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Tu primera conexión con el Universo debe ser la oración, porque la oración es la que preparará a tu consciencia para cruzar las dimensiones y ser digno de encontrar a Dios y a Su Verdad universal y divina.
Para adentrar en los portales y revelar los misterios más sublimes del Cosmos infinito, debes primero entrar en los portales de tu propia consciencia, revelando el lodo y el barro que debes transformar antes de llegar a Dios.
Tanto para cruzar los portales del Cosmos como para cruzar los portales de tu propio interior hay algo que tu consciencia debe saber: sin amor, nada te será revelado. El amor es lo que te hace digno de estar en Dios, y es el mismo amor el que te permite lidiar con las miserias de tu consciencia, transformándolas de forma correcta.
En oración, aprenderás a amar. Por eso, ora y deja que sea el propio Dios quien conduzca tu consciencia hacia los portales que ya estás preparado para cruzar.
No temas, hijo, porque tanto el autoconocimiento como el conocimiento del Cosmos son fuentes de sabiduría y de evolución, son revelaciones que se complementan y que son necesarias para retornar plenamente al Corazón del Padre, aunque estén en vida.
De la misma forma como decimos que hay muertos en vida, también decimos que es posible retornar a Dios en consciencia y seguir en este mundo. De esta forma, los seres estarán en Dios, en Su Pensamiento, en Su Sentimiento, en Su Mente, en Su Corazón y, como un lápiz en Sus Manos, diseñarán la manifestación de Su Plan en la Tierra.
Todo comienza con la oración, pero no con la oración vacía, con distracciones o por obligación. Todo comienza cuando los seres aprenden el verdadero valor de orar y oran con el corazón.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando Dios encomienda una misión para la humanidad, no solo mide sus posibilidades de cumplirla, sino también la urgencia de los tiempos y de los días, urgencia de que las almas despierten y reciban una oportunidad de redención, urgencia de que las naciones sean aliviadas de la oscuridad que las rodea para que, como pueblos, puedan cumplir su parte en la evolución del planeta.
En este tiempo, hijos, Dios Creador les pedirá que cumplan Su Plan basándose en su entrega absoluta, en su sacrificio y amor. Porque a pesar de toda la crisis que hay en el planeta en los niveles materiales, mucho mayor es la crisis espiritual y planetaria y esta es la que define el destino de las almas, de la humanidad como raza y del planeta como Creación Divina.
Una y otra vez, les pedimos que eleven sus consciencias para que comprendan porqué y para qué están en este mundo. Hay una evolución mayor para ser vivida, más que una instrucción, más que una experiencia.
La vida superior ya no debe ser misteriosa para los discípulos de Cristo. La instrucción que recibieron debe comenzar a vivir en sus consciencias, porque solo de esa forma sabrán lidiar sabiamente con las dificultades de la vida y medir sus prioridades, no por la sobrevivencia humana, sino por la evolución universal.
Sé que lo que les digo puede ser incomprensible en este momento, pero mediten sobre Mis palabras y pidan al Padre la Gracia no solo de conocer Su Verdad, sino también de vivirla y expresarla mientras haya tiempo.
Ya no habrá vida para sostener, ya no habrá planeta para salvar si las almas no se liberan de la indiferencia y abrazan el Propósito Divino. Por eso oren, sirvan y profundicen cada día en el despertar de sus consciencias. Así, podrán cumplir lo que vinieron a cumplir en este mundo.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Deja que el miedo se transforme en fe. Deja que la angustia, de no saber cómo ayudar al prójimo, se transforme en la certeza del poder de la oración. Deja que la paz inunde tu interior y, que así, se expanda por el mundo y permee a las almas que necesitan de ella.
Deja que las pruebas de estos tiempos forjen en ti la fortaleza de la entrega a Dios y a Su Plan. Deja que tus renuncias se impriman en la consciencia humana como un paso hacia la vida crística porque, cuando renuncias a tus voluntades, comprendes que hay una Voluntad Mayor y que estás en el mundo para manifestar un Plan Superior y no para satisfacer deseos y aspiraciones humanas, por mejores que ellas sean.
Da un paso rumbo a la fe y ora de corazón por las situaciones que no puedes resolver, porque donde está Dios, allí existirá una experiencia de amor, un aprendizaje que conducirá los seres a Su Corazón.
Medita en lo que te digo y mantén tu corazón en paz.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mientras sus oraciones se elevan a los Cielos y tocan el Corazón de Dios, los coros de ángeles y arcángeles proclaman con su alabanza la redención de las almas, del pasado de las naciones, de la historia de los continentes guardada en la consciencia humana.
El amor con el cual pronuncian sus oraciones al Padre construye el camino hacia los Cielos y las puertas del Reino de Dios se abren no solo para recibir a las almas perdidas, sino para verter sobre el mundo la Gracia y la Misericordia que él tanto necesita. La renovación que proviene de la Gracia de Dios toca a la Tierra y la transforma, tornando sagrado el suelo en el cual caminan los seres.
Cada momento de oración es único y debe ser, para los compañeros de Cristo, lo más importante en sus vidas porque es ahí que una nueva Tierra y un nuevo tiempo comienzan a instituirse en este mundo.
Sigan orando con amor, sigan clamando por la paz.
Sus plegarias están siendo escuchadas en el Cielo por el Corazón Piadoso de Dios.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Existen lugares en la Tierra, hijos, que en el principio del planeta fueron diseñados por Dios para que, poco a poco, se pudieran manifestar y guardar las experiencias más sagradas y evolutivas que todo ser humano pudiera experimentar.
En los mundos invisibles, estos lugares sagrados se constituyeron en Reinos de Amor porque todo el amor alcanzado por los hombres se guardó allí y, a lo largo de la evolución humana, se multiplicó y se transformó para auxiliar a todos los que aún están aprendiendo a amar y a descubrir la verdad sobre sí mismos que se oculta en la esencia del amor.
Cuando los Mensajeros Divinos peregrinan por el mundo, despiertan a estos lugares sagrados y crean un vínculo entre la consciencia humana y estos espacios de amor para que, espiritualmente, los seres reciban nuevas oportunidades para cumplir con su misión y para expresar el Pensamiento Divino.
Desde los grados de pureza y de unidad con los Reinos de la Naturaleza expresados por los pueblos primitivos, pasando por el amor alcanzado por Cristo en la Cruz hasta todo el amor vivido por los seres humanos, todo está guardado en la esencia de estos lugares sagrados como auxilio para las diferentes naciones y continentes.
Pero si la humanidad es indiferente a esta realidad espiritual, ella permanecerá oculta y silenciosa y no traerá a la consciencia humana su tesoro, su legado.
Por eso, hijos, cada día deben estar más conscientes de los misterios celestiales que también se guardan en la Tierra para que, en nombre de la humanidad, puedan participar de ellos, recibir y vivir el amor que transforma a todos en dignos hijos de Dios y los hace expresar la Voluntad y el Pensamiento Divinos.
Con sus oraciones, acompañen Nuestros pasos y con gratitud reciban estas dádivas.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que todos los días sean para ti el día de recordar la Pasión de tu Señor; día de recogerse en Sus Brazos y en Su Corazón; día de estar en la presencia de Su Sangre y de Su eterna entrega; día de aprender a amar como Él amó y ama para siempre.
Que todos los días sean para ti la subida al Calvario, donde debes ver los obstáculos como oportunidