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Queridos hijos:
Que en estos tiempos de transición sus vidas y consciencias estén más tiempo en Cristo para que, en Cristo, ustedes puedan profundizar en el Amor Compasivo. Ese Amor que es capaz de aceptar estos tiempos, ese Amor de Cristo que es capaz de perdonar y de comprender.
Será a través de esa profundización interior y espiritual en Cristo, que sus corazones serán colmados de los atributos y de los méritos que una vez alcanzó Mi Hijo y, así, siendo impulsados por esos méritos divinos, sus almas también se transformarán y podrán simplemente alcanzar los estados de la Vida Crística.
La Vida Crística es vivir en la rendición de la consciencia y en la obediencia a la Voluntad Mayor, así como su Madre Celeste vivió plenamente esa Voluntad desde el momento de la Anunciación de la encarnación del Hijo de Dios.
Este camino de profundización que Yo los invito a vivir en Cristo, los ayudará a atravesar estos momentos, en los que la fortaleza y la ciencia del Espíritu Santo necesitarán actuar en ustedes para que se cumpla el Proyecto Divino de Dios.
Yo estoy en oración por esa causa.
¡Les agradezco, por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Ora para que la Sabiduría de Dios inunde tu espíritu, tu mente y tu corazón.
Busca siempre la respuesta para tus cuestiones más profundas, así como para cada decisión que tomas en las cosas más simples de tus días.
Crea un vínculo con el Espíritu de Dios, llamado Espíritu Santo, para que Él pueda iluminar cada expresión de tu consciencia, desde tus palabras, acciones y sentimientos, hasta tus pensamientos, ideas y aspiraciones más internas.
En este tiempo de tanta confusión en el mundo, hijo, será el Espíritu de Dios quien guiará tu alma y, a través de ti, a muchas más almas que estarán perdidas en este mundo.
Este es el momento de encontrar el tiempo correcto para orar y, antes de cada decisión, unir tu consciencia a la Consciencia Divina. El Espíritu de Dios habita en ti y anima desde tu alma hasta tus células. Por eso, basta que coloques la atención en lo que es real y que te silencies para escucharlo.
La Voluntad de Dios y Sus designios no están distantes del pensamiento y del alcance de la humanidad. Pero, para estar unido a Dios y escucharlo, necesitas dar el espacio correcto al Padre en tu interior.
Por eso, ora y busca Su Sabiduría. Silénciate y escucha Su Voz. Así, siempre darás los pasos correctos para cumplir con Su Voluntad.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Señor, báñame completamente
con la Sangre Divina de Tu Misericordia.
Señor, lávame absolutamente
con el Agua preciosa de Tu Misericordia,
para que mi vida
sea justificable y necesaria ante Dios,
a fin de que esta pequeña parte que soy
y que representa a la más pequeña
en todo el grandioso Universo,
sea capaz de corresponder
a Tus Designios Divinos.
Para eso te pido, Jesús,
vacía mi mente y mi corazón
de todas las ideas propias.
Ayúdame a confiar en aquello
que no está bajo mi control y
que proviene de la Voluntad Divina.
Socórreme todo el tiempo
para que mi arrogancia, soberbia y desobediencia,
desaparezcan de los constantes estímulos
de mi personalidad.
Y cuando Tú, Jesús,
hayas conseguido lo que tanto esperas,
envíame adonde sea necesario,
para que yo nunca olvide que nada soy
y que solo vivo por
Tu Presencia espiritual y divina.
Transfigura todo mi ser,
que hasta la más pequeña partícula
de mi consciencia sea redimida;
porque algún día espero ser
el ejemplo de entrega y de abnegación
que Tú, Jesús, tanto anhelas.
Te suplico que no me aparte
de la humildad y de la pobreza de corazón,
porque así seré, para Ti,
el instrumento en las Manos del Rey.
Les agradezco por guardar memoria de esta intención interior.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Aunque en el mundo reine el caos, la confusión y la desesperación, en tu corazón debe reinar la paz.
Eleva tu corazón, hijo, más allá de las dimensiones, y mantiene tu consciencia en el verdadero propósito de tu vida.
Este es un tiempo de batalla, pero de una batalla que se traba en silencio, con la oración, con el canto que transmuta y transforma los miedos, con el amor que trasciende todo el caos y con la paz que todo equilibra.
Esta batalla se vence con la rodilla sobre el suelo y con el corazón elevado a los Cielos para que, en todos los acontecimientos de este mundo, tu corazón sepa encontrar la verdad y la sabiduría para actuar y vivir, manifestando siempre la Voluntad Divina.
