Miércoles, 6 de enero de 2016

Mensajes mensuales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE LA 30.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Al igual que los doce apóstoles sentados a la mesa, hoy los tengo a todos cerca de Mí, para colmarlos con Mis Dones de vida espiritual, para mostrarles el Propósito de Dios en estos tiempos de caos.

Yo Soy ese Sol que brilla en las tinieblas de estos tiempos finales. Yo Soy el Corazón Eucarístico para el universo de las almas, para todos los espíritus que están en Dios; pero también vengo por los pecadores, por los que Me dan las espaldas a través de los que Yo envío para entregar Mi palabra de salvación.

Hoy están ante Mi cenáculo no solo con los doce que Me siguieron en el principio para dar el impulso mayor de la cristificación de la humanidad, proyecto que ha sido alcanzado solamente por muy pocos. No pierdo las esperanzas, la batalla no ha terminado y aún la tregua no se ha establecido porque el Apocalipsis no ha pasado y los corazones no conocen lo que sucederá.

Yo vengo a dar fuerza a los mundos internos en donde verdaderamente vive Dios y Su gran experiencia de amor. Mientras las fuerzas del mal se desatan furiosamente sobre el mundo para conquistar los corazones, vengo a establecer, en los nunca vistos, Mi verdadero cenáculo de consagración impregnado por el Propósito de Dios y por Su divino pensamiento en toda esta creación y para toda esta raza.

Si Adán y Eva rompieron con el proyecto, la humanidad tuvo que asumir sus propias faltas a lo largo de los tiempos y de las generaciones. Pero encarné en este mundo para dar fin a esas cosas. Yo Me ofrecí por ustedes en la Pasión y en la Cruz, en la Muerte y en la Ascensión para ser ese hilo de luz que unía todos los mandamientos.

Ahora que ya saben que deben amarse los unos a los otros, deben apoyarse. Deben aprender a sanarse por medio de la experiencia del amor y de la unidad. En eso Mi adversario no podrá trabajar porque no conoce qué es el Amor Verdadero de Dios. Cuando él estaba en el Cielo se confundió y la Ley lo destituyó; será el último que será vencido por la fuerza de Mi propia Sangre cuando retorne al mundo en gloria y en luz.

Mientras eso está por suceder, los buenos cristianos serán perseguidos y los que creen en Mí serán maltratados, no por castigo sino para que hagan como Yo lo hice. En el silencio Me entregué por Amor, por Redención y por Salvación. No deberán pensar quién lo vivirá ni cómo sucederá. En el Corazón del Padre está todo escrito, mas ustedes seres de la Tierra, creados a imagen y semejanza de Dios desde el inicio del proyecto de la Tierra y de la humanidad, pueden cambiar los acontecimientos cuando son verdaderos, puros y humildes.

Los pecados abrazan a muchos corazones que no encuentran consuelo ni salida. Yo les doy la tabla de Mi Misericordia para que la hagan conocer. Esa tabla sustituye a sus faltas en el libro del universo donde todo está escrito, desde el principio y hasta el fin. Yo les dije hace un tiempo que Soy ese Omega que viene a dar final a todas las cosas, pero para eso será necesario pasar por la transición.

Sé que muchos de sus corazones quisieran escuchar palabras de esperanza, pero este tiempo ya fue escrito en el corazón de los profetas, en los pueblos del ayer.

Yo Soy esa estrella que brilla en el universo, que ascendió hacia la casa del Padre para primero retornar en la divinidad de los seres y en los espíritus de los obreros de Dios que trabajan sin cansancio para concretar el Plan. Ya no sufran por sus imperfecciones, solo trabajen para concretar Mis planes y les daré la fuerza de la transformación y de la vida de todo el universo.

Yo Soy ese Sol que viene a anunciarse nuevamente en el fin de los tiempos así como una vez vine a este mundo para morir por ustedes. Yo Soy ese Sol glorioso, ese Sagrado y Glorificado Corazón que les trae la Gracia y la Misericordia; por eso Mi enemigo trabaja para disipar la aspiración de los corazones de encontrar Mi Misericordia y Mi Paz.

Los soldados se forman en las primeras filas del Apocalipsis y el espíritu de todos los hombres se prepara para enfrentar el tiempo final. Quisiera poder decirles todo lo que está previsto, pero la humanidad cambia el destino de las cosas como consecuencia de sus acciones y de sus cometidos.

