aprendan el poder de la oración para que, a partir de hoy, no oren solo por ustedes mismos, sino también por el mundo entero y por todos los Reinos de la Naturaleza.
Ahora, les pido que se acerquen a Mis hijos, los que se dispusieron a responder a Mi llamado y a consagrarse más profundamente a Mi Corazón Inmaculado.
Ser un Hijo de María no es un mérito que reciben. Vestir esta parte de Mi Manto es un compromiso que sus almas asumen Conmigo por la redención de este mundo.
Yo los llamé para que, en un tiempo futuro, puedan ser el testimonio vivo de que Yo estuve en la humanidad, de que regresé para estar entre Mis hijos para traerles la redención, para anunciarles el Retorno de Mi Hijo Jesús y para que puedan reconocerlo en el momento en que Sus Pies toquen la Tierra.
Cada día que pasa, aspiro a consagrar más Hijos de María; pero para eso, hijos Míos, necesito que sus almas se dispongan a vivir la transformación, se dispongan a vivir el amor y no solo a usar esta camiseta que Yo les entrego, porque ella es solo un símbolo que marca el primer paso de todo lo que deberán vivir de aquí en adelante.
Aquellos que aceptan ser Hijos de María, deben aceptar también vivir la transformación, superar los límites de la vida y de la propia consciencia para que, poco a poco, esta consagración se expanda por cada espacio de sus seres y para que, a través de ustedes, hijos Míos, la humanidad pueda consagrarse a Mi Corazón.
Ahora, les pido a todos que abran sus corazones, sus almas y sus espíritus para que puedan ser liberados de todo el mal, para que este perdón divino que traigo de los Cielos pueda impregnar sus consciencias y transformar a cada uno en un futuro apóstol de Mi Hijo.
Yo les agradezco por responder a Mi llamado, por confiar en Mi Presencia y por vivir la oración en cada instante de sus vidas. A esto aspiro de los que estén ante Mi Corazón.
Que sigan en paz, bajo la bendición del Padre y del Espíritu Santo.
Les dejo Mi Amor y Mi protección, eternamente.
Canción: Consagración.
Yo aún estoy presente y observo si realmente Me cantan con el corazón. No se olviden de que Yo los escucho siempre, aun cuando se escondan de todos. Yo siempre estaré presente, hijos Míos, por eso no pierdan un instante para orar con el corazón, con el alma. Yo siempre los acompañaré.
Ahora, cántenme otra vez, desde lo profundo de sus corazones. Elevaré al Cielo la devoción de las almas del mundo y se la entregaré a Dios para generar méritos por la redención de todos los que no Me escuchan y no Me cantan.
Querida alma Mía:
Yo Soy el Ave Luminosa dentro de tu corazón.
Yo Soy el Ave que vuela junto contigo cuando te elevas para ingresar en el Corazón de Dios.
Yo Soy la Madre que mece tu ser para darle paz, alivio, sosiego, cuando tu corazón está afligido, contrariado y cansado de tanto llorar y padecer.
Yo Soy el refugio para tu alma guerrera, tu alma persistente y fiel.
Yo Soy para ti la Luz que le das al mundo, la fortaleza de las grandes montañas que vive en tu consciencia y da fortaleza a otros hermanos.
Yo Soy el pan, el alimento maternal que te nutre y que luego alimenta a otros hijos.
Yo Soy ese espacio de total paz que guía tus pasos y el de los demás.
Yo Soy en ti y tú eres en Mí; madre, María, guía, consejera y guardiana de la paz y del camino del apóstol de Cristo.
Allí donde estás con el ojo de tu corazón, es Mi ojo el que observa y mira, que custodia la salvación de los Hijos de Dios.
Yo Soy en ti el espejo del cosmos, la Luz Redentora del Rey del Universo, que refleja el Corazón de Dios para los hombres.
Yo Soy el Corazón Inmaculado que late dentro de ti y que da cobijo al que tiene frío, alimenta al que siente sed de Dios y cura al que tiene enfermas el alma y la carne.
Yo Soy en ti la guardiana de la evolución, la que reina en tu corazón y te mantiene unida al Corazón de Cristo Jesús.
Yo Soy en ti el esplendor del universo, la fiel y eterna sierva del Padre, aquella que seguirá hasta el final para la Gloria de Dios.
Yo Soy en ti y tú eres en Mí, amada criatura de Dios.
Todo esto y mucho más Yo puedo ser en cada uno de ustedes, hijos Míos, que hoy en Mi presencia están.
Solo permitan que Mi Corazón viva en vuestros corazones; solo permitan que Mi verbo de amor hable a través de ustedes, para llevar paz y luz a este mundo que agoniza sin encontrar el camino a la redención.
Estoy aquí junto a ustedes; les extiendo Mis manos porque ya no hay mucho tiempo. Los estoy llamando por última vez, los estoy llamando hacia Mí para que abracen la salvación.
Y a aquellos que un día Me prometieron fidelidad y hoy caminan sus propios caminos, Yo les digo: arrepiéntanse, antes de que un ángel que no sirve a la luz pase cerca de sus seres y se lleve sus almas para siempre.
Graben en sus consciencias Mis palabras, reciban el amor que les traigo, que es el Amor de Mi Hijo, el Amor de Dios. Sírvanse de este Amor que les ofrezco para curar todas vuestras heridas, para colmar vuestros corazones de paz y para proteger vuestro caminar.
Yo les ofrezco Mi resguardo para vuestras familias, para que la reconciliación y la alegría reinen en vuestros hogares.
¿Qué más necesitan, Mis amados hijos?
Yo los amo, Yo los guardo en Mi Materno Corazón y los protejo de todo mal.
Hoy y siempre los bendigo y los cubro con Mi manto de paz.
Gracias por escuchar Mi voz en vuestros corazones y estar hoy Conmigo.
Vuestra Madre María, Luz y Amor para este mundo
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Reverenciemos al Rey que está naciendo en el mundo que sufre, y eleven al Cielo sus súplicas, Dios los está escuchando. En cada parte del mundo, los ángeles están atentos para elevar al Cielo las plegarias de los hijos de Dios.
Escuchen con atención lo que les digo.
Yo soy Bienaventurada entre todas las mujeres y ustedes son misericordiosos ante los Ojos de Dios. Agradezcan, en este tiempo final, el encuentro Conmigo; pues Mi llamado está pasando por toda América, con la misión de que los corazones se consagren a Dios.
Liberen sus culpas y deudas, alcancen la cura y la redención, y vivan el Propósito de Dios.
Bienaventurados los que están Conmigo en esta noche, recordando este misterio del Nacimiento de Jesús. Hoy, traigo en Mis brazos al Niño Rey, que trae bendiciones para el mundo y para todas las familias de la Tierra, reconsagrándolas a los Sagrados Corazones, viviendo el misterio infinito del Amor en este ciclo que llegará.
Yo los preparo, de corazón y de alma, para el advenimiento de Cristo, el Redentor. Preparen sus moradas, hijos Míos, la Sierva fiel viene a su encuentro para ayudarlos, esperando una respuesta inmediata de la humanidad.
Hoy, las penumbras circundan la Tierra, pero Yo Soy el Sol radiante que todo transmuta. En este momento, las almas están siendo liberadas y los corazones, que creen en el Rey Universal, serán glorificados por Dios en los tiempos que vendrán.
Alégrense aquellos que escuchan Mi llamado y por todos los que celebran junto Conmigo el misterio infinito de la Sagrada Familia, porque los Códigos del Cielo están siendo derramados sobre la humanidad que está abierta para escuchar Mi Mensaje.
Por eso, hoy Me arrodillo, delante de ustedes, para reverenciar el Nacimiento de Cristo, Mi Hijo, en sus seres. Preparen sus corazones para este momento. Los coros celestiales están alabando al universo y todas las Jerarquías divinas de la Luz se congregan en el Amor al Propósito Mayor.
Abran las puertas de sus esencias para que el Rey pueda habitar en ustedes. Destituyan de sus vidas el pasado. Renuévense a través de la esperanza de Mi Corazón materno.
Yo vengo a preparar a los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que caminarán silenciosamente para servir a Dios. Por eso, Cristo debe renacer en ustedes en esta noche. Abran sus ojos al horizonte que se aproxima. La Misericordia de Dios está siendo derramada sobre el mundo. Dichosos todos aquellos que creen en Mi Palabra, porque encarnarán el Espíritu de Dios para el nuevo tiempo. No reconocerán sus vidas, porque serán transformadas por los Dones de Dios, los mismos Dones que Yo encarné en el Nacimiento de Cristo.
Por eso, hoy les traigo, Mis hijos amados, la Buena Nueva de la llegada del Mesías, el Profeta entre los profetas, el Maestro entre los maestros, el gran Salvador universal para el planeta.
Eleven en sus oraciones a los Reinos Menores, en ellos debe nacer el espíritu crístico salvador. Bienaventurados aquellos que cuidan de la Creación del Padre, porque en el futuro serán llamados dignos hijos de Dios.
Abran sus corazones, Mis amados hijos, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, en esta sagrada Nochebuena, Yo les traigo el Espíritu crístico de Mi Hijo para que pueda encarnar en ustedes y, a partir del nuevo año que comenzará, sus vidas estén renovadas por el Propósito de Dios.
Que escuchen los cuatro puntos del planeta; la Mensajera de Dios, la Purísima Virgen entre las vírgenes, está anunciando Su última Palabra al mundo.
Hoy, Mi Espíritu se regocija por todos aquellos que celebran Conmigo la humildad y la venida de Cristo. Alégrense los corazones que han sufrido, sus nudos internos están siendo desatados, sus faltas están siendo perdonadas, porque Cristo viene a auxiliarlos y a redimirlos. Levántense aquellos que han caído en este mundo. Conságrense los corazones que aún no se han consagrado. El advenimiento del Redentor se aproxima y ustedes deben estar preparados para recibirlo. Dichosos aquellos que consagran sus familias a la Sagrada Familia de Nazaret. Aquellos, que se abran de corazón y de espíritu, podrán recibir los mismos principios de la Familia Sagrada y serán la nueva generación redimida, la Nueva Humanidad que dará principio a lo nuevo.
Por eso, hijos Míos, reciban Mis Palabras con gozo y plenitud. Que canten todos los seres de la Tierra. Que los coros celestiales pronuncien la Gracia de Dios. Yo he venido en su auxilio, en nombre de esta humanidad.
Yo los bendigo.
Canción: “Ave María”.
Cuando cantan con amor, Mi Alma se llena de gozo por los valientes, porque veo en este mundo a los nuevos rebaños que se redimen y que buscan la Luz de Cristo entre las sombras. Esos son Mis queridos hijos, los que encomiendo a Dios todos los días.
Sus almas muchas veces han estado en Mis brazos, de la misma forma como Jesús lo estuvo al comienzo. Yo les abro Mi Corazón maternal para que reciban Mi Gracia Suprema. En esta Nochebuena, Yo consagro a todas las familias y los invito a animarse, a seguir Mis pasos de Luz y de Paz, a través de la Sagrada Peregrinación que Yo realizo por el mundo junto a ustedes.
Invito a todos los buenos corazones a que Me ayuden a cumplir Mis pedidos; pues el mundo necesita, en todas partes, la Misericordia de Dios. Aún aguardaré, queridos hijos, llegar a África y a otras partes del mundo que también Me necesitan.
Mi Gran Consciencia Universal observa desde el universo a la humanidad. Yo quiero llegar, hijos Míos, a todo el mundo a través de sus esencias y corazones, porque así ustedes serán el fiel testimonio de la conversión, de la redención del fin del tiempo; y así, ayudarán a que otros corazones se animen a seguirme, en este llamado final que hoy pronuncio.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Les advierto, antes de que Mi Hijo llegue al mundo, que por última vez las puertas de la liberación se abrirán en este planeta, para que todas las almas que habitan en él puedan recibir una oportunidad grandiosa de liberarse definitivamente de todas las raíces del mal que las aprisionan a este mundo y no les permiten evolucionar y retornar a los Brazos de Dios.
Hijos Míos, para cerrar este encuentro de Mi Corazón con sus corazones, quiero decirles que reflexionen profundamente sobre esta noche y sobre la noche que vendrá, porque en estos tiempos finales generaron méritos para que, en estos dos días, sus almas recibieran una Gracia incomprensible para la mente de la humanidad.
A través de los ojos del corazón, vean la Presencia de Dios a través de Su Sierva y de Sus Ángeles.
El Señor le envía al mundo esta molécula crística que, por última vez, ingresará en las esencias de los seres humanos, en aquellos que deben despertar en este tiempo y que puedan cumplir su misión cuando llegue el momento de ver a Mi Hijo retornando sobre las nubes, porque Él aguardará de todos ustedes los frutos de las semillas depositadas a lo largo de los años.
Escuchen con atención Mi Voz y, sobre todo, abran sus corazones en esta noche única para la humanidad.
Yo les pido, Hijos Míos, que no vivan este momento como un momento común de sus vidas, sino que canten y glorifiquen al Señor y permitan que Él ingrese definitivamente en sus esencias y que, a partir del sí verdadero de sus corazones, aquellos de Mis hijos de la humanidad que todavía duermen en este mundo puedan ser despertados por Mis Ángeles y por todos los Bienaventurados que circulan en el planeta en esta noche.
¡Que se abran las puertas de la liberación al mundo! ¡Que las raíces del mal sean elevadas a los Cielos para que la humanidad viva la redención y la paz en los tiempos que vendrán!
Fortalézcanse ante Mi Presencia, fortalezcan la fe en sus corazones para superar las pruebas que llegarán al mundo y para ayudar a aquellos que no pudieron despertar.
Yo los aguardo, hijos Míos, en profunda oración.
Hoy, conduzco a sus almas a Mi Reino y, a través de Mis vehículos de Luz, elevo cada uno de sus seres para que, por un instante, reciban los códigos del Origen Esencial.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mi Espíritu Maternal se eleva sobre el mundo; y Dios Me ha permitido, a través de la Gracia, que Mi Corazón estuviera presente en sus hogares y familias, comulgando de este Nacimiento de Cristo, el Redentor.
Por eso, con alegría maternal, sonrían como sonríe Mi rostro de Luz. Que su rostro refleje alegría y amor, porque así la tristeza se disipará y la esperanza los resucitará en espíritu.
Invito a todos los presentes, queridos hijos, a que se aproximen a este sagrado Pesebre de Luz, para que sea bendecido en nombre de la humanidad. Cantemos con alegría y glorifiquemos al Redentor. El Niño Rey está naciendo una vez más en el mundo. Dichosos aquellos que abren sus corazones, porque Cristo entrará dos veces y les hará sentir el Amor de Dios.
Canción: "Noche de Paz".
Con la bendición con la que Jesús nació, Yo bendigo a estos niños en nombre de todos los niños de la humanidad, y también bendigo la Nueva Tierra que es el advenimiento del nuevo Niño Rey, aquel que nacerá en el espíritu de los simples y prevalecerá, a través de los tiempos, en la sonrisa de los más jóvenes y humildes.
Yo los bendigo, queridos hijos, con la misma pureza que Dios Me concedió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por responder a Mi llamado. Sigan cantando mientras Mi Espíritu se eleva. Que suenen todas las campanas, Cristo está naciendo en la humanidad.
Canción: "Noche de Paz".
Madre María Shimani de Montserrat:
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi Corazón Inmaculado viene a este mundo con el propósito de conquistar sus vidas. Yo los reúno, un día más, para glorificar el Corazón de Dios. Las puertas del cielo se abren, en esta ciudad, para derramar Su Misericordia, y todos están congregados a través de Mi Inmaculado Corazón.
Día y noche, visito sus hogares y todos los rincones de esta ciudad, que tanto necesitan de Mi Luz Maternal, para escuchar sus súplicas.
Por eso, queridos hijos, Yo les pido que sus hogares sean templos de oración y de paz; de esa forma se prepararán, queridos hijos, para la Venida Gloriosa de Cristo.
Que entre sus corazones exista armonía y equilibrio, que ya no haya desunión ni separación.
Que sus familias sean sagradas familias, así Me ayudarán, queridos hijos, a que la Ley de Dios sea leve en este mundo y en todos los puntos de la Tierra.
Yo los invito a crear grupos de oración, cuya misión sea alcanzar Mi Verbo Divino, así estarán unidos al gran Pensamiento de Dios y construirán bases nuevas en sus vidas.
Yo los quiero unir a Mí a través del Santo Rosario, a través de la Comunión y de la Confesión con Mi Hijo.
El enemigo ha logrado distraerlos de los Sagrados Sacramentos que los unen a los Cielos y al Universo. Recuerden vivir los simples Mandamientos de Moisés. Abrirán las puertas de la salvación para sus vidas cuando, en el día a día, a través de sus familias ustedes cumplan con las Leyes de Dios.
Todo se reconstruirá, todo volverá a estar en paz, y en sus corazones no faltará el amor. Yo vengo como la Reina de la Paz, buscando la paz en sus vidas.
Que sus vidas siembren la paz por donde vayan.
Que sus labios proclamen la grandeza de Dios, así sus vidas estarán transformadas por la fuerza de Mi Espíritu mariano, por la grandeza y la Misericordia de Jesús y principalmente por la Compasión de Dios.
Que sus caminos se enderecen, sigan adelante, sigan a través de Mí, no pierdan de vista Mi llamado.
Mis ojos contemplan sus corazones, Mi Manto los protege y los guarda cuando de verdad siguen Mis pasos, pasos que siguen hacia Jesús y que los llevarán a una meta mayor.
Queridos hijos, es hora de formar soldados de la oración, es momento de que existan ejércitos orantes en este mundo.
La luz es más poderosa que el mal. El amor vence siempre, les trae esperanza y paz; por eso, anímense a dar este gran salto en la evolución.
Que sus vidas sean perpetua oración.
Que sus espíritus estén en perpetua comunión, y que no pierdan de vista el camino que Yo les indico.
Queridos hijos, Mi Corazón debe seguir asistiendo a la humanidad, Él debe seguir entregando antorchas de Luz a todos los corazones de la Tierra para que, en este tiempo de transición y de caos, la esencia de la paz no se pierda en el mundo.
Cuanto más oren Conmigo, todos los días, más aprenderán a crecer a través del amor y sentirán lo verdadero en sus corazones; no existirá ningún mal ni ninguna perturbación, porque sus esencias, que provienen de la Fuente de Dios, de la Creación Mayor, estarán firmes y valientes para seguir adelante caminando en Cristo y por Cristo, despertando los nuevos apóstoles en todos.
Yo les traigo un llamado simple, pero urgente.
Mi Voz sigue reverberando en este universo local, todos los Ángeles y Arcángeles escuchan este llamado, toda la Creación trabaja por la salvación de este mundo.
Queridos hijos Míos, ¿han percibido que vengo a evitar muchas cosas?
Observen en sus vidas: ¿cuánto tiempo le dedican a Dios?, ¿cuánto buscan dentro de ustedes el rico universo interior, que vive siempre en ustedes y que debe estar al servicio de Dios, por medio de la caridad y de la donación, por el bien de este mundo y de las almas?
Yo Soy la gran Estrella Guía de este universo, Soy el segundo Sol de este universo que viene a iluminar su vida espiritual, a reconstruir sus corazones y esencias. Yo vengo principalmente a entregarles la reconciliación con Dios.
De esa forma, Mis pequeños, sus vidas se curarán y no será necesario sufrir más; para eso, deben orar con el corazón, estar unidos a Mi Esencia Maternal.
¡Cuánto deseo tenerlos en Mis brazos todo el tiempo! Mi Hijo Me ha permitido esa Gracia especial de abrazarlos y acogerlos, de transmitirles el calor de Mi Corazón Inmaculado para que sientan confianza y fe.
Queridos hijos, los llamo en este tiempo porque es un ciclo definitivo para todos; ya no pueden seguir haciendo lo que siempre hacen, algo debe cambiar en sus vidas espirituales.
Mi Hijo Me ha concedido llegar hasta Betim para poder proclamar el despertar de todos.
El tiempo indica un cambio profundo. Por eso, queridos hijos, busquen el silencio a través de la oración, sepárense de los ruidos de este mundo, busquen en la naturaleza la Creación del Padre, así estarán unidos al universo y podrán conocer la Voluntad de Dios; porque Yo les aseguro, queridos hijos, que en este tiempo final cada uno tiene su misión.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, les agradezco profundamente por vencer la inercia del mundo, por vencer el miedo de encontrarse con lo Divino y venir a Mi encuentro.
Queridos hijos, sé cuán difícil encuentran que el Reino de Dios se manifieste en sus vidas porque viven en un tiempo de caos, en el que las modernidades tomaron cuenta de las mentes y los corazones de los hombres. Pero hoy les pido, hijos Míos, que encuentren en Mi Presencia una fuente de esperanza, porque es esto lo que les traigo en este tiempo. A través de Mi Presencia en el mundo, traigo una oportunidad única para que todas las almas que viven en la Tierra puedan cumplir con la misión que les corresponde y puedan retornar al Origen Celestial con esta divina misión cumplida.
Por eso, hijos Míos, aunque consideren difícil tornar vivas Mis Palabras, en el simple día a día de sus conciencias, les pido a los que me escuchan con el corazón que disuelvan las imposibilidades, porque, delante de este portal que se abre al Reino de Dios, nada es imposible.
Solo necesito que sus vidas tengan el ímpetu de vivir en oración, que tengan el coraje, cada día, de enfrentar las fuerzas mundanas que viven en cada una de sus esencias y que no permiten, Mis queridos, que la Luz del Reino Mayor se pueda manifestar en sus seres. A aquellos que Me dijeran sí, un Rayo del Corazón Celestial diseñará sus vidas y los liberará de todo el mal para que puedan en este tiempo, hijos Míos, vivir las Palabras que les traigo al mundo.
Hoy, les pido que reciban el manantial de esperanza y de la divina piedad que traigo al mundo. Les anuncio que este es aún un tiempo de Misericordia y que aun cuando llegue el tiempo definitivo de la Justicia, a aquellos que clamen con el corazón, les será posible revertir el mal de sus vidas y, a través de la Misericordia de Mi Hijo, atraer la Luz Divina a este mundo.
Mis queridos, hoy los invito a lo que les parece imposible, para que puedan, en este tiempo, ver el mundo desde otro punto de vista.
Ya no se queden, hijos Míos, en las pequeñas cosas de sus vidas, porque, si hoy están aquí, es porque el Señor los convocó a cada una de sus almas a que manifiesten un Propósito Mayor. Deben descubrir, en este tiempo, que la Verdad de Dios desciende al mundo para transformarlo por completo, preparando así la Segunda Venida de Mi Hijo y su Retorno Glorioso para redimir definitivamente a todas las almas de esta Tierra, las que están en vida y las que ya no viven, pero que siguen en la ilusión que este mundo un día les ofreció.
Mis amados, si aceptan responder a Mi llamado, los invito a formar parte de este, Mi ejército de paz, para que la paz pueda llegar a todos los espacios de este mundo, porque en este tiempo el Verbo que les traigo cruza todas las fronteras, disuelve los obstáculos y llega hasta las almas más olvidadas para que reciban una oportunidad de redención.
Mis amados, aspiro en esta noche a que la Luz del Reino Celestial toque cada una de sus esencias y transforme para siempre sus vidas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Por eso, el camino de la persistencia les permitirá alcanzar ese propósito Mío.
Yo les hablo con Amor y en nombre del Amor. Yo les traigo la Gracia de la serenidad y de la esperanza.
Hoy, llevo al Cielo sus súplicas e intenciones, sigan rezando para que ellas se puedan cumplir. Todo tiene su tiempo en el universo de la Voluntad.
En esta noche de Gracias, en la que veo sus corazones encendidos, colmados con el Espíritu de Dios Padre, Yo consagro estas flores y estas imágenes especialmente para ustedes, Mis pequeños hijos; para que a través de este símbolo, a través de las flores, recuerden que sus corazones son una belleza perfecta para Dios, y más aún lo es cada una de sus vidas.
Gracias, Mis pequeños, por responder a Mi llamado.
El Universo los bendice y Mi Corazón les agradece, vayan en paz, en total confianza y fe, recuerden a Cristo en sus vidas.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Esta noche, Nuestra Señora se acercó a nosotros, se mostró como la Reina de la Paz, y nos mencionó la importancia que tiene para el Plan de Dios sobre la Tierra, que sus hijos la escuchen con el corazón y no con la mente.
También Ella nos mencionó la importancia de Sus próximos pasos en la peregrinación. Ella nos recordó que los Estados Unidos, su próximo lugar de peregrinación, es la nación número uno para que Ella pueda llevar la conversión. Y que Ella espera que todos sus hijos del mundo, sin distinción de nacionalidad, comprendan la importancia de que Ella pueda conversar con Sus hijos de los Estados Unidos.
Ella nos dijo que las almas que viven en esa nación necesitan mucho de Su Amor, necesitan mucho de conversión y necesitan conocerla más profundamente porque Ella irá a esa nación como la Madre del Mundo y espera realizar una gran tarea con todos los habitantes de los Estados Unidos.
Ella mencionó especialmente a la nación originaria, la de los indígenas de ese país.
Ustedes saben que, a lo largo de todos estos años de peregrinación, Nuestra Señora como la Madre de Guadalupe, María de Guadalupe, ha hecho una gran tarea con los pueblos originarios, pueblos que han sufrido mucho en estos últimos siglos. Ella les lleva alivio a esas almas que hoy todavía están en la superficie de la Tierra y a aquellos que aún no han podido trascenderse hacia la luz y que están en otros planos de consciencia.
Por eso, Ella nos pide que estemos bien atentos a esa peregrinación porque será un gran triunfo de la Luz y de Su Inmaculado Corazón, y convoca a todos sus hijos del mundo para que puedan ayudarla a llegar a los Estados Unidos.
Todas las informaciones sobre esa gran peregrinación están en la página web.
Y después de los Estados Unidos, Ella, como les dijimos hoy, quiere ir a África a finalizar una tarea.
Así es que todos estamos muy empeñados en poder llevar la Luz de Dios a todos esos lugares; de la misma forma como hoy recibimos el Amor y la Cura espiritual de Nuestra Señora.
Nuestra Señora bendijo las flores que hay aquí, en el altar, para que ustedes las puedan llevar a sus casas, como si llevaran un pedacito del Corazón de Nuestra Señora.
Por eso, les vamos a pedir a los Hijos de María, que están vestidos con camiseta celeste, que mientras cantamos, ellos suban hasta aquí y luego desciendan para repartir las flores a todos ustedes.
Y, a todos ustedes, les agradecemos de todo corazón por haber estado con nosotros esta noche; y si quieren que María retorne a este lugar pídanselo con el corazón y dentro de un tiempo Ella volverá a estar aquí.
Canción: “María de Nazaret”.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Queridos hijos Míos:
Mi Corazón se llena de Gozo y Mi Espíritu se regocija cuando las almas responden a Mi llamado.
Con este fin, hoy deseo consagrar a todos los hogares del mundo a Mi Inmaculado Corazón; para eso vengo a pedirles que una imagen de la Reina de la Paz sea colocada en la entrada de cada casa, con el fin de proteger y amparar a todas las familias. Si así lo hacen, le estarán diciendo al enemigo que vuestras moradas pertenecen a Dios y que nada que no fuese semejante al amor del Padre podrá reinar allí.
Queridos hijos, no saben cuánto anhelo tenerlos cerca de Mi Corazón y escuchar vuestras oraciones. Por vuestra amorosa respuesta, Dios me ha permitido seguir guiándolos, como así lo hacen muchas madres en el mundo.
Para eso Yo deseo, queridos hijos, que todas las madres que ya tuvieron hijos, al igual que Yo tuve a Jesús, se consagren al Espíritu de Mi Maternidad. Así en vuestros hogares reinará la paz y la unidad en los tiempos que vendrán.
Hijos Míos, no saben cuánta destrucción y desespero existe en el seno de las familias. El enemigo y sus modernidades han conseguido sustituir la Palabra de Vida, la Biblia, por Internet, la oración por la palabra desenfrenada, el ayuno por la gula incesante y, principalmente, el amor verdadero del corazón fue cambiado por la mentira y la falsedad.
Para evitar la ley de Dios sobre muchos de Mis hijos, Yo vengo para pedir que todas las mamás miren hacia Mi Corazón y puedan sentir Mi ejemplo de paz y de humildad.
Ustedes Mis queridos, ni se imaginan cuánta maldad infunde el enemigo sobre las familias, hasta el punto de alcanzar la destrucción y la desunión entre los seres. Pero Mi espada de luz desciende desde el Cielo para cortar todo el mal y para establecer el Amor de Dios, que es Ley y es Vida.
Mientras los Centros Marianos en el mundo, los cuales Yo he fundado de tiempo en tiempo, son islas de salvación, Yo les pido que sean una verdadera familia espiritual; familia que busque todo el tiempo vivir los mandamientos de Dios y una vida de amor y de oración, de esa forma aliviarán Mi Corazón Inmaculado.
Pero recuerden hijos Míos, que la adoración al Santísimo Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, establecerá, sobre el reino de la Tierra, una oportunidad de poder recibir una Gracia Mayor.
Cuando decidan colocar la sagrada imagen de la Reina de la Paz en la puerta de sus casas, Yo les prometo:
Para que las promesas de la Reina de la Paz se cumplan, Yo les pido amorosamente a todas las mamás del mundo que Me reciten la siguiente oración, para alcanzar Mi Espíritu Maternal.
Oración para alcanzar el Espíritu Maternal de María
Sagrada Virgen María,
que gestaste en Tu Vientre el Amor de Dios
y que de Tu Vientre nació la Vida Suprema
que fue donada a nosotros en Misericordia y Redención.
¡Oh Sagrada Madre!
Reina entre todas las madres de la Tierra,
permite que vivamos Tu Maternidad
para que en los días que vendrán
reconozcamos el rostro de Tu Amado Hijo Jesús,
en todos los rostros de nuestros hijos.
Amén
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice, los adora y los ama,
María, Reina de la Paz y de todas las mamás del mundo
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo Soy la Señora del Cielo y ustedes son las rosas que brotan de Mi Corazón. Mi promesa ante la humanidad es la salvación; por eso, recorro amorosamente todas las ciudades del mundo.
Con alegría y bienaventuranza, Europa se prepara para recibirme, porque el fuego sagrado de Fátima resurgirá y junto a Medjugorje se expandirá por todo el continente.
De la misma forma, Yo lo he hecho en Campinas, San Carlos y São José do Rio Preto, creando la triangulación de la Divina Trinidad para que todas las almas sean rodeadas por la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
En esta noche de gloria y de reparación para muchas almas, Mi Corazón Inmaculado se ilumina ante sus rostros, derramando las Gracias y los códigos de salvación, la cura espiritual que muchos necesitan en esta era.
Mi Corazón Inmaculado ha escuchado con amor sus oraciones; por eso, Mi promesa de peregrinar por las ciudades de Brasil continuará abriendo corazones y nuevas puertas para muchas almas.
Vengo del Cielo a traer la Luz Misericordiosa de Mi Hijo.