Ora, clama y entra en la Paz del Corazón de Dios. Sabe que esta es la base del Calvario hacia el cual caminas hace tanto tiempo. Y, si bien su subida es dolorosa, sobre ella se diseña el triunfo del amor; basta que tu corazón sepa estar en la Tierra, pero al mismo tiempo, elevado a los Cielos, siendo puente constante y perpetuo al Corazón de Dios.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Las almas sedientas de Dios buscan el amor consolador del Padre. El puente para esas almas es la vida religiosa y sacerdotal, la que se ofrece en comunión Conmigo para ser testigo del Amor del Redentor.
Las almas sedientas no buscan la perfección del consagrado o del sacerdote, porque su propia sed espiritual les hace reconocer que la vida consagrada es esa casa mística que las almas necesitan para poder encontrar a Dios.
En este caso, el sacerdote es capaz de cuidar y de proteger su propio templo, para que en él habite la Consciencia de Cristo, lugar desde donde su Señor realizará todos los prodigios y las bendiciones necesarias.
Las almas más sedientas siempre necesitarán de ese puente ofrecido por la vida sacerdotal, para que despierten a los dones necesarios para poder caminar en la vida espiritual.
Sin la presencia de sacerdotes consagrados el Plan de Rescate no tendría sentido.
Esa misma existencia que proviene de cada sacerdote, y que es divina, le permite llevar adelante sus oficios y cumplir así con la Divina Voluntad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
La cuaresma, hijos, es un momento de desierto, pero también de encuentro.
Momento de encontrarse con el espíritu de la humildad, con la vastedad del Universo, con las Leyes sublimes que nos hacen pequeños, con el Pensamiento de Dios que nos hace tan frágiles delante de Su Voluntad.
La cuaresma es el momento de caminar en la inmensidad de las Palabras Divinas, escritas en el Libro del Plan de Dios para esta humanidad; de comprender que sobre esas líneas deben caminar, y que las letras del Padre Celestial son como marcas en el suelo, en las cuales sus pies caben perfectamente. Basta seguirlas.
En la cuaresma se derrumban las falsas creencias sobre sí mismos y todas las fortalezas erguidas sobre la arena del ego humano. Todo esto se derrumba; la fragilidad se revela pero también, hijo, Dios se revela.
Deben aprender a vivir la cuaresma, en la que la consciencia se dispone a encontrar lo que es sublime y perfecto, y que, si bien revela toda la aparente miseria humana, les trae la seguridad de la Presencia Divina y la libertad de saber que todo está escrito.
Para aquel que camina en las letras de Dios, a pesar de todas las batallas, desafíos y pruebas, estará el triunfo incalculable del Amor de su Señor, que no tiene medidas en este mundo, sino vastedad.
La cuaresma, entonces, es ese momento de reconocer el polvo y dejar al polvo lo que de él proviene; pero también de reconocer el espíritu y abrir camino para que ese espíritu pueda expresarse en todo lo que son.
Vivan la cuaresma con plenitud; siéntanse pequeños, frágiles, nada, pero sean capaces de entregar esa pequeñez delante de la grandeza de Dios y confesar:
Señor,
reconozco mi fragilidad y miseria,
reconozco mi imperfección e ilusión,
y, hecho completa nada y polvo, aquí estoy,
como ofrenda en el Altar de Tu Espíritu,
para que Él se revele en mi interior,
y que Tu Soplo haga del barro vida,
y que Tu Vida sea plena en mí,
para que me torne Tu instrumento
y Tu Voluntad se cumpla.
Amén.
Esta debe ser la oración de los corazones rendidos delante del desierto, dispuestos, en la cuaresma con el Señor, a prepararse con Él para la cruz del mundo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Cuando un corazón ama la Ley y la Gracia de Dios, vive bajo Su Amor y Su Misericordia. Vive escondido en la sombra de Su Presencia y, aunque caiga infinitamente, sabe que las Manos de su Padre estarán extendidas para levantarlo del suelo.
Cuando un corazón ama la Voluntad de Dios y cree en Su Plan, vive conforme a esa Voluntad y teme salir de Su camino. Ese corazón, ante las tentaciones, pide auxilio y Misericordia al Señor para mantener puro su espíritu y recto su camino de retorno a Dios.
Un corazón que escoge salir de la Ley y de la Gracia Divina es aquel que se rinde a sus voluntades, a sus pensamientos y a sus deseos más humanos, olvidándose del propósito de su vida y escogiendo dejarlo atrás, para vivir sus aspiraciones más humanas.
Ese corazón, hijos, no es frágil ante Dios, es frágil ante el mundo y se condena a sí mismo por creer que su alma es imbatible delante de las tentaciones, de la Ley y de la Gracia.