Deben aprender a amar la voluntad de Dios sin juzgarla ni replantearse si está bien o no. Deben amar la Voluntad del Padre así como Yo la amé y como siempre la amaré porque es una voluntad colmada por el Amor de Dios, por Su Corazón purísimo y noble para todo el universo. La voluntad humana es lo más duro de morir, es la piedra más resistente en el corazón de los hombres y detrás de ella está la soberbia y está la negación.

Vengo a darles el impulso para transformar todas esas cosas, para que no sean los mismos. Vengo a dibujar por medio de sus vidas los nuevos caminos hacia el Señor. Por eso mientras se purifican o cuando se alegran deben agradecerle a Dios, porque en verdad Yo siempre les estaré extendiendo Mi Mano para darles fuerza interior y motivos para cambiar la vida, para cambiar la genética de la Tierra, de toda la humanidad.

Vine a través de Jesús para mostrarles el camino de la superación, de la redención, de la trascendencia. A pesar de estar constituido como un Ser Divino, los apóstoles alcanzaron los mismos prodigios que Yo viví por intermedio del Arcángel Miguel. Si ustedes tienen fe todo es posible y nada se hace esperar. Esa forma de Proyecto de Dios desciende y se realiza en el corazón de todos los seres.

Espero que todas las almas reconozcan Mi Presencia en este lugar en donde la aurora amanece en la vida de cada ser. Dejo en este lugar olvidado, el refugio de Mi Corazón para los tiempos que vendrán y espero que Mis apóstoles tomen partido para cuidar de este refugio que espiritualmente dejo aquí y que servirá para las almas que vendrán a buscar ayuda, así como el santo oratorio de Miguel Arcángel.

Vengo a recordarles la humildad de las cosas en la simplicidad de las formas y en la belleza de lo manifestado. Todos deben ser portadores del espíritu de la armonía y de la vigilancia de todo lo que es sagrado, de los cuidados que eso necesita para que perdure a lo largo de los tiempos.

Todos los orantes tienen la misión, en Mi nombre, de ayudar en la manifestación de los Centros de Luz de las comunidades que Yo establezco, para la gran tarea final. La Figueira debe seguir dando brotes, flores y frutos para que nazcan nuevos Centros de Luz que servirán de apoyo en la transición de la Tierra y especialmente a los grupos de la misericordia que han respondido a Mi llamado en todo este tiempo.

Así podrán ver, compañeros, que cuando ya no estemos más aquí para anunciarles Nuestra palabra, estará Nuestro Espíritu hasta el momento en que retorne a este mundo para volver a redimirlo y encaminarlo hacia la Nueva Humanidad. No habrá otro lugar en la Tierra hacia dónde ir, sino adonde ustedes han trabajado espiritualmente durante tanto tiempo para aprender e instruirse, para crecer en la oración y en el servicio a los demás. Cuando todo esté más difícil, Mi Iglesia extendida por toda la Tierra reconocerá lo que Yo hice aquí, y será tarde para los impíos, para los que dicen ser inmortales delante de Dios.

Dios es el Espíritu de Inmortalidad de ustedes, es el Espíritu Eterno y Omnipresente, así como lo es Su Hijo, que nació del Espíritu de la Inmortalidad para darles la vida eterna y enseñarles a trascender los tiempos por medio del Amor y del Sacrificio.

Instituyo aquí una señal que será vista en el corazón de los que creen no solo por su fe, sino por el amor a lo desconocido, el amor a la superación de sí mismos por Mi nombre santo. Por eso hoy los tengo sentados a la mesa, celebrando esta primera comunión espiritual, en lo alto del Monte Sinaí. Porque recuerden que Yo Soy ese hilo de luz que une los mandamientos.

El próximo mes, espero ver aquí en este Centro a los que dicen estar Conmigo, para implorar por Mi Misericordia para esta humanidad. Pues lo que sucederá con las misiones será importante, y esta obra aquí debe ser apoyada. La Aurora lo necesita, así como Aurora se los ha dado en cada nuevo encuentro interior.

Los grupos de oración deben organizarse para estar el próximo mes en este refugio que Yo les estoy entregando. Así constituiremos una nueva ceremonia de redención para los que sufren en la humanidad y serán portadores de Mis bendiciones paternales.

En este sagrado cenáculo, sobre el Monte Sinaí, encuentro a muchos viniendo hasta Mí para presentarme muchas peticiones. Yo los escucho cuando la oración es verdadera, así como lo ha sido en estos días, en los que Mi Corazón se alivia de los pecados del mundo de los que olvidan al Señor.