Mis manos derraman Mis Gracias sobre sus seres, para que las puedan guardar en el corazón y en el espíritu.
Hoy, vengo a anunciarme como su Mediadora y Salvadora. Soy enviada por Jesús, Soy la Madre del Redentor y Rey.
Mis estrellas se han propuesto irradiar sus caminos. Mis pies peregrinarán a su lado, para que en los nuevos caminos se puedan redimir y todos encuentren el Amor de Mi Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, no teman por sus ofensas, pero elévenlas hacia el Reino del Creador. Que el poder de su oración sea más fuerte que sus errores.
Yo estaré presente en cada momento de una nueva oración, en el que cada grupo se reúna a orar Conmigo.
La Virgen Peregrina ya ha comenzado a andar por el mundo y el gran Reino de Fátima se alegra por esta respuesta. Sus ángeles alaban al Trono del Padre, porque las ofertas están siendo recibidas por Dios y en esta dura transición, que muchos viven, podrán ser auxiliados por el rayo de la Cura de Mi Hijo.
Aproxímense a Mi Corazón Inmaculado, sean verdaderas flores de luz en Mi Corazón Eterno; así permitirán, queridos y amados, que las espinas sean retiradas del Corazón de Dios. Muchos de ustedes, a través de la oración del corazón, asumieron transmutar y sufrir por este mundo.
Queridos hijos, muchos videntes y peregrinos, a lo largo de los siglos, se han ofertado a sufrir para curar a esta humanidad.
La Sagrada Sábana de Mi Hijo está abierta entre Mis brazos, para que Yo siempre los pueda envolver y curar, en este perpetuo servicio que prestarán a Dios.
Sé que muchos no comprenderán lo que hoy les digo, pero Mi Luz Celestial viene a su auxilio para que puedan despertar desde la consciencia.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En esta noche, les digo que aquellos que confían plenamente en Mi Inmaculado Corazón pueden entregar, en Mis manos, a sus familias, sus hermanos queridos, porque Yo cuidaré de cada uno de ellos.
Hoy, les quiero decir, hijos Míos, que cuando asumen una tarea con el Reino de los Cielos, Mi Corazón se encarga de sus vidas y cuida profundamente a cada una de sus almas, tratando de curar y liberar todo aquello que no está caminando en dirección a la Luz.
Por eso, hoy quiero que sepan lo importante que es confiar en Mi Inmaculado Corazón, la importancia de entregar totalmente sus vidas; porque cuando se colocan en Mis brazos, así como lo hizo el Niño Jesús, Yo los elevo en dirección al Reino de los Cielos y coloco sus almas a los Pies del Creador para que Él pueda bendecirlas.
Por eso, hoy les digo y les pido a todos aquellos que Me traen intenciones sobre sus familias, a todos aquellos que sufren porque el mal ingresa en sus hogares, que tengan confianza en Mi Corazón y que, a través de la vida de oración, Me entreguen sus corazones cada vez un poco más; porque de esta forma, hijos Míos, nada quedará sin ser contemplado.
Como hoy les dije, Yo Soy la Reina de la Liberación, Aquella que tiene el poder de tocar sus vidas y de transformar todo el mal que en vive ella. Pero es necesario que Me den permiso para hacerlo, que declaren ante el universo que tengo potestad para actuar en sus vidas; porque a partir del momento que Me digan sí, nada más podrá impedir que Yo llegue a sus hogares, que Yo ingrese en sus corazones y los conduzca definitivamente a Mi Reino.
Hoy, no les pido vidas perfectas; les pido que, a través de la simplicidad de sus corazones, puedan vivir una vida que camine hacia el bien, hacia la fraternidad, hacia la caridad del corazón, esta que les permita vivir como hermanos sobre esta Tierra.
Hijos Míos, con Mi Presencia, quiero que descubran al Dios Vivo en el interior de cada ser, porque de esta forma podrán atraer la Vida Divina hacia este mundo. A partir del momento que aprendan a amar las imperfecciones de sus hermanos y a encontrar en sus semejantes un motivo de profundo amor y de profunda alegría, estarán caminando cada vez más hacia la manifestación del Plan de Dios.
Hoy, les quiero decir que todos los Misterios Celestiales se revelan en simples actos de amor que no están en los libros, que no encontrarán en difíciles teorías, sino que los descubrirán en la práctica, en la caridad, en la fraternidad y en el servicio, en la oración diaria que los aproxima a Mi Reino.
Hijos Míos, perciban que lo que les pido es tan simple que, si actúan de forma verdadera, encontrarán un camino rápido que los conducirá a Mi Reino. Solo es necesario que tengan voluntad, que tengan corazones valientes para vencer la inercia de este mundo, inercia que les impide actuar en cosas tan simples como son la oración del corazón y los pequeños actos de caridad para el prójimo.
Hijos Míos, espero que, en esta noche, Mi Presencia haya tocado sus corazones, porque Mi Inmaculado Corazón resplandece delante de sus ojos y aquellos que verdaderamente quieren verme, si Me buscan con los ojos del corazón, Me encontrarán resplandeciente, verán Mi sonrisa que ilumina sus vidas en esta noche y borra de sus corazones todo el mal, todo el dolor y todo el sufrimiento que vivieron hasta el día de hoy.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo vendré a sus vidas cuántas veces Me lo permitan, pues grande es la necesidad de salvación del mundo y de que el Gran Proyecto Divino de Dios se cumpla a través de los nuevos grupos de oración que, siglo tras siglo, han sustentado a esta humanidad.
Hoy, los invito a que ingresen en el fuego de Mi Corazón Inmaculado, porque allí Yo los podré transformar y sentirlos muy cerca, y ayudarlos a caminar en esta senda infinita.
Bendigo a todos los hijos que se consagran a Mi Inmaculado Corazón.
Bendigo a estas imágenes que recorrerán muchos hogares, abriendo puertas a la oración y al perdón.
Yo les agradezco, queridos hijos, por responder al llamado del Cielo.
Permanezcan en Cristo, para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar “Nuestra Señora”.
¿Vamos a dejar que Nuestra Señora nos cuide? Vamos a ver.
Vamos a compartir con ustedes algunos movimientos, durante la Aparición, porque sabemos que es importante para todos poder aprender en este ciclo, en este tiempo planetario, cómo los Mensajeros Divinos se acercan a nosotros.
Es así, que les vamos a pedir a Fray Elías y a Hermana Lucía que nos cuenten algunas cosas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Antes de la Aparición de María, los ángeles que acompañan a nuestra Madre llegaron a este lugar y comenzaron a bautizar muchas almas.
Esas almas pasaban frente al altar y los ángeles, delante del portal que abrió nuestra Madre, bautizaban con la Sangre de Cristo a muchas almas. Era un acto que servía de reparación y de reconciliación. Era un evento simbólico que estaba siendo mostrado a todos nosotros, pero también era un ejercicio de mucha reverencia que los ángeles realizaban con muchas almas.
En el momento en el que llegó Nuestra Señora, se manifestó como la Reina de la Paz y también como la Rosa Mística.
Ella nos habló hoy de las tres rosas que brotaban, en esta Aparición, desde Su Corazón. Ella aspiraba a que cada uno de nosotros, a través de la oración, pudiéramos ser parte de esas rosas, pudiéramos ser pétalos de Su Corazón Inmaculado y que dejáramos de ser espinas en el Corazón de Dios.
Hoy, María irradió Su serenidad y Su paciencia a todos nosotros.
Hoy, Ella observaba con detenimiento nuestros corazones y nuestras intenciones y, ante lo que Ella veía a través de Sus ojos, nos decía algo así:
“Queridos hijos, no se preocupen, Dios acompaña a cada uno de sus corazones. Yo estoy aquí para ser su Mediadora ante Dios.
Queridos hijos, no se preocupen por sus problemas. Yo vengo aquí, a su encuentro, para poder curarlos.
Queridos hijos, siempre todo estará bien cuando se unan a Mí en la oración”.
Y al escuchar estas palabras tan hermosas, Ella nos transmitía, a través de Su Voz, la serenidad y el Amor Maternal. Y nos mostraba cómo, a través de Su Verbo, fortalecía nuestras vidas y que Ella es ese canal que nos trae la Misericordia de Su Hijo.
Hoy, vivimos ante María un profundo acto de reconciliación, y Ella los contempló no solo a ustedes, sino también a sus familias.
Hermana Lucía de Jesús:
Hoy como María nos anunció por la mañana, Ella realizó una gran tarea de liberación con todos nosotros y con esta ciudad, de una forma diferente a otras veces. Para que todos puedan entender, en otras Apariciones, cuando Nuestra Señora realiza una tarea de liberación, Ella envía a Sus Ángeles y Arcángeles, que comienzan a trabajar en todos nosotros y que van a diferentes puntos de la ciudad para realizar una tarea.
Pero hoy, Nuestra Señora trabajó de una forma diferente. Como pudimos sentir y como Fray Elías relató, Ella vino con una energía de profunda paz, de serenidad; y de Su Corazón Inmaculado, que estaba expuesto, irradiaba una luz celeste, ese azul claro, que se iba expandiendo por todo este salón.
A medida que esa Luz tocaba a cada uno de nosotros, de una forma muy armoniosa, nos comenzaba a liberar de energías negativas, y de la misma forma iba aconteciendo con la ciudad, sobre todo en los lugares que están próximos a aquí, donde estamos hoy. Era como una onda de Luz azul que se llevaba todo aquello que era oscuridad.
Nuestra Señora realizaba esta tarea, con una sonrisa en el rostro, irradiando una serenidad muy profunda. Y como Fray Elías relató, Ella trabajó hoy de forma especial con nuestras familias.
Ella nos mostraba que muchos de los que hoy están aquí presentes, y también de los que nos acompañan por internet, viven muchos problemas con sus familias que les impiden dar un paso mayor. Y hoy, la Virgen María nos hablaba, nos invitaba a dar un paso más, a confirmarnos en la consagración a Su Corazón; porque es de esta forma, cuando tenemos coraje de entregarle nuestras vidas, que Ella puede actuar totalmente en nuestras familias e interceder por todas nuestras necesidades.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Para terminar, quería decirles algo que recordé que María nos transmitió.
Ella agradeció profundamente el esfuerzo que los hermanos de aquí, de São José do Rio Preto, están realizando con los grupos de oración que se están formando.
Y María, de esa forma, nos invitaba a que así fuéramos soldados de la oración. Porque el efecto de los grupos de oración evitaría muchas situaciones en el futuro, en el mundo y en la humanidad.
Entonces, Nuestra Madre nos invitaba a seguir fortaleciéndonos en esos grupos nuevos de oración que se van despertando. Ella agradeció mucho por ese esfuerzo que están realizando todos.
Madre María Shimani de Montserrat:
Entonces, hay que seguir orando para que María vuelva. Recuerden que Ella nos dijo hoy que iba a seguir peregrinando por Brasil.
Así que todos los hermanos que comparten con nosotros vía internet, que son de otras regiones de Brasil, oren y pidan para que Nuestra Señora vaya para su ciudad, porque Ella está esperando que le puedan abrir sus corazones.
Así que a orar con fervor y con el corazón para que María pueda liberar otras ciudades y otros corazones.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Nunca se olviden, queridos hijos, que los caminos de la paz existen.
La paz, que Yo los invito a vivir en este tiempo, es la paz del corazón, la paz humilde y simple que el Señor Me enseñó desde el principio.
Queridos hijos, no teman por lo que Yo les he dicho, ayer y hoy.
Yo quiero advertirles y hacerlos madurar para que puedan crecer en este tiempo tan definitivo.
El Señor tiene Sus Tronos abiertos para que todos los corazones puedan ingresar.
Ustedes saben, queridos hijos, que mientras Yo estoy aquí con ustedes, compartiendo un trocito del Cielo, hay muchas almas en el mundo que se pierden porque no encuentran la paz y el bien de Dios.
Por eso, es importante, queridos hijos, que primero recuerden la caridad con sus hermanos, para que esa caridad se pueda expandir en el mundo entero.
Un buen corazón caritativo ora constantemente a Dios, este puede ser un fiel ejemplo de su servicio.
Queridos hijos, mientras el mundo cambia tan rápido, Mi Hijo Me envía al mundo a preparar sus corazones, para cuando Él regrese y pueda ser visto entre las nubes con esplendor y magnificencia.
Queridos hijos, Dios Me envía para abrir sus corazones. Yo necesito de nuevos apóstoles que puedan enfrentar con coraje el fin de los tiempos.
Sepan, hijos Míos, que la Luz de Mi Inmaculado Corazón, aquella Luz que prevalece a lo largo de los tiempos, llega a este mundo para auxiliarlos. Y será esa misma Luz pura, que los socorrerá y los amparará en estos tiempos tan difíciles.
Gesten en sus familias, en el corazón de las buenas familias, la oración del corazón; aquella que pueda prevalecer en este tiempo y pueda sembrar nuevas semillas en los corazones que se sienten vacíos, porque han perdido la Paternidad de Dios.
Yo los invito, en esta noche, a que se unan a Dios, a que se unan a Su Espíritu Inmaculado. Él, en esta noche, los observa con tanto Amor y Compasión, a través del latir de Mi Corazón Inmaculado; sus vidas y sus almas, en este momento, son cristalinas ante el Padre.
Recurran a Dios todos los días, hablen con Dios, queridos hijos. Él quiere escucharlos, todos los días, no solo en la oración, sino también en la confesión del corazón.
Queridos hijos, entre ustedes hay mucho que perdonar. Si se perdonan, en estos tiempos, el mundo alcanzará un tiempo más de paz y se evitarán cosas difíciles para todos.
Por eso, con muy pocos, Mi Obra Mariana se cumplirá, como fue a lo largo de los siglos. Esto ya está previsto por Dios, queridos hijos. Pero no Me cansaré, como buena Madre y Peregrina, de venir a buscar a los corazones que Me quieran escuchar, aun aquellos que están distantes de Dios hace mucho tiempo, que han perdido la fe y el amor en Dios.
Yo quiero cultivar en Mi Jardín Celestial, las nuevas rosas de Luz, que primero germinarán en sus corazones, para que ellas puedan expandir el aroma sutil de Mi Corazón, Amor que cura, Amor puro, Amor que libera y redime.
Queridos hijos, cuando una vez Mi Hijo Me entregó a ustedes, a los pies de la Cruz; Yo acepté, como su Madre, acompañarlos hasta los momentos finales.
Por eso, Dios Me concedió, a lo largo de los tiempos y de los siglos, poder llegar a sus corazones, corregir a la humanidad en sus fallas, prevenirla, advertirla, llevarla por el Camino de la Luz Crística.
Por eso, en este tiempo, queridos hijos, la Reina del Sol, la Madre del Universo infinito y expansivo, trae todas las estrellas que allí existen para que puedan guiar, en este momento, cada uno de sus pasos.
Por eso, queridos hijos, conságrense a Mi Corazón, vivan en Mi Corazón. Sientan que es posible poder cambiar. Dios espera que sus corazones se puedan curar pronto.
Que, en estos tiempos, queridos hijos, amados Míos, no existan rivalidades entre ustedes; que pueda florecer la reconciliación de Cristo, aquella reconciliación que Él cultivó en la Última Cena por medio de la Eucaristía, de la Comunión perpetua con todas las almas encarnadas y las almas que ya no están en esta Tierra.
Esa armonía perfecta, que Cristo prometió a todos, debe comenzar primero en ustedes, a través de la confesión y de la unión con Cristo.
Queridos hijos, nuevamente hoy, Yo les abro Mis brazos para acoger sus plegarias e intenciones; también para bendecir estas sagradas imágenes que sé que, en estos tiempos difíciles, representarán una señal visible para sus corazones en este plano material para que su fe pueda crecer, y el amor y la esperanza en Dios también.
Queridos hijos, Yo Soy la Reina de la Paz, la misma que aparece en Medjugorje y que, en este tiempo de Gracia y de reparación también viene a anunciarse a América, como fue dicho en Fátima en aquellos tiempos, para poder ayudar a todos Mis hijos y, al mismo tiempo, por la gran necesidad que existe en las almas y en toda la humanidad.
Contemplen en todas sus oraciones, queridos hijos, la reparación de los Reinos y de los elementos.
Necesito, queridos hijos, que se unan en hermandad y en fraternidad a toda la Creación de Dios. Él también espera, hijos Míos, que la humanidad pueda hacer algo en este tiempo definitivo. Por eso, en esta noche, queridos hijos, Mi Corazón les propone muchas tareas a realizar, muchas misiones a cumplir, muchos propósitos a concretar.
Yo los necesito cerca de Mi Corazón Inmaculado. Sientan el palpitar de Mi Amor en sus cabezas, solo podrán sentirse en paz y en confianza cuando recojan sus seres en Mi pecho; porque, a pesar de todo, Yo quiero que ustedes estén bien. Yo los necesito, queridos hijos, y siempre se los agradeceré.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Ante todo el Plan de Dios que tienen frente a sus ojos, en esta noche los invito, a cada uno de ustedes, a que no tengan miedo ni tampoco vergüenza de anunciar el Reino de Dios, de seguir Mis Pasos de Peregrina y de demostrarle al mundo los frutos de la conversión de sus vidas.
No teman, hijos Míos, los juicios del mundo, porque a los Ojos de Dios sus vidas deben ser puras, plenas de oración, de servicio, de donación al prójimo. Cuando solo den el primer paso y vean sus corazones nutridos con la fe que les deposito, pronto desaparecerá de la consciencia todo el miedo al juzgamiento ajeno, y sus corazones solo servirán a Dios y tendrán como meta única proclamar Su existencia en la Tierra.
Hijos Míos, hoy los invito a enfrentar al mundo y a enfrentar todas las barreras que existen dentro de sus corazones, a superar todos los límites construidos por el mundo, límites que les impiden encontrarse Conmigo, que les impiden encontrarse con Mi Hijo, comulgar con Él de cuerpo y alma.
Por eso, en esta noche, los impulso a dar un paso más, un paso más en la consciencia, en la vida de cada uno de ustedes. Y, con estas Palabras, llevo un impulso de Mi Corazón no solo a los que están presentes aquí, sino a todos los que Me acompañan, porque, en Mi Omnipresencia Divina, llego a cada grupo que se une a orar, a preparar este camino por donde pisan Mis Pies.
Hijos Míos, no teman invocar a Dios, no teman vivir Mis Palabras y manifestar en sus vidas el Mensaje que les traigo. Por más que hoy les parezca difícil, les parezca distante, Mi auxilio siempre vendrá para aquellos que den el primer paso.
La consciencia humana gestó, a lo largo de los siglos, ideas que no corresponden a la Consciencia Divina y que están arraigadas en el corazón de cada uno de ustedes, pero que deben ser desmitificadas para que puedan aproximarse a la vida divina que debería ser el natural vivir de cada una de las criaturas en la Tierra.
Por eso, aunque hoy les parezca distante, no teman dar el primer paso, porque en sus esencias está guardado el arquetipo divino, y todo el Reino Celestial aguarda solo el despertar de sus almas para venir a su encuentro e impulsar esa transformación. No tengan miedo de vivir algo que les parece diferente, de vivir una locura santa a los ojos del mundo, porque para Dios todo es natural y simple, es como Él lo pensó para el hombre que hoy se manifiesta en el mundo.
Hijos Míos, los invito a la conversión, a la conversión de la vida, del alma y del espíritu, a la redención de todos los actos, pensamientos y sentimientos que hasta hoy sintieron. Los invito, en esta noche, a una vida divina que solo les traerá paz en el corazón, que solo los aproximará a Dios y a todo Su Reino.
Despierten, en esta noche, a la existencia de un Reino Universal, despierten a la compañía que está a su lado todo el tiempo, este Ángel de la Guarda que trae a sus vidas un pedacito del Cielo. A través de esta Presencia Divina, permitan que entre en sus vidas la energía de Mi Reino.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, los Ángeles de la Guarda los acompañan. Yo los invito, en este momento, a la oración del corazón junto con los Ángeles de la Guarda.
El Padre Me ha concedido enseñarles una oración. Repitan, con el corazón, lo que Yo hoy les proclamaré.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre quiere que repitamos juntos.
Ángel de la Guarda,
escudo fiel de Dios,
retira de mi ser todos los males,
por Amor y Gloria a Dios.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Cuando se sientan solos, Mis pequeños, incómodos o perturbados, invoquen a través de esta oración a sus ángeles protectores, fieles servidores de Dios que son guiados en la Tierra por el Casto Corazón de San José. Confíen sus vidas a este Fiel Misionero de Dios, para que sus pasos sean guiados hacia la redención del Señor.
Queridos hijos, les agradezco, los invito y los llamo a celebrar Conmigo el fin de año en Aurora, en el Centro Primordial de Aurora.
Ahora, daré un Mensaje de Paz para una hija Mía, con el permiso del Altísimo y del Sagrado Corazón de Jesús:
Querida hija y madre Emaús, que tu corazón no se perturbe porque la Aurora Interior brilla en tu corazón y en el de tus hermanos. Mi Manto los protege y los ampara, confía plenamente en que Mi Fe se deposita en tu espíritu.
¡Les agradezco!
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “María de Nazaret”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Queremos repetir la invitación que Nuestra Señora les hizo a todos, porque Ella nos dijo ayer que el 31 de diciembre va a instaurar la celebración de Nuestra Señora, la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.
Eso lo va a hacer a través de una jornada de trabajo y de una Aparición Extraordinaria que se llevarán adelante en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay; allí donde Ella se apareció por primera vez a nosotros.
Ella nos pidió que hiciéramos una jornada de trabajo, con oración y reflexión de Su Mensaje en este tiempo, y que, al final de la tarde, Ella extraordinariamente aparecería para todos. Como Ella hoy invitó a todos los presentes y a los que nos están acompañando por internet, queríamos explicar cuál es la razón de esa Aparición Extraordinaria.
Así que están todos invitados a participar con nosotros allí en Uruguay o desde el corazón, vía internet; a veces la tecnología sirve para esas cosas.
Nosotros les agradecemos a todos que nos hayan acompañado. Y si ustedes quieren que Nuestra Señora regrese a Curitiba, recen, recen mucho y pídanle que regrese.
Cada vez que los grupos de oración piden con mucho fervor y mucha oración que Ella esté cerca, generalmente Ella retorna a esos lugares donde fue bien recibida.
Así, coloquen esto en el corazón, porque cada vez que Nuestra Señora está cerca nuestro, Ella nos libera y nos ayuda muchísimo, nos libera espiritualmente, nos ayuda internamente. Todos Sus Códigos de Luz ingresan en nuestro ser y todo lo que no pertenece a Dios, Ella se lo lleva.
Entonces, no es solo escuchar las Palabras de Nuestra Señora. Si nosotros abrimos nuestro corazón, muchos cambios, muchas mudanzas pueden acontecer en nuestras vidas. Coloquemos esto en nuestro mundo interior, para tenerlo siempre presente.
¡Muchas gracias a todos!
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre pidió que cosecharan las naranjas de Sus árboles para que, cuando Ella lo indique, traigan las canastas del modo más silencioso posible.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Estoy aquí presente, queridos hijos, no lo olviden.
Ayer, vine plena de Gracia; hoy, vengo plena del Espíritu Santo. Como Madre Universal, los invito a continuar con este proyecto mariano, porque es el Espíritu de Dios que actuará a través de sus corazones para que Mis intenciones se puedan cumplir en el mundo.
Queridos hijos, hoy vengo bañada con el Manto Dorado del Espíritu Santo, que representa la Sabiduría de Dios, Sabiduría que la humanidad ha perdido con el tiempo por la falta de la oración del corazón. Al alma que ora constantemente a Mi Corazón Inmaculado, no le faltará la sabiduría y podrá discernir en los acontecimientos.
Por eso, queridos hijos, la humanidad se encuentra ahora en este punto, por la falta de oración. En la falta de oración hay carencia de sabiduría y las almas no pueden comprender la Voluntad de Dios. Por eso, la oración es el hilo que los unirá con lo Alto y las Gracias descenderán del Cielo para los que más las necesitan.
Ayer, queridos hijos, volví a reconsagrar a las familias a Mi Inmaculado Corazón. Como Yo les dije, queridos hijos, este puede ser un ejercicio semanal, aunque debería ser diario, para que la Fortaleza de Dios esté en cada uno de sus miembros, para que el Espíritu Santo pueda iluminar los corazones en el momento de tomar las decisiones de vida. Este es otro punto, ya que así se encuentra la humanidad por la falta de sabiduría, hasta el punto en que transgrede a los Reinos, perdiendo la esencia del Amor por lo que Dios creó para todos.
Pero como su Madre Universal, bajo la Presencia del Santo Espíritu de Dios, vengo a despertar nuevamente a los corazones, para que ellos encuentren el refugio que necesitan en esta hora definitiva, refugio que se encuentra en Mi Corazón, refugio que siempre los resguardará y les dará la Luz que necesitan para dar los pasos en la consagración a Dios.
Las almas son las que se deben consagrar día a día a través del esfuerzo, teniendo una constancia en la oración, una perseverancia en el Propósito y amor al llamado. Si cumplen estos requisitos, queridos hijos, estarán dentro del Plan de Dios. Dios necesita de su ayuda para también poder cumplir Su Voluntad. Él no solo cumple Su Voluntad en los Mensajeros Divinos; Él también quiere cumplir Su Voluntad, en estos tiempos, en todas las criaturas que Él ha creado.
Por eso, es el momento de la gran colaboración de todos, del servicio orante y fraterno, para que se pueda construir la Nueva Humanidad que brillará como la nueva estrella redimida ante la Aurora, ante el Universo de Dios.
Y así, todos estarán dentro del Corazón de Mi Hijo, antes de que Él regrese al mundo. Así, sus corazones estarán preparados por la ciencia de la Sabiduría, por la ciencia del Espíritu Santo, que en estos momentos tan críticos les dará Luz a sus decisiones y evitará que cada uno de ustedes se confunda. Así, caminarán hacia Dios en lo que Él quiere cumplir en ustedes.
Queridos hijos, lo que Él quiere cumplir es algo precioso para su universo y su silencio interior, Él quiere hablarles a ustedes en sus corazones, en aquella morada que Él construyó desde el inicio de sus orígenes como única raza del Padre. Por eso, Él estuvo presente a lo largo de los tiempos en los patriarcas, en los profetas, en el pueblo de Israel, intentando que todos construyeran la Nueva Humanidad.
Pero a pesar de los engaños del enemigo, hijos Míos, Mi Corazón está firme para cumplir con ese Propósito. Por eso, estoy preparando a los hijos de Mi Hijo, a los nuevos apóstoles, que deberán responder a este llamado del final de los tiempos. Si cada uno cumple con su parte, la misión se cumplirá y el Propósito se diseñará en toda la raza.
Queridos hijos, el Universo les habla de tiempo en tiempo, sin demora, sin cansancio. El Universo quiere mostrarles la Verdad, pero primero deberán estar en oración, para poder vislumbrar las señales que marcan el nuevo tiempo para la humanidad.
Sepan, queridos hijos, que su oración ayudará a que otros puedan despertar a tiempo; ya que muchos duermen en su propio sueño, están fatigados de caminar en esta vida, cansados de querer alcanzar algo que nunca alcanzan.
Por eso, Yo llego en su auxilio con Misericordia, Amor y Piedad. Acepten Mis Brazos maternales y dejen que se derrumbe dentro de ustedes lo que no forma parte de la Luz.
Queridos hijos, en este día 13 de agosto, Mi intención maternal es transformar sus células para que la nueva Luz pueda nacer y los nuevos códigos crísticos puedan sembrarse en sus corazones.
Recuerden, queridos hijos, que el Señor de los Cielos es el Cristo Universal y vendrá a buscar el talento que dejó en ustedes. Por eso, deberán estar preparados para ese momento.
Queridos hijos, lo que les digo no es una teoría, es algo más que una hipótesis; se llama Ciencia Divina, hijos Míos, es la lengua con la que Yo les hablo a ustedes como Madre Universal. Por eso, permitan que Mis estrellas se puedan encender en sus corazones, para que todos estén unidos a Dios y puedan ayudar a esta humanidad.
Lo que quiero que comprendan, queridos hijos, es que en estos tiempos todos deberán alcanzar un Propósito; deberán alcanzar el Propósito del Padre de ser Uno definitivamente, por amor a Dios, por amor a Su Gran Piedad, por amor a Su Misericordia. Así, los Cielos derramarán sus Gracias y nadie deberá sufrir más para poder aprender.
Queridos hijos, los invito a dejarse guiar. Lean el Evangelio, renuévense en el Evangelio todos los días y lean el Nuevo Evangelio que les está dictando Mi Hijo, que son Sus Palabras diarias.
Es necesario, queridos hijos, que sus corazones despierten a la Verdad, a la Verdad que el Supremo les está enviando a través de los Sagrados Corazones. Los que se animen a caminar Conmigo en este Mi Proyecto espiritual, Yo les agradeceré, pues sentirán prontamente la conversión de sus aspectos internos, aquellos que se endurecen momento a momento, que endurecen el corazón y no lo dejan expandirse.
Por eso, Yo Soy su Madre, vengo a quebrar el corazón duro, para que se abra a Mi Manantial de Paz y sea colmado del Amor de Mi Corazón, Amor que cura, Amor que redime, Amor que sana las heridas, Amor que lavará sus manchas y que los librará de sus pecados. Porque Yo Soy para ustedes, hijos Míos, la Madre de la Misericordia.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Veo a muchos corazones que se liberan ante Mi Presencia, corazones que están abiertos a Mi Maternidad y que, a lo largo de los últimos días, permitieron que la esencia de Mi Corazón limpiara toda mancha, todo dolor y todo sufrimiento.
Contemplo, en el corazón de Mis hijos, propuestas evolutivas, metas de vida, desafíos que cada una de sus consciencias se dispone a vivir a partir de los impulsos que recibieron. Hoy, les digo, hijos Míos, que caminen con fe hacia estas metas, porque son metas inspiradas por el Espíritu de Dios.
Estos son tiempos de definiciones, y aquellos que tienen miedo de dar un paso que se arriesguen con fe en Dios, con fe en Mi Inmaculado Corazón; pues, si dan un paso en lo desconocido, Mi Corazón los asegurará y les dará una respuesta, mostrándoles a cada nuevo paso un poco de ese camino.
La fe en sus corazones es lo que le traerá luz a los acontecimientos de la vida. Es necesario confiar en Dios, es necesario ser fiel a Su Voluntad. Cuando el Señor les pide, hijos Míos, que recuerden la Pasión de Mi Hijo es para que puedan sembrar en sus corazones ese amor a Cristo y esa fe que hará que lo sigan bajo cualquier circunstancia.
En este día, quiero sembrar una fidelidad absoluta a Dios, para que los nuevos apóstoles de Cristo puedan cumplir con lo que los apóstoles del pasado no pudieron: ser fieles a Dios en los momentos de tribulación, de miedo, de temor.
Hijos Míos, hoy les digo que el miedo puede impregnar sus células, pero la fe puede liberar el miedo. Y, si cada día son un poco más fieles a Dios, esa fidelidad puede impregnar a sus seres, zelar por sus almas, por sus corazones y formar a cada una de sus consciencias como apóstoles de Cristo, aquellos que abrirán la puerta para Su Retorno, que darán testimonio al mundo de Su Mensaje y que llevarán Su Palabra y Su energía de reconversión al mundo para despertar a las almas.
En este día, hijos Míos, quiero traerles un ejemplo de fidelidad a sus corazones y, a través de este ejemplo de dos hijos Míos, quiero que él se irradie a sus corazones, como consciencias que alcanzaron méritos para ingresar al Paraíso, cuando tan solo fueron fieles a Dios y siguieron la voz del corazón, voz inspirada por el Señor.
Esto es lo que quiero que cada uno de sus corazones haga en este tiempo: que responda sin demora a la Voluntad de Dios, que no dude de que la Voz del Señor resuena en el interior de cada uno, porque esa Voluntad ya vive en su interior y aguarda una respuesta de sus corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, hoy les traigo la Cruz de Cristo como un símbolo para sus vidas, un símbolo de protección y de amparo, de redención y de liberación.
Recuerden, queridos hijos, que esta Cruz no está vencida, sino es una Cruz renovadora que, a través de los tiempos, atrae a los corazones hacia la Luz para liberarlos del mal.
Pero como hoy hizo Mi Hijo desde el Cielo, ante Mi Presencia maternal, quiero agradecerles a todos Mis hijos que acompañan a los grupos de oración en las diferentes regiones del mundo.
Por este motivo especial, queridos hijos, quiero que después de estos seis años de encuentros Conmigo, nazca dentro de ustedes el espíritu del apostolado, que salgan de este Centro Mariano siendo nuevos apóstoles de la oración y del amor.
Bajo la Gloria de Dios, bendeciré los frutos que han nacido.
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre pide que Sancio y Elisa suban al palco.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En este momento, hijos Míos, mientras le cantan a Mi Corazón, a través de estos dos hijos bendeciré a cada uno de los que están presentes, traeré Mi Rayo de Cura, de Reconciliación con Dios y de Fe, para que cada una de sus consciencias, pueda persistir en la fidelidad a Mi Corazón.
Canción: “Inmaculado Corazón de María”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Después de estos seis años compartidos con Mis hijos, quiero que hoy, para terminar, se renueven en Mi Espíritu Inmaculado y que se abran en el amor a lo nuevo.
Por eso hoy, queridos hijos, les derramo a estos nuevos apóstoles Mis códigos de Paz y de Misericordia, Mi Cura espiritual y salvadora, para que puedan despertar al llamado interior de Dios.
Derramaré Mi Manantial sobre los frutos, en este momento, para bendecirlos.
Hagan silencio.
Que esta Paz que hoy les entrego, les permita dar los pasos en estos tiempos. Aspiren a vivir en el Paraíso, ese es el mayor tesoro para sus vidas: Amor de Dios perpetuo, presente y omnisciente en los universos. Allá nos encontraremos.
Que el Espíritu del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bendiga estos frutos y los alimente de lo superior, para siempre.
Hija Mía, Piedad, cántame “Creador Supremo”, para que las almas que están caídas en el mundo se puedan levantar en Mi Asunción.
Queridos hijos Míos:
¡Alabado sea Jesús Cristo en sus preciosas vidas!
En esta noche de San Juan, Yo los invito a imitar el ejemplo amoroso del fiel discípulo de Jesús. Como Madre de la Divina Misericordia, hoy les pido que consagren sus seres a la Luz perpetua y eterna de Mi Inmaculado Corazón. Como Madre, los llamo para que, en esta noche consagrada a San Juan, sus vidas sean consagradas a la Madre del Divino Universo Celestial.
Queridos hijos amados, con alegría Mi Corazón materno llega a esta parte de Uruguay para confirmar Mi compañía y Mi Presencia en el especial despertar que el Centro Mariano de Aurora tendrá durante el mes de agosto de 2013.
Como Reina de la Paz, Yo los invito mañana a ingresar una vez más a Mi Corazón Inmaculado, día 25 de junio, para que así me acompañen especialmente en este nuevo aniversario de los 32 años de las Apariciones en Medjugorje.
Hijos Míos, durante este ciclo de junio, podrán entender que María, Reina de la Paz, vuelve al mundo con la esperanza de la pronta conversión y del despertar de la humanidad. Por eso, en este día de Vigilia, solicito a los Centros Marianos y a todos los peregrinos que Me acompañan, a que se unan en profunda oración por las especiales intenciones de la Virgen María.
Sus corazones al cabo de los próximos seis meses orarán constantemente:
• Para que la Paz se establezca entre las naciones y en el mundo.
• Para que las futuras madres amen la preciosa venida de los hijos de Dios mediante el nacimiento.
• Para que el conflicto nuclear termine y los únicos planes de los hombres sean la paz y el bien para el mundo entero.
• Para que la cura planetaria que emana del Sagrado Corazón de Jesús pueda derramarse sobre los pecadores más empedernidos.
• Para que los niños, jóvenes y adultos del mundo entero puedan despertar al llamado de la conversión y al cambio verdadero de las actitudes de la vida. Esto será posible cuando los padres responsables por el caminar espiritual de todos sus hijos vivan y propaguen la vida de oración entre las familias y entre todos los seres.
También hoy les pido que oren:
• Por las almas que sufren y padecen el martirio del hambre y de la falta de agua.
• Para que la infinita y piadosa Misericordia pueda tocar a los corazones endurecidos y que bajo el Amor de Dios, puedan ayudar a los más necesitados.
Y por último, les pido que durante estos próximos seis meses oren:
• Para que puedan despertar un mayor número de almas a las vocaciones del camino cristiano.
• Para que los pastores sean guiados por los pasos de Mi Hijo.
• Para que la verdadera Iglesia de Cristo transmita, mediante ejemplos, la vida del espíritu, de la reconciliación y de la unidad a todas las almas.
Por eso, hijos Míos, Mi Corazón materno, por Voluntad de Dios, apareció y aparece hace ya 32 años en Medjugorje y desde hace 6 años en Aurora, en América del Sur, con el fin espiritual de que todos los corazones que se han separado de Mi Hijo, y en consecuencia de Dios, puedan retornar a Mis brazos, para que Mi Luz los encamine hacia la paz del corazón y hacia la conversión.
Amados niños, así podrán aprender a contemplar cómo es necesario orar por las especiales intenciones de Mi Hijo Jesús y del Inmaculado Corazón de María, para que la Gracia esté presente en el mundo en estos tiempos de grandes cambios.
¡Les agradezco por responder a Mis pedidos por la paz y la redención del mundo!
Los ama y los bendice,
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy coloco a cada uno de ustedes dentro de Mi regazo de amor, con la finalidad de que puedan sentir Mi maternidad en sus corazones.
Hijos Míos, alabados sean los hogares de las familias que abren la puerta de sus corazones a la Reina del Cielo.
Alabadas sean las familias que rezan Conmigo todos los días, para alcanzar la conversión y la redención.
Alabadas sean las familias que enseñan a sus hijos a orar con el corazón, en los primeros años de vida, porque Mi materno Corazón estará con ellos.
Alabados sean los adolescentes y los jóvenes que encuentran en la Comunión a Mi Hijo, porque en el ejemplo de fe ellos abrirán la puerta a los que están perdidos, sin amor y sin protección.
Alabados sean los hogares que día a día se consagran a la Luz victoriosa del Inmaculado Corazón, porque les aseguro que Dios estará presente a través de Mí, para guiarlos en la fe y en la esperanza.
Queridos hijos, hoy Mi aspiración maternal es que todos los hogares alaben al Sagrado Corazón de Jesús; hoy llego hacia ustedes para pedirles oración por las familias del mundo, ya que son pocas las que viven los Mandamientos que les ha dado Mi Hijo.
Hoy también, Mi Corazón se regocija por tanta belleza creada por Dios Creador en esta región del sur de América. Vean, queridos hijos Míos, cómo Dios está recogido en el silencio de todo este bendito lugar.
Por este motivo de alegría y alabanza les pido que, en estos tiempos, se unan como una sola red de oración en toda la Argentina. Les pido por amor a Dios y a todo lo creado por Él, que sean uno en el espíritu, en el corazón y en la consciencia.
Queridos hijos, Dios espera de Argentina el despertar absoluto a la oración y a la conversión de todas aquellas causas que ofenden al Creador. Dios tiene preciosos Designios y Gracias para toda la nación que, por sobre todas las cosas, forma parte del universo de Dios.
Reciban en sus hogares al Espíritu Santo, ábranle la puerta para que como en el Cenáculo de la Virgen María, sus espíritus de amor puedan ser guiados por Sus benditos dones. Cuando se aproxima Mi Corazón a sus vidas, es el Espíritu Santo cultivado en Mi Corazón que se irradia para ayudarlos a dar los pasos en la fe inmaculada en él.
Queridos hijos, que en esta semana sus hogares se consagren al Hogar infinito del Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, que la fe siempre los motive a caminar por el sendero de Mi amado Hijo, por el sendero de su conversión.
Agradezco la presencia de todos Mis hijos de la bendita Patagonia, ahora y siempre la Bienaventurada Señora de Guadalupe bendice a los amados remanentes indígenas.
Que la Paz esté con ustedes y con sus familias.
¡Gracias por responder a Mi llamado por la Paz!
María, Reina de la Paz y Madre de la Sagrada Familia
¡Alabado sea Jesús, queridos hijos de Rio de Janeiro!
Por primera vez en la historia de Mis Apariciones, Mi Inmaculado Corazón recibe el permiso celestial de descender en Gloria y Misericordia sobre su necesitada ciudad de Rio de Janeiro.
En honra al Sagrado Corazón de Jesús, los llamo en este día a abrir verdaderamente sus corazones a Mi Corazón, para que así Yo tenga el permiso de llevarlos a Jesús Cristo.
Queridos hijos, después de tantos meses y años en que Mi Obra se viene cumpliendo en esta parte de América junto con el Centro de Medjugorje, Mi Mensaje fundamental para todos ustedes es: ¡Paz!, ¡Paz!, ¡Paz! Si ustedes no intentan vivir en paz, ¿cómo llegará el Reino de los Cielos hacia sus pequeñísimas vidas?
Por eso, queridos hijos, que la paz reine entre ustedes, para que después pueda reinar en las ciudades y en los pueblos; principalmente la paz debe reinar en las familias, para que así Mi Hijo Jesús reciba el permiso de reinar con Su Luz redentora en sus corazones.
Hijos Míos, que la paz sea la tónica de esta época. El mundo deberá estar en paz para poder estar así en los Brazos de Dios, y eso será posible, hijos amados, cuando tan solo oren el Rosario con el corazón.
Queridos hijos, en cada Misterio del Rosario tienen las llaves para alcanzar su conversión y encontrar los estados de paz: paz en el corazón, paz en la consciencia, paz en el interior, paz en sus almas, paz en su trabajo para Dios, paz en cada espacio.
En la Paz del Cielo hallarán el alivio para sus recurrentes problemas. Si aún no tienen paz, Mis queridos, es porque primero deberán amar a Dios. Si aman al Padre nunca les faltará el regocijo y así, la Paz será la principal causa que les generará alegría, esperanza y victoria día a día, una victoria divina que puede residir en el corazón de cada ser.
Busquen en ustedes en dónde se encuentra la paz, porque la paz se fortalece con el poder sublime de la oración. La oración trae como repercusión muchas Gracias; entonces, Mis queridos, que la oración sea el motivo verdadero para que puedan vivir en paz.
Si falta la paz, es porque falta la oración. La oración verdadera y sincera es su impulso para el corazón. Sean buenos orantes, porque con el rosario en mano, tienen el camino a su redención, porque el Rosario es la puerta de salvación y el camino directo hacia el Corazón bendito de Mi Hijo, Jesús.
Entonces, Mis queridos, si el mundo en verdad orara a Dios y viviera los Mandamientos, podría estar bajo la Gracia de Dios, se evitarían las guerras y las divisiones entre los pueblos y tendrían un tiempo más de paz.
Cuando los llamo a la oración, los llamo al despertar de sus consciencias dormidas. Hijos, despierten a este importante pedido. Por eso, vengo aquí en esta noche a su encuentro, porque como Madre amo a cada uno de ustedes y daré todo hasta que den el definitivo paso hacia la consagración de sus corazones a Dios.
Sin Dios no pueden vivir, porque sería como un hijo sin su madre. Nada puede sustituir su encuentro interno con el Padre del Cielo. Él espera de ustedes una profunda unión. Dios es el Señor de la Compasión y de la Misericordia, no teman por sus pecados, ábranle paso para que Dios pueda ser el nuevo camino y así sus almas serán difusoras de la Luz amorosa del Padre.
Queridos hijos de Rio de Janeiro, como Madre vengo hasta su ciudad para que las almas dormidas despierten a tiempo, ahora llegó el momento de responder al Llamado de Dios a través de la obra del corazón.
Hijos Míos, para eso tienen a Su Madre, dispuesta a conducirlos por el camino de su pronta redención. Primero, busquen el camino de la paz, porque como Madre y Reina de la Paz, los reúno en torno a Mi Presencia para que recuperen las fuerzas y la voluntad de dar un amoroso sí al Señor del Universo.
Queridos hijos, recuerden que aún están a tiempo de encontrarse con Mi Hijo Jesús. Vengo, como Madre de todos, a buscar a los que fueron llamados por Mi Hijo para una tarea mayor.
Queridos hijos, comiencen hoy donando todo su amor a Mi Corazón a través de la oración.
Que la bendición, que hoy les traigo desde el Cielo a todos los presentes, pueda irradiarse también a los que más la necesitan.
Reciban hoy de Mi Corazón la Misericordia de Jesús, su único Pastor.
¡Les agradezco a todos Mis hijos de Rio de Janeiro por responder a Mi extraordinario llamado!
Los bendice, con amor y compasión,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Queridos hermanos:
¡Alabados sean María Santísima y San José, Padres de la Sagrada Familia!
Que en este día de Gloria reverbere en ustedes el humilde espíritu de amor del bienaventurado San José Castísimo. Que abriendo el manantial de vuestros corazones reciban el bálsamo divino de la Gracia del Obrero de Dios.
Seguidores Míos, que este día de encuentro celestial y universal con el Casto Corazón represente para ustedes un nuevo camino de confianza en los planes del Padre.
Después del siglo pasado los Sacratísimos Corazones de Santa María y de San José se han dirigido de manera especial al mundo y a las almas para que toda la humanidad reconozca la importantísima devoción a estos sabios Corazones Crísticos con el fin de:
• liberar las faltas graves del mundo,
• vivir los Sacratísimos Corazones en el espíritu, como fieles mediadores ante Dios,
• poder salvar al mundo de consecuencias irreversibles,
• establecer por más tiempo la paz en el mundo.
Estos Sacratísimos Corazones se han ofertado amorosamente para ser el puente seguro de Luz que lleve a las almas hasta el encuentro con el Maestro Jesús, como también se ofertaron para despertar una verdadera devoción por el Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos Míos, ustedes así podrán comprender con vuestros corazones que la especial venida celestial del Castísimo Corazón de San José despertará en ustedes un amor más profundo por Dios, a través de la paternidad espiritual que el amado San José irradia hacia los hijos del Padre.
Y mediante la unión de los Sacratísimos Corazones, de Santa María y de San José con el venerable y bendito Corazón de Jesús, en este nuevo tiempo, la humanidad podrá recibir la Gracia de reparar todas las faltas que han sido generadas durante el último siglo XX.
El poder del amor de la Sagrada Familia es un precioso proyecto de vida que está en los planes de Dios y que se gestará en la próxima humanidad. Por eso, vuestra actitud de amor y entrega al Castísimo Corazón de San José determinará la posibilidad de que este santo padre espiritual de las almas pueda interceder, durante más tiempo, por el mundo ante los Tronos del Padre.
Que el ejemplo de humildad y devoción como también de virtud, con la confianza que San José tuvo en Dios, sean los motivos de despertar en ustedes esa confianza y el amor por los designios del Padre.
Que en esta era, el día 19 de marzo de 2013 pueda permanecer guardado como recuerdo y bendición para todos ustedes. Que el Santo Padre de las familias los acompañe a ustedes y una a todas las familias del mundo, para que en estos tiempos estén en el eterno Corazón de Dios.
Reciban esta Gracia Divina como si nacieran otra vez ante los ojos del Padre para que, unidos al Amor infinito de los Tres Sagrados Corazones, confirmen vuestra entrega en ayuda y servicio a la humanidad, sobre todo al Dios del Amor.
Bajo el espíritu del Amor de Dios, sean bienaventurados.
¡Gozo y Alegría!
¡Salve amado Corazón de San José!
En la Paz,
Cristo Jesús
Querido hijos:
Con alegría y compasión llevo en Mis brazos a niños y jóvenes, porque como Madre y Guardiana de la Fe, los llevo todos los días al Templo de Mi oración, al Templo eterno de Mi Padre y desde allí los llevo al encuentro eterno con Mi Hijo Jesús.
Amados hijos, hoy los reúno en nombre del Amor de Dios para que, impregnados por Su Espíritu, alcancen la paz, la paz del corazón.
En la Sagrada Familia se encuentra el verdadero Templo de oración, en donde el Espíritu Santo participa a través de Sus Dones en el corazón de las familias. Orando todos los días a Mi Corazón materno, como Madre podré estar presente para guiarlos hacia la paz.
Queridos hijos, que este encuentro con la Reina de la Paz, abra sus corazones al llamado de la conversión.
¡Les agradezco por unir sus corazones a Mi llamado del Cielo!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Reina de la Paz
Hijos, hoy los guardo a todos en Mi Corazón, y eso significa una victoria de Mi Corazón Inmaculado en sus corazones. Mis brazos se abren para reunir en Mi corazón a los servidores orantes de Mi Hijo Jesús, pues está llegando el momento de compartir la vida de oración y de fraternidad entre todas las almas del mundo.
Queridos hijos, con alegría, los invito de nuevo a la oración del corazón. La oración debe ser su constante trabajo de amor; una oración que resuene en sus corazones, que construya el bien y la paz entre los grupos, las familias y las naciones; una oración que ayude a las almas que día a día desesperan por no encontrar el camino correcto hacia la luz y la paz.
Hijos, como Reina de la Paz, los llamo a estar permanentemente en el Reino de Mi Paz. Este Reino, de victoria y de gloria en los Cielos, está próximo a sus vidas y hogares. Este Reino que Mi corazón ansía tanto que ustedes puedan gestar mediante los ejemplos de bondad y de caridad, de amor y de hermandad.
Hijos, ustedes saben que Mi Corazón de Madre vigila a todos los hijos del mundo y que el mundo está en crisis espiritual por la falta de amor en el corazón de los hombres por los Reinos creados por Mi Padre. Ellos piden auxilio y socorro a la humanidad; las almas, día a día, sufren y se desaniman. Ese es el mal del enemigo que consigue retirar la atención de Mis hijos de la oración.
Por eso, queridos hijos, todavía aparezco aquí, como en Medjugorje y en Salta, para sostener con Mi espíritu materno el caos interno de la humanidad.
Como Madre que consuela a los afligidos y desamparados, Yo les pido que, semana a semana, como lo han hecho ustedes los días martes, Mis pequeños, abracen con amor la vida de oración y en grupos, oren por la concreción de los Planes de Dios en la Tierra, oren por la paz y por la conversión de todos los que necesitan el Amor de Dios.
Constantemente recojo las oraciones de Mis hijos en el mundo entero, día a día. Cuando oran Conmigo Mi espíritu de amor está entre ustedes, dentro de sus hogares, sintiendo el corazón y la necesidad de cada hijo.
¡Ábranme las puertas!, porque quiero reinar en sus corazones, en sus familias, matrimonios y amistades. Yo soy el Sol que desciende desde el universo para curarlos y llevarlos, finalmente, hasta los Brazos de Mi Hijo.
Comparto, en este tiempo de emergencia, la necesidad de todos Mis hijos; pero deberán seguir orando para que el mundo alcance un tiempo más de paz, se eviten las guerras y las persecuciones.
Hijos, el libro profético del ayer ya está abierto y todo puede cambiar a través de su amoroso interés por la vida de la oración del corazón.
Yo los conduzco, los apoyo, los animo a la transformación de sus vidas. Quiero que alcancen, mientras estén en la Tierra, el Reino verdadero del Paraíso. Para que eso suceda, deberán dar el sí a Mi Inmaculado Corazón y al Sacratísimo Corazón de Jesús.
Dios contempla las buenas obras de los que con amor donan sus vidas por la salvación del mundo, por medio de la oración y de la caridad.
Estoy con ustedes y agradezco a todos los grupos por confiar, una vez más, en Mi llamado urgente por la salvación total del mundo.
Los ama, misericordiosamente,
María, Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más