Ese corazón, que no reconoce los propios desvíos, en el momento correcto de corregir sus pasos se distancia tanto de la Ley y de la Gracia de Dios que se pierde y se cierra a sentir la Presencia de su Padre; cierra los ojos para no recibir Su Amor, y no lo percibe otra vez, hasta que Su Justicia comienza a descender del Cielo, como rayos que rompen su ceguera y su ilusión.
Pero, en ese momento, esa alma perdida necesitará encontrar, en su arrepentimiento y en su humillación, un nuevo camino que la haga reencontrar la Voluntad y la Gracia del Padre.
Nada está perdido, ni siquiera para el alma más pecadora, cuando ella se rinde, se humilla y se abre de corazón delante del Padre. En algún momento de sus pasos perdidos, el Creador la encontrará y la colocará en un nuevo lugar, en donde podrá vivir Su Gracia. Pero para eso, hijos, es necesario rendirse al Amor de Dios.
No les digo estas cosas para que teman, pero sí para que comprendan que aquella alma que escoge el mundo, cuando Dios la llama a vivir Su Voluntad, deja espiritualmente la Gracia y la sombra de Su Señor para vivir bajo Su Justicia y las ilusiones del mundo.
A pesar de eso, todos los caminos pueden ser corregidos. Muchas son las sendas que llevan al Amor de Dios y al despertar de la consciencia. Algunos escogen vivirlo a través de la Misericordia; otros, a pesar de ser hijos de la Misericordia, escogen la Justicia.
Las leyes se cumplen según las elecciones humanas. Por eso, sepan percibir que sus pequeñas y grandes acciones, sus sentimientos y su corazón, son la medida que los coloca en el lugar que escogen estar para aprender en este mundo.
Por eso, sepan estar en el lugar correcto.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando la Madre de Dios está en silencio es porque algo importante está por suceder y, en este momento, deben comprender ese significado.
Este silencio lleva a la introspección, a la reflexión y al discernimiento.
Es momento de que la humanidad comprenda los ciclos que está atravesando y viviendo en estos tiempos.
Por esa razón, los Mensajeros de Dios llegan a la Tierra para prepararla y guiarla hacia el próximo paso, hacia el próximo ciclo y hacia el nuevo tiempo.
Hoy he venido aquí a traerles Mi mensaje de paz, pero también Mi mensaje de consciencia, queridos hijos.
Hoy, en el mensaje dado por su Madre Celeste para las apariciones un ciclo se cierra y un nuevo ciclo comenzará, a partir del mes de marzo de este año, momento en el cual, ustedes, Me podrán acompañar en este último ciclo que se acerca y que finalizará una etapa importante para todos los mundos internos, y también para toda la humanidad.
Es momento de que comiencen a recoger los frutos de la instrucción y del conocimiento de la Jerarquía; de que puedan aprender a beber de esa Fuente, para que solo dependan de Dios, de Su Gracia y de Su Misericordia.
Y, así, sus almas se fortalecerán en este camino y en esta trayectoria al servicio eterno de Dios, por las almas, por los Reinos de la Naturaleza y por el planeta.
Hoy vengo aquí para anunciarles el fin de este ciclo, el fin de estos mensajes que vengo entregando y que los prepara para cada nuevo encuentro Conmigo, sea en sus corazones o ante Mi Presencia.
Es así, queridos hijos, que podrán comprender, en este momento, la omnipresencia de la Madre de Dios. Esa omnipresencia y poder que le ha dado Su Hijo para llevar adelante esta tarea planetaria en el fin de los tiempos, que es la última y gran tarea para estos tiempos.
Por eso, los invito a tener presente todo lo que les he dicho desde los primeros años en que Me he encontrado con ustedes, para guiarlos, conducirlos y hacerlos vivir el Plan de Dios en sus diferentes manifestaciones y tareas.
Este es el tiempo de hacer la gran y última síntesis. Es el tiempo de vivir el conocimiento de Dios para que puedan aprender a enfrentar lo que llegará, no solo a sus consciencias, sino también a todo el planeta, a la humanidad entera.
A través de cada mensaje, a través de cada palabra e instrucción, su Madre Celeste les ha entregado un impulso, una llave, un don, una virtud y una luz para que se pueda encender en sus corazones y en sus vidas, y para que puedan representar la Obra de Cristo en la Tierra.
Es así, queridos hijos, que Yo los llamo a vivir el apostolado incansable, el apostolado del esfuerzo, el apostolado por amor a todo lo que Dios concibió desde el principio de esta Creación, y para que esta Creación se pueda regenerar, curar y redimir.
Este es el tiempo en el que la humanidad atravesará los últimos momentos, dentro de su transición planetaria. Por eso, Yo los invito a ser conscientes, y también les agradezco por haber respondido a cada llamado.