Es tanto amor el que tengo para darles que no lo soportarían. Cada gota de sangre derramada en la Pasión, fue una gota de amor por el mundo, por cada una de las almas en el transcurso de los tiempos. Si contaran cuánta sangre derramé en la cruz, en el calvario o en la flagelación, y también en la coronación de espinas, comprenderían cuánto los amo, porque Mi Padre los ama a través de Mí.

Les dejo esta señal y traigo sosiego a sus corazones. En la Luz que proviene del infinito, Yo los bendigo en el Nombre Santo de Mi Padre, la Luz Victoriosa de Su Hijo y en el Poder de los Dones del Espíritu Santo, uniéndonos con lo Alto y lo Superior, renovando su esperanza y fortaleciendo su fe, para poder vivir así como Yo lo espero.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Cristo Jesús Glorificado

Lunes, 4 de enero de 2016

Mensajes mensuales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 30.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando estábamos orando la Coronilla de la Divina Misericordia comencé a ver al Maestro muy silencioso, muy introspectivo, caminando por un desierto diferente al de la última vez. En ese momento, el Maestro que era seguido por los apóstoles que estuvieron con Él en el pasado, me mostró que caminaba por regiones de Egipto y que se dirigía hacia un cierto lugar. Hasta ese momento no sabíamos de qué se trataba o lo que Él estaba viendo.

A medida que íbamos orando, Él empezó a subir de a poco una escalera de piedra bien larga que contorneaba una gran montaña. En ese momento Él mostró la imagen de Moisés con los pueblos del desierto de aquél tiempo y en ese mismo lugar. El Maestro estaba haciendo el mismo recorrido, que Moisés había realizado, por esa escalera hasta la cima del Monte Sinaí. Después de un tiempo llegó a la cima y comenzó a mirar hacia el abismo, hacia el horizonte, donde se dibujaban otras montañas y otro desierto alrededor del Monte Sinaí y como por encima, comenzaron a aparecer escenas de varias situaciones del planeta. En una de ellas el Maestro contemplaba en profundo silencio y luego la señaló con Su Mano para que los apóstoles también aprendieran y se instruyeran con lo que Él quería mostrar. En ese momento el Maestro estaba vestido con una túnica de color marrón claro, también tenía como un velo marrón que cubría Su Cabeza y observaba la escena que se desarrollaba: era la situación en Medio Oriente. A partir de esa escena, comenzó a contemplar otras y utilizó la situación que ahora se está viviendo en el planeta para instruirnos un poco sobre eso. En cuanto hablaba, intentaba colocar a través del mensaje a nuestras consciencias en otro punto, como Él decía: “En otro escalón”. Él necesita que todos estemos allí como consciencias, como hermanos para poder ver las cosas con la gravedad como Él las ve.


Lleven Mi Corazón Misericordioso como un emblema para estos tiempos finales.

Desde Egipto, en lo alto del sagrado Monte Sinaí hoy emito para el mundo la sagrada palabra de salvación. He venido a Egipto por segunda vez, después de haberlo visitado cuando era niño con Mi Bendita Madre y con Mi Amado Padre San José. Estoy en el lugar en donde Mi Padre Moisés recibió las primeras instrucciones para el mundo, los Diez Mandamientos. He subido a lo alto del Monte Sinaí con los apóstoles en espíritu de vida para mostrarles lo que en aquél tiempo pasado sucedió.

Vengo en este día de oración para recordarles el legado fundamental al que muchos no quisieron prestar atención por dejarse arrastrar por los pecados del mundo. He subido hasta la cima del Monte Sinaí para reintegrar con Mis propias Manos la restauración de las diez básicas Leyes, las que en estos tiempos de hoy ya no son respetadas.

Cuando Me encontré con Elías y Moisés en el monte de la transfiguración, concluimos una etapa de la enseñanza y esa enseñanza aún está vigente en los tiempos de hoy.

Amarás a Dios por encima de todas las cosas, y Su Pastor complementó en aquél tiempo: amarás a Dios por encima de todas las cosas, y a tu prójimo así como te amas a ti mismo. Esta Ley primera no fue comprendida ni practicada.

Tampoco se vivió el mandamiento: no cometerás adulterio y tampoco el de no matarás. Fue así que el Hijo de Dios se entregó como cordero para ser llevado al matadero y para que todas las Leyes no se precipitaran sobre el mundo. El Cordero fue llevado al más doloroso matadero y en silencio dio la vida por todos.

