Maratona della Divina Misericordia
APPARIZIONE DI CRISTO GESÙ GLORIFICATO NEL NUCLEO-LUCE IMMACOLATA CASA DEL SOLLIEVO DELLA SOFFERENZA, SÃO CARLOS, SÃO PAULO, BRASILE, AL VEGGENTE FRATE ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PER IL SECONDO GIORNO DELLA 123a. MARATONA DELLA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Después de Mi Resurrección y luego de Mi reaparecimiento a los apóstoles y a las santas mujeres, el Padre Eterno Me pidió en aquel tiempo que no solo formara a los apóstoles en el sacerdocio, sino que a través de la divina inspiración de Mi Madre Santísima se pudiera establecer en la Tierra una gran red de servicio, capaz de inspirar a todos los seguidores de Cristo a través de los tiempos, para que vivieran bajo esa misma Ley del servicio espiritual y material.

Porque en la Ley del servicio a Dios, no solo el alma encuentra la liberación de sí misma, sino que se encuentra internamente con la Divina Piedad, emanación predilecta de la Divina e Insondable Misericordia.

Después de que Mi Santísima Madre instruyó a los apóstoles en el servicio y en la caridad, las siguientes comunidades cristianas, que existieron en aquellos tiempos, dieron continuidad a la obra de servicio y de espiritualidad; que es lo que la Jerarquía Divina ha intentado, a través de los tiempos y de los siglos: llevar a la humanidad al camino del servicio como un camino de liberación propia.

Por eso, compañeros, para que ustedes aprendan a comprender si es la Jerarquía verdadera la que les habla, contemplen con sus propios ojos y a través de los tiempos si las verdaderas obras de servicio se sostienen por sí mismas, porque si esto sucede significa que son obras auténticas.

Y ustedes, amigos Míos, fueron llamados a través de los años y de los tiempos a que, por intermedio del fundador de esta Obra, no solo ingresaran en el camino de la elevación de la consciencia y del despertar, sino que en sus propios caminos pudieran encontrar la vida integral del servicio, una vida que no tiene intereses ni condiciones, una vida de servicio en cada corazón que solo expresa el amor a Dios y al Plan.

Y muchos de ustedes fueron participantes de todo esto a través de los años, comenzando por Mi querida Comunidad Figueira, formada por las almas que en los principios fueron autoconvocadas para ser fundadoras auténticas de esta manifestación en la superficie de la Tierra, que no pertenece a nadie, sino solamente a Dios y a Su Plan.

Por eso, les hablé en los últimos días sobre volver a los orígenes, a las verdaderas raíces y atributos de la espiritualidad de Figueira, que inspiraron y manifestaron todo lo que Dios necesitaba en aquel tiempo.

Y esto fue tan importante y destacado, que esta manifestación, parte de la Voluntad de Dios, se siguió expandiendo a través de los tiempos por intermedio de nuevas comunidades y núcleos de trabajo en el planeta.

Es que Dios, compañeros, no trabaja en las cosas que son grandiosas o expuestas, Él trabaja en los más pequeño e insignificante, en lo más silencioso y anónimo.

Y lo vuelvo a repetir para que ustedes lo tengan claro y, sobre todo, lo graben en sus consciencias, para que aprendan a diferenciar la verdadera Obra de Dios de la que no lo es; porque en este mundo, y sobre todo en este tiempo, muchas aparentes oportunidades les son ofrecidas a todos.

Entonces, ¿cuál es el verdadero camino a seguir?

Es el camino del corazón, del corazón que se une verdaderamente a la Jerarquía, para volverse y convertirse en un instrumento puro que sea capaz de estar vacío todo el tiempo, para que las Leyes de la Divina Voluntad puedan intervenir a través de ese instrumento.

Quiero que sepan, compañeros Míos, que así como los santos apóstoles y las santas mujeres vivieron el servicio de forma auténtica, todos ustedes y sus hermanos del mundo entero son llamados a vivir bajo la misma escuela y el mismo fin, para que la Divina Piedad esté presente en el planeta y en la consciencia humana, para que no sea necesario que la Ley de la Justicia Divina descienda al mundo, para que el sufrimiento y la miseria sean aliviados por la Misericordia, y las almas del mundo, todas las almas posibles, alcancen la felicidad de servir a Dios y no la pena constante de estar sufriendo sin salir de ese punto.

Por eso hoy, vengo a hacerles un pedido especial: deseo que, a lo largo de los próximos tiempos y sobre todo en el próximo ciclo, se multiplique dentro de esta Obra y en todos los lugares donde esta Obra existe, lo que ustedes han consagrado como Proyecto Fraterno Servir.

Necesito que la Obra sea renovada a través del servicio, que todos puedan seguir un mismo camino y un mismo principio. Esto, compañeros, no anula todas las obras que siguen aconteciendo a través de esta Obra, todas las oportunidades de servicio aun a los Reinos de la Naturaleza.

El Proyecto Fraterno Servir ha sido un ejemplo anónimo, y diría secreto, de cómo a través de una donación auténtica y verdadera, las almas del mundo, inclusive las familias, recuperan la esperanza y la dignidad de sentirse Hijos de Dios.

Recuerden que esta es Mi principal finalidad: que a través del Proyecto Fraterno Servir, expandido en toda esta Obra, las almas reencuentren el sentido de poder ser Hijos dignos de Dios, así como ustedes lo pueden ser en este momento.

¿Para qué les estoy pidiendo esto?

Para que las almas puedan salir un poco más de sí mismas y se entreguen en donación al prójimo, al que más necesita, al que más pide por ayuda, que se entreguen por aquel que perdió la paz y la alegría de sentirse amado, desde los más pequeños hasta los más ancianos.

Todos se pueden ver beneficiados por este proyecto de caridad que, en esencia, debería ser el mismo proyecto para todos, que es traer hacia la Tierra la Gracia incalculable de la Ley del Servicio que ayudará en este tiempo a su Maestro y Señor para interceder por la humanidad perdida, para interceder ante las guerras que hoy suceden y que hacen perder miles de vidas en el mundo.

De alguna forma, toda esta desgracia planetaria debe pagada y ya les he dicho, más de una vez, que Nuestros Sagrados y Benditos Corazones ya no quieren escuchar a un niño llorando por hambre, por sufrimiento o por persecución, y que Nuestros Sagrados Corazones ya no quieren ver sangre inocente correr por las calles de este mundo.

¿Ahora, comprenden la importancia de este momento como una puerta que se abre para la preparación del Retorno de Cristo?

Así, más allá de las interferencias que no tienen ningún sostén y que se derrotan a sí mismas, no impedirán el triunfo de Mi Sagrado Corazón en la vida de las personas, en la vida de cada corazón humano.

Quiero despedirme de aquí con una luminosa sonrisa, con un Corazón en gratitud; colocando una Mano sobre Mi Corazón y la otra para bendecirlos, para que en los próximos tiempos todos puedan dar frutos en abundancia y sus vidas sean el verdadero testimonio de la redención y de la paz.

Así, vuelvo a bendecir a Mi pequeña Tierra Santa, que extenderá sus bases y pilares en el próximo tiempo, que volverá a guiar a los corazones de toda esta Obra para vivir el Fraterno Servir, la necesidad imperiosa de servir por amor a los que sufren. Así, darán continuidad a la Ley del Servicio en el planeta.

Les agradezco y les vuelvo a dar Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mi Corazón se restauró con la alegría y la valentía de los consecuentes con Cristo.

En Dios.

Messaggi settimanali
MESSAGGIO SETTIMANALE RICEVUTO, NEL CENTRO MARIANO DI FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASILE, TRASMESSO DALLA VERGINE MARIA, ROSA DELLA PACE, AL VEGGENTE FRATE ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cari figli:

Durante questi giorni e dovuto alla gravità delle guerre ed allo spargimento di sangue innocente, i Nostri Tre Sacri Cuori stanno cercando di fermare il male che ha invaso la mente ed il cuore dei Miei figli di alcune nazioni.