Habiendo respondido a Mi llamado, han correspondido al llamado de Dios. Ese llamado de Dios es cumplir, en cada etapa, Su Divina Voluntad, Sus aspiraciones, Sus deseos ardientes y Sus metas. Es de esa forma, que Él se muestra, se revela y guía a Sus hijos, para que todos sigan el camino de la fe y de la confianza en Dios, en el cumplimiento de Su Divino Propósito.
Necesito, queridos hijos, que Me ayuden a acompañar el próximo ciclo, porque a partir de que Mi Hijo los visite durante la Sagrada Semana de este año, una etapa más definitiva se cerrará.
Comprendan, queridos hijos, que ahora los ciclos son mensuales y también hay ciclos que son semanales. La Jerarquía ya no podrá esperar veinticinco años, o muchos años más, para que la consciencia humana esté madura y esté en el punto que el Plan necesita para poderse cumplir y realizar.
Por eso, les hago entender la importancia del conocimiento y de la instrucción, que son fortalezas y principios para sus vidas; son direcciones, caminos y sendas para encontrar el Divino Propósito en su diversidad, dentro de la Ley de la Jerarquía, de la Ley del Amor-Sabiduría.
Yo les dejo este mensaje, queridos hijos, este último mensaje que prepara a sus mundos internos para esta Aparición de hoy, momento en el cual cada alma y cada corazón, más allá de lo que esté atravesando y viviendo, tendrá la oportunidad de hacer esa síntesis y de reunir, en su mundo interior, todos los tesoros que ha entregado la Jerarquía, a través de los años y de los tiempos.
Hoy es un momento culminante para todos desde los planos internos, pero también desde los planos espirituales el Padre Eterno estará contemplando esta instancia, en la que nuevamente Sus hijos responderán al llamado de la Madre de Dios, por medio de este encuentro de oración, que intenta fortalecer a todas las almas, a todos los corazones y consciencias para que no tengan miedo, para que aprendan a atravesar el fin de estos tiempos con valentía y con ímpetu, bajo el impulso y la compañía de la Gran Consciencia Crística.
Por encima de todo, queridos hijos, que siempre esté el amor en ustedes, en sus hermanos y en cada lugar. Es ese amor, el Amor de Dios, que los ha traído aquí para vivir este tiempo, para vivir esta escuela, para vivir este aprendizaje, para servir a Dios. No hay nada que pueda impedir eso. No hay nada que lo pueda obstaculizar ni tampoco intervenir.
Los desiertos son grandes, pero las victorias son más amplias e infinitas.
Retomen la fuerza interior que les da el Sacramento de la Comunión. Afirmen su Bautismo. Afirmen su Unción en Cristo y todo se renovará.
Yo les agradezco por responder a Mi llamado y, bajo la Luz de Mi Corazón, los guío hacia el Propósito Mayor, hasta que ese Propósito se cumpla en ustedes y en el mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
En donde estés, une tu corazón a Dios para cumplir con Su Voluntad y manifestar Su Plan.
La Voluntad y el Plan de Dios son mucho mayores y más amplios de lo que tu pequeña mente puede concebir. Aun así, es a través de las cosas simples que tu corazón encuentra el camino para vivir esa Voluntad y concretar ese Plan.
La Creación de Dios es vasta y amplia entre las dimensiones, tanto en el Cielo como en la Tierra. Sin embargo, para recordarla y reconocerla hoy, pudiendo acceder a estas realidades sublimes, basta que seas simple de corazón, puro de intención y dispuesto a amar y a servir cada día más y mejor.
Aunque tus ojos físicos no vean las extraordinarias existencias y manifestaciones de la vida, tu corazón puede participar de lo que es invisible y tu alma puede transitar por las realidades eternas cuando estás unido a Dios.
La humanidad fue creada para mucho más que ver y sentir las realidades de la vida. Los seres humanos fueron creados para unir esas realidades, vivirlas y estar en ellas al mismo tiempo.
Porque, así como el Corazón del Padre Celestial, los corazones de Sus hijos tienen esa posibilidad de unir en sí toda la Vida, de estar unidos a todo y de participar en todas las dimensiones de la existencia.
Por eso, antes de ver, sentir o experimentar sensiblemente la Verdad Divina, busca, hijo, entregar tu corazón a Dios y, a través de la rendición de tu espíritu y de cada parte de tu consciencia, hacerte uno con toda la Creación.
Las dimensiones habitan en ti, y tu corazón puede habitar en todas ellas y vivirlas cuando eres simple y verdadero.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Que el Espíritu de la Paz invada a la Tierra y la colme de sus divinos y eternos dones, para que todas las esencias, independientemente de su creencia y religión, sientan la llegada del Espíritu de la Paz y así la humanidad perciba que ya es tiempo de reparar y de perdonarse para que no falte el amor entre las criaturas y entre las naciones de la Tierra.
Que el Espíritu de la Paz infunda renovación y cura a las esencias del planeta a fin de que bajo ese Espíritu de Paz las almas tengan la Gracia de reconocer lo mejor que cada hermano tiene, más allá de su escuela o de su purificación.
Que el Espíritu de la Paz atraiga a las almas hacia Dios, para que ningún corazón se sienta solo, sino amparado por la gran corriente del Amor Divino.
Que este Espíritu de Paz ayude a que las personas reconozcan sus errores y a que convirtiéndolos a través del servicio y de la donación, todos puedan descubrir el valor de lo que significa la ayuda fraterna y mutua.
Que el Espíritu de la Paz de Dios los bendiga a todos, para que cada uno alcance, algún día, las Aspiraciones de Dios y así se cumpla Su Voluntad Eterna.
Que el Espíritu de la Paz abrace a este dolorido planeta, y que todos ayuden a aliviarlo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Existen planes contrarios a que Cristo pueda nacer en cada corazón humano, planes que intentan impedir que las almas puedan tomar consciencia de su potencial cristificador.
Eso significa distraer a la consciencia para que nunca conozca las virtudes y los dones que ella misma guarda y así llevarla hacia una constante ilusión.
Por esa razón, la Jerarquía Divina enfatiza el fin de cada año como un período importante, en el que los corazones se puedan refugiar en el Espíritu de la Sagrada Familia, para poder aproximarse a esa realidad interior y crística.
Cada vez que una consciencia alcanza el contacto con su Cristo interno está permitiendo que su espíritu se aproxime a la realidad material y, así, pueda impulsarlo a dar pasos más largos en dirección al cumplimiento de la Voluntad Mayor.
Pero en ese camino de realizar la Voluntad Divina existen pruebas y dificultades para que la consciencia se fortalezca y se afirme en toda la luz que pueda surgir de su corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Las almas a veces escogen seguir su propio camino aun después de haber sido llamadas por Dios para cumplir una tarea importante.
Cuando el alma abandona el llamado que es irrefutable y que tiene una razón divina, ella se desconecta de la esencia de su propósito y no puede evolucionar. Ella queda en el escalón general, como quedan las almas que por alguna razón o motivo despreciaron el llamado de Dios.
En ese sentido el alma ingresa en la rueda planetaria de los aprendizajes y todo lo que podría haber evitado aprender, al responder al llamado, se convierte en un escenario de experiencias interminables y de sufrimientos continuos por haber escogido el camino opuesto a la Voluntad Divina.
Pero los que realizan esa elección opuesta a la Voluntad Divina y tienen un compromiso eterno Conmigo pierden para siempre el estado de la Gracia, porque escogen vivir el estado de la desgracia.
Las almas no creen que la Ley es severa de verdad, porque como es arriba es abajo y, así, como es adentro es afuera.
Nadie puede ocultar su compromiso espiritual Conmigo como queriendo esconder de todos el sol que los alumbra.
Quien pierde la oportunidad de cumplir con la convocatoria divina, nunca podrá ser feliz porque en su espíritu quedará un constante vacío.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Uno de los importantes aspectos de Dios, dentro de Su Fuente Trina, es el Espíritu Santo, aspecto que actuó en la humanidad, en ciertos acontecimientos, con el fin de impulsar, de guiar y de socorrer a las consciencias que lo invocaban.
Hasta los días de hoy, el Espíritu Santo es un misterio no revelado de Dios que después de haber cumplido con Su misión hace más de dos mil años, en este tiempo Su manifestación, Su presencia y Su acción sucede a través de la Madre de Dios como la Señora del Espíritu Santo.
Es en este tiempo que el Santo Espíritu de Dios obrará a través de las almas que se dispongan a recibir Sus impulsos divinos y Sus Dones.
Sería de gran importancia que el ser humano fuera colmado al menos por uno de Sus Dones, porque eso ayudaría a que la verdadera tarea de cada ser se manifieste según la necesidad de la Divina Voluntad.
El Espíritu Santo acompañó acontecimientos puntuales de la humanidad y, al mismo tiempo, auxilió con Su ciencia y sabiduría en momentos culminantes, en los que solo el Santo Espíritu de Dios podía desviar o revertir un hecho que sucedería.
Sin la acción del Espíritu Santo, en la historia de la raza humana, el planeta como consciencia que evoluciona y vive, habría perdido su dignidad espiritual y el carácter de rescatable.
Por esa razón, Dios envió a Su Espíritu en ciertos momentos de la humanidad para ayudar a Sus criaturas, semejantes a Él.
Dios envió a Su Espíritu a los patriarcas para que de los pueblos surgieran los Dones del Padre y Sus Virtudes, para que despertaran los profetas y anunciadores de la Verdad Divina.
Dios envió a Su Espíritu para que Sus criaturas, a través de Cristo, fueran bautizadas por la potentísima Fuente inmaterial que es el propio Espíritu Santo.
Dios envió a Su Espíritu para que, de la célula principal de Su proyecto: la familia, surgieran los conocedores y los buscadores de la Verdad, para que despertaran los dones y las virtudes de los curadores, de los gobernantes, de los espejos, de los eremitas, de los guardianes y de los servidores.
Dios envió a Su Espíritu para repoblar la Tierra con Su Amor infinito, para que Sus criaturas aprendieran a sentir que la única guía proviene del Padre Eterno y que del Padre surgen todas las fuentes de manifestación.
Después de dos mil años, durante los cuales el Espíritu de Dios obró y se hizo carne entre Sus hijos, a través de Cristo, hoy el Espíritu Santo vendrá con los mismos Dones que recibieron los apóstoles y mártires, por medio de la Sagrada Palabra para colmar los corazones dormidos y oscurecidos de una confirmación y de una confianza absoluta en que, a través del Espíritu Santo de Dios, se cumplirá el Proyecto, que nada ni nadie impedirá que Él actúe a través de los hijos de Dios, que el mismo Espíritu del Padre los hará a todos partícipes de Sus obras de Piedad y de Misericordia, que las Santas Virtudes del Espíritu de Dios puedan despertar y encarnar en la esencia de Sus hijos para que todos los talentos y los linajes estén al servicio del actual y crucial tiempo de la humanidad.
Quien se abra y acoja la llegada del Espíritu Santo tendrá la fuerza interna para representar a la Obra redentora de Cristo sobre la superficie de la Tierra; tendrá la fortaleza para proclamar la llegada del Reino de la Paz y del fin del cautiverio planetario; tendrá el impulso de la fe para seguir transformando su vida completamente según ese mismo modelo espiritual que el Padre Celestial manifestó en los patriarcas y en los profetas.
Dios les viene a dar Su Espíritu a través del Cuerpo y de la Sangre Divina de Su Hijo y a través del Mensaje que es anunciado por Sus Mensajeros Divinos.
Que el Espíritu Santo los ayude a enfrentar el fin de los tiempos, dentro y fuera de ustedes; y que se puedan sostener, en este ciclo definitivo, por la acción del Santo Espíritu de Dios.
Que el Espíritu Santo les traiga la fuerza de la renovación y de los cambios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un nuevo ciclo comienza, mira hacia el cielo y agradece a Dios por las oportunidades de recomenzar. Mira hacia adentro, hacia tu mundo interior, y renueva conscientemente tu compromiso con lo Alto, con el Plan del Creador, con Su Voluntad.
Agradece al Padre por estar en Su camino; agradece por oír Su Voz; agradece por ser parte de Su Plan, por ser parte de Su Voluntad y fruto de Su Gracia, de Su Luz.
Contempla el Verbo de Dios que resuena en el Universo. Su silencio dio lugar al sonido profundo de Su Voz y con Su Verbo, el Creador envía impulsos a toda la vida, diseña nuevamente Su Plan, renueva Sus Intenciones y Su Voluntad, renueva Su Presencia en el interior de Sus hijos y envía nuevos designios a todas las criaturas.
Escucha a la Voz de Dios que mueve a los Universos, que recrea a la Creación y entrega a Sus hijos la oportunidad de recomenzar.
Un nuevo ciclo siempre llega pleno de una nueva esperanza y de una Gracia. Acoge con amor estos impulsos. Vive en tu interior una síntesis de lo que caminaste hasta llegar aquí. Contempla las nuevas metas y emprende un nuevo camino, siempre hacia lo Alto, siempre hacia adentro.
Camina hacia Dios en ti y en las dimensiones sublimes. Elevarse es conocerse a sí mismo.
Agradece también, hijo, que, entre tantas renovaciones e impulsos, también se renueva la Presencia de tu Madre Divina en tu vida. Sus Planes de amor se plasman, cada vez más, en la humanidad. Su Verbo de paz da lugar a la Presencia viva de Su Hijo y Su Corazón hace silencio para que Cristo hable alto y se aproxime más a todos los seres.
Contempla los ciclos, observa los hechos, aprende del movimiento de las estrellas y de las palabras de quienes te guían. Todo tiene un motivo, todo es parte de la Voluntad Divina.
Siente cómo tu Santísima Madre renueva Su "sí", aquel mismo "sí" del primer Misterio de la Alegría. Vive este Misterio de la Alegría en tu propia vida y da también tu "sí" a Dios.
Tienes mi bendición para esto.
Tu padre y amigo,
San José Castísimo
En el principio de la Creación Divina, aun antes de la existencia de los ángeles y arcángeles, de las dimensiones y de las estrellas, el Creador escribió una historia en el Espejo de Su Corazón. Hizo nacer un pensamiento de Su Amor y lo manifestó en colores y en sonidos. Para verlo, lo reflejó en un Espejo que emanó de Su interior y todo comenzó a plasmarse, desde un puro sentir divino.
La historia pensada por Dios y escrita de forma inmaterial en el Espejo de Su Corazón fue repartida entre las dimensiones y colocada en el interior de cada una de Sus criaturas. Todos los hijos de Dios guardan, en sí, una parte de Su Pensamiento. La historia de la Creación se completará cuando todos esos espejos se vuelvan a reunir en uno solo y todo lo que estaba escrito en cada uno de ellos se haya manifestado.
La historia inmaterial, escrita en los espejos, toma vida cuando los seres encuentran la Voluntad Divina en el propio interior y cada paso dado para el cumplimiento de esa Voluntad se torna una información de luz que colma su espacio inmaterial en los espejos de los corazones. Es como si con sus vidas, hijos, pintaran el diseño de la Voluntad Divina para cada uno de ustedes. Este Arte Universal, plasmado en los espejos, se completará cuando todos regresen al Corazón de Dios.
Para manifestar esta Obra Divina, busquen esa Voluntad en los espejos de sus corazones y exprésenla. Encuentren allí los misterios del Origen, el camino de retorno y el sentido del presente, del ahora. Todo esto está en su interior.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Levántate, rompiendo las barreras y las dificultades. El Corazón de Aurora es aquel que hace pulsar su luz entre las tinieblas y nace como el sol, rompiendo la oscuridad de la noche.
Levántate, alzando tu voz para proclamar el triunfo divino en tu interior. El Corazón de Aurora es aquel que guarda el Propósito de Dios para la humanidad y que cura a los seres, recordándoles su origen repetidamente, hasta que la Voluntad Divina se cumpla.
Levántate, lanzando afuera de tu corazón lo que te lleva al abismo, lo que te lleva a retroceder, a desistir. Lanza un grito de auxilio, lanza un grito de triunfo y de fe, para que tu voz sea escuchada en los confines del Universo, en el Corazón de la Creación de Dios. El Corazón de Aurora es aquel que se eleva y que sabe renacer de las cenizas y hacer renacer consigo a todos aquellos que dicen sí.
Jamás desistas. Jamás retrocedas. Deja que se quiebren las resistencias y la degeneración humana, pero no la fortaleza de la esencia que te mantiene de pie y te hace caminar hacia Dios.
Tienes Mi bendición para avanzar.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando el Creador piensa en la manifestación de un alma, escribe toda su trayectoria, desde la creación de su esencia, a partir de una partícula de la Esencia Divina, hasta su retorno a esa Fuente infinita de Vida.
El Padre Celestial diseña con amor los pasos de Sus hijos y coloca en sus caminos todos los aprendizajes que ellos necesitan para crecer, evolucionar y retornar al Corazón del Padre.
La coyuntura celestial que se forma en el nacimiento de un ser, es aquella que él necesita para cumplir con la Voluntad Divina. El Padre diseña en las estrellas los impulsos de luz que esa alma recibirá y, en el instante de su nacimiento, viste en ella esos impulsos y bendiciones, que son los necesarios para su evolución.
Estas coyunturas celestiales son la expresión del Amor y de la Perfección Divina, para que Sus hijos perciban que, aun antes de llegar a la vida, ya recibieron todo lo que necesitan para estar en ella y hacer de esa experiencia una oportunidad para renovar el Amor de Dios.
Las fechas que llaman de cumpleaños, hijos, son momentos en que las almas recuerdan todos los impulsos que recibieron al nacer, recuerdan el propósito de su existencia y reciben nuevamente, del Universo Celestial, los primeros impulsos del Pensamiento Divino, para que en ese día tengan una oportunidad de retomar su camino evolutivo y reparar los desvíos que puedan haber vivido a lo largo de su aprendizaje.
Cuando los corazones se distraen con las cosas del mundo, esos impulsos se pierden, como tantas de las oportunidades que Dios les entrega a los seres. Pero cuando están atentos a los Cielos, en gratitud y reverencia, con el corazón pronto para recibir esas dádivas, pueden renovar su espíritu y su corazón, y comenzar un nuevo ciclo.