Por eso hoy, en gloria y espíritu Me encuentro en la cima del Monte Sinaí para recordarle al mundo y a todas las almas que las Leyes básicas no fueron cumplidas por la mayoría, a pesar de que el gran Cordero fue llevado al matadero y entregó Su Sangre por ustedes.

Vengo para darles la señal verdadera de su salvación. Vengo para demostrar que muchos de los que se dicen sabios están equivocados y no han hecho cumplir las Leyes de Mi Dios. Si las Leyes fueron entregadas por Adonai son para ser practicadas en la experiencia de la vida. Aún muchos creen tener victoria por encima de los otros pero están muertos.

Vengo a desvendar a los que se dicen inmortales y están dentro de Mi Iglesia.

Vengo a desmitificar a los que se dicen héroes de Mi Institución Divina, porque en verdad, le pedí a Pedro el Apóstol que solo hiciera fundar la verdadera iglesia del corazón, no la iglesia de la posesión.

Las obras se cumplen espontáneamente. Si las obras no son espontáneas, estas son falsas, no son verdaderas. La cabeza de Mi iglesia espiritual se da a través de los simples, de los verdaderos y de los humildes servidores que no son vistos por las multitudes. En ellos está el Poder multiplicador de Dios, en ellos está la obra única para estos tiempos. Es por eso que he venido a recordarle a los letrados y a los que se dicen sabios que la verdadera iglesia mora en el espíritu de cada corazón entregado a Mis designios. No existen dos iglesias, solo existe una, que es la morada de los puros, de los inocentes.

Por eso, desde lo alto del Monte Sinaí declaro amorosamente que no están cumpliendo con lo que he pedido, dar sus riquezas a los más pobres, dar sus banquetes a los hambrientos. La Iglesia Celestial está apoyada en los olvidados de siempre, en los más simples de corazón. Si los que dicen seguirme no cumplen las Leyes, ¿cómo los demás las cumplirán?

No vengo para acusar a nadie, sino para corregir lo que está torcido desde el principio.

Sepan que Mi nombre santo es de todos, Mi nombre no es posesión de nadie ni de ninguna autonomía. Vine al mundo por los desesperados y no por los fariseos vestidos ahora de tiempo actual.

Mi verdadera morada está en los corazones cristalinos. Está en los que hacen sonreír a un niño con simplicidad. Está en los que extienden sus manos a los enfermos y a los poseídos de espíritu. Mi Presencia está en el espíritu de las personas simples y no en las paredes de los templos. Busquen la iglesia que vive en su interior para que Yo pueda cenar con cada uno de ustedes.

Es de esa forma que desde lo alto del Monte Sinaí Mi mirada ya acompaña los pasos de los que verdaderamente se encaminarán a entregar sus vidas en esta próxima misión a Medio Oriente, así como otros seguidores Míos lo hacen. Porque los que dicen que hablan de Mí en el mundo entero, no están en donde existe el dolor del mundo, el hambre y la desesperación por tan largo exilio.

Un verdadero apóstol de Cristo no trabaja para Mi Padre desde su butaca, un apóstol de Cristo da un poco más de lo que puede dar, hasta que duela. La verdadera paz se alcanza en los desafíos extremos. No basta mirar con consuelo al que sufre, solo basta entregarle un lugar de alivio y de refugio.

Quisiera que en esta Maratón sus consciencias, después de veintinueve encuentros, ya estén en otro escalón de caridad y de servicio. Háganlo no solo por los que padecen el exilio por las guerras, sino también por aquellos que gobiernan y rompen las Leyes de Dios. Enfrenten a través de esta Maratón un Armagedón con fe y esperanza, sin bajar los brazos, sin dejar de sentir en el interior el pedido de misericordia. Este ya es el tiempo de las batallas, pero también el de las últimas Gracias. Declaren a Mi Corazón su confianza en Mi y dónense por entero sin miedos. Así el mundo, al menos una pequeña parte, será digno de estar en el Señor y de retornar a Su Plan infinito. Que esta Maratón los unifique todo el tiempo. Que esta Maratón los haga crecer en madurez asumiendo sus lugares en esta batalla final.

Que Mis soldados sostengan la antorcha de la victoria de Mi Misericordia hasta el final, aunque tengan que dar la vida por Mí para defender Mi Obra redentora.

Es así que desde el corazón del desierto de Egipto, de lo alto del Monte Sinaí, envío un saludo de paz. Que esta paz se haga eco en los corazones abiertos a escucharme.

Bajo la Misericordia de Dios sean bienaventurados y mansos.

Los alienta, los ama, los guía,

Cristo Jesús Glorificado

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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