Per questo, oggi Io vengo specialmente a chiedervi, ora più che mai, di accompagnarMi in preghiera affinché i Tre Sacri Cuori intervengano per tutte le famiglie e specialmente per i bambini che soffrono la guerra, l'annichilimento, l'invasione ed il maltrattamento.

Nel nome del Nostro Creatore e Signore dell'Universo, vengo a chiedervi di fermare le armi affinché la porta incerta della malvagità nel mondo non continui ad aprirsi

Vengo a chiedervi, in nome di Dio, che non prevalgano più gli interessi delle nazioni, affinché i più svantaggiati non si vedano nell'urgenza di sfuggire al terrore ed alla morte.

Cari figli, questo è l'atteso tempo della tribolazione e dell'Apocalisse. Per questo, più che mai, Io vengo a chiedervi di riconoscere ogni giorno la Presenza di Dio in voi e di ricordare, attraverso la Presenza Divina, che siete tutti fratelli e sorelle di uno stesso Padre che è nei Cieli. Così, Miei figli, il mondo nel suo insieme non continuerà a separarsi dall'Amore e dalla Luce.

Prego, giorno e notte, affinché il mondo raggiunga la pace. Pregate con Me ogni giorno, affinché gli angeli, tormentati dalla guerra, possano sostenersi.

Vi ringrazio per rispondere alla Mia chiamata!

Vi benedice,

Vostra Madre, la Vergine Maria, Rosa della Pace

 

Dopo aver trasmesso il Messaggio settimanale, Nostra Signora Ha accompagnato la consacrazione della Santa Eucaristia, secondo il seguente racconto:


Frate Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Celebriamo insieme alla nostra Madre questo momento di consacrazione.

Ci disponiamo, in questo momento, a partecipare a questo mistero d'Amore che Cristo ci Ha lasciato nella Presenza di Maria, la Nostra Signora.

 E, nel silenzio del nostro cuore, davanti al Cuore di Maria, della Regina della Pace, purifichiamo il nostro cuore, la nostra coscienza; affinché, bagnati dal Suo Amore Materno, prepariamo il nostro mondo interiore a ricevere di nuovo il Corpo ed il Sangue di Cristo, che saranno transustanziati in questa celebrazione che Maria accompagnerà con attenzione e cura.

Nostra Madre ci dice, in questo momento, che nella notte quando Gesù stava riunito con i Suoi apostoli, Lei in un'altra parte di Gerusalemme stava riunita con le sante donne e, attraverso i loro spiriti, le loro coscienze, si unirono al sacrificio del Figlio di Dio, sacrificio che nell'etere della Terra lascerebbe plasmata la presenza eterna del Suo Amore e della Sua Misericordia per le anime.

E, in quell'ora, tutti i peccati da Adamo ed Eva fino al presente, fino alla fine dei tempi, erano contemplati dal Nostro Signore e dalla Nostra Signora che, in riparazione ed in amnistia, offrivano a Dio per mezzo degli angeli.

Così, quella Comunione, che Cristo officiò e celebrò con i Suoi apostoli nell'Ultima Cena, arrivò a Maria, nostra Madre, ed alle sante donne, attraverso le mani degli angeli, per mezzo di una forma luminosa di Luce, forma che entrò nell'anima di Maria e delle sante donne per stabilire definitivamente quella alleanza con la Volontà di Dio per mezzo del Figlio Primogenito.

In quella notte, in cui Gesù incontrava i Suoi apostoli e Maria era riunita con le Sue discepole, le sante donne, quando Gesù prese il pane e lo elevò a Dio in ringraziamento, in offerta ed in sacrificio, Maria chiese a Dio che Lei potesse morire spiritualmente insieme a Suo Figlio, per la remissione di tutti i peccati che erano stati commessi dal principio, da Adamo ed Eva fino alla fine dei tempi, affinché le anime potessero ricevere l'abbondanza dell'Amore di Dio, quell'Amore che le avrebbe rinnovate e che le avrebbe aiutate ad andare avanti ad ogni passo.

Così, Gesù spezzò il pane e offrendolo ai Suoi compagni con uno sguardo paterno, amorevole ed attento, disse loro, così come disse a Sua Madre ed alle sante donne, in spirito: "Prendete e mangiate tutti da Esso, perché questo è il Mio Corpo che sarà consegnato dagli uomini per il perdono dei peccati".