Hoy, recibe el Amor y la Gracia Divina, para que un ciclo de paz comience para tu pequeño corazón.
Tienes Mi bendición y Mi gratitud. Tienes el Amor de Dios.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Compañeros Míos:
Reconozco en esta hora, su verdadero esfuerzo y sacrificio por querer cumplir con Mi Divina Voluntad, que es la Voluntad Suprema del Padre, la Voluntad que los congrega y les permite cumplir las diferentes etapas del Plan bajo una protección divina.
Por eso compañeros, hoy puedo considerar, contemplar y apreciar el esfuerzo interior y físico de Mis apóstoles; lo que colma Mi Corazón de una dulce esperanza y atrae para el mundo, aún más, la acción sublime de la Divina Misericordia, una oportunidad que abraza espiritualmente a muchas almas y las lleva ante la Presencia de Dios para poder estar así ante Su Amor compasivo.
Es en esta hora, en la que se vive el sacrificio, que Mi Corazón les entrega la fuerza interior para poder superar los obstáculos y las barreras y así, ustedes compañeros, hagan triunfar Mi Sagrado Corazón en las esencias del mundo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Relicario es el espejo de Mi Corazón. En él se guarda todo lo que Yo viví, como consciencia, desde el Origen hasta el retorno al Corazón de Dios.
En el Relicario se guarda la historia escrita por el Creador para Mi ser. Sobre esas letras de luz, escritas por las Manos de Dios, fui caminando a lo largo de Mi evolución. Mis pasos tocaban sus letras doradas y abracé con amor cada uno de Sus designios.
Cuando contemplan el Relicario de Mi Corazón Yo les irradio a ustedes esa experiencia de obediencia incansable. A través de ese espejo de luz, Mi paz se expande y todo lo que hoy soy puede tocar a la humanidad.
Hoy, hijos, no soy solo el padre adoptivo de Jesús. Mi Corazón aprendió a retornar a Dios y, guiado por el Creador, alcancé la plenitud de cumplir Su Voluntad. Mi consciencia se expandió para ser parte de Su Plan y Me torné un lápiz en Sus Manos.
Sin cuerpo y sin forma, Mi espíritu retornó al Origen de la Vida, pero Mi consciencia sigue sirviendo al Creador hasta que la última de Sus criaturas alcance la unidad con ÉL.
A través del Relicario de Mi Corazón les traigo esta experiencia para que su evolución también camine según la Voluntad Divina.
Amen seguir los pasos que Dios escribe para sus vidas y, aunque muchas veces esto les sea una invitación al sacrificio, este sacrificio los conducirá al Origen.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Para comenzar a buscar la iluminación de la consciencia, ustedes deben amar a Dios, a Su Plan y a Su Voluntad por encima de todas las cosas; deben desenvolver la percepción de Su Presencia en todas las formas de vida y saber que todos los seres necesitan expresar su potencial como criaturas provenientes de Dios para que, entonces, encuentren la paz y expresen la paz en el mundo.
Sin saber la verdad sobre sí mismos, los seres caminan en la oscuridad de la ignorancia confundidos entre las miserias, los deseos y las destrezas que no expresan lo que ustedes vinieron a expresar en el mundo.
Por eso, a veces se torna tan difícil amar y aceptar al prójimo como él está. Digo "él está" porque ellos aún no saben para lo que verdaderamente fueron creados para ser, pues esto aún se oculta en su interior. Pero, antes de que vean la verdad expresarse en sus hermanos, primero deben saber que ella existe y deben amarla, sentir la necesidad de que ella se torne vida en sí mismos y en el prójimo. Así, su búsqueda será verdadera y su aspiración pura los conducirá al camino correcto, al camino de la Voluntad de Dios.
¿Por qué les digo esto?
Porque muchas veces su atención está en las cosas del mundo y en las realizaciones humanas, cuando en verdad el ser humano solo se realiza cuando es capaz de expresar la Voluntad Divina y participar de Su Verdad Celestial. Allí, entonces, ustedes podrán discernir, actuar y hasta aun disponer de las destrezas humanas para convertirlas en instrumentos de la manifestación de la Obra Divina.
Sin dejar de asumir sus responsabilidades, profundicen en el sentido por el cual ustedes las llevan adelante.
Miren hacia el prójimo, buscando sentir el amor y la aspiración de que él se encuentre a sí mismo. Estén en la vida con la aspiración de que ella encuentre su sentido.
Inspírense en la manifestación de la naturaleza, en la realización de las flores y en la belleza de aquel porcentaje de la vida que sí cumple con la Voluntad Divina y que encontró su realización, su plenitud.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más