 

Ti lodiamo, Signore, e Ti benediciamo.
Ti lodiamo, Signore, e Ti benediciamo.
Ti lodiamo, Signore, e Ti benediciamo.
Amen.

 

Riveriamo.

E, così, la forma di Luce entrò negli apostoli, in Maria e nelle sante donne, preparandoli alla Dolorosa Passione di Gesù.

E, prima di consumare quell'alleanza con l'Eterno, Gesù prese con le Sue Mani il Santo Graal, che elevò ai Cieli, anche in offerta ed in sacrificio per le anime.

In quel momento, Maria Santissima e le sante donne, in Comunione Spirituale, si offrirono per essere le prime custodi del Sangue Prezioso di Cristo, che sarebbe stato versato dal momento della flagellazione fino alla cima del Monte Calvario e, così si potesse stabilire, in onore del Figlio di Dio, la scienza spirituale della Via Sacra, degli impulsi cristici che il Maestro lasciò impregnati e registrati ad ogni passo della Croce.

 Così, Gesù dopo aver transustanziato il vino nel Suo Prezioso Sangue, passò il Calice ai Suoi apostoli e, in spirito, alle sante donne, per mezzo degli angeli, dicendogli: "Prendete e bevete tutti da Esso, perché questo è il Calice del Mio Sangue, il Sangue della nuova ed eterna alleanza tra le anime e Dio, il Sangue dell'Agnello che sarà versato per la remissione di tutte le colpe, fate questo in memoria di Me fino a che Io ritorni al mondo".

 

Ti lodiamo, Signore, e Ti benediciamo.
Ti lodiamo, Signore, e Ti benediciamo.
Ti lodiamo, Signore, e Ti benediciamo.
Amen.

 

Riveriamo.

E, in quel momento, gli angeli che erano presenti nella transustanziazione del pane e del vino, nell'Ultima Cena, misero a disposizione, a partire da quel tempo e fino alla fine dei tempi, tutti i calici che avrebbero ricevuto l'offerta delle anime che si sarebbero consacrate e avrebbero vissuto per Cristo ed in Cristo.

 Così, collochiamo la nostra anima ed il nostro spirito davanti a quell'offerta; collochiamo la nostra vita e la nostra essenza dentro quei calici affinché, come questa celebrazione, quei calici siano offerti a Dio in riparazione ed in Misericordia.

Così, Gesù elevò il Suo Corpo ed il Suo Sangue per testimoniare la Presenza Infinita e Misericordiosa dell'Amore di Dio.

Gli apostoli, Maria Santissima e le sante donne contemplavano, in quell'istante, l'istituzione del Legato Cristico di Amore e di Redenzione.

 

Preghiera: "Padre Nostro".

 

E, così come Cristo rappresenta la Pace universale e la Pace per il mondo, invochiamo, insieme al Cuore Immacolato di Maria, la discesa della Pace


Signore, Io non sono degno che Tu entri nella mia casa,
però una Tua Parola basterà per curarmi.
Amen.


E, così come condividiamo la Pace di Cristo, irradiamo la Pace di Maria ad ogni Cristo Interno.

E, annunciamo, in questo momento, la Comunione Spirituale a tutti i mondi interni e alle anime che sono nel mondo e che necessitano di quella Presenza Cristica interiore.

Su richiesta di Maria, in questo momento di Comunione, cantiamo "Fai di me niente", affinché in quel vuoto interiore che dobbiamo cercare ad ogni passo, possiamo essere colmati del Tutto, della Presenza di Dio.

Chi siamo

Associazione Maria
Fondata nel dicembre 2012, su richiesta della Vergine Maria, l'Associazione Maria, Madre della Divina Concezione è un'associazione religiosa, senza legami con alcuna religione istituita, di carattere filosofico-spirituale, ecumenico, umanitario, caritativo, culturale, che supporta tutte le attività indicate attraverso l'Istruzione trasmessa da Cristo Gesù, la Vergine Maria e San Giuseppe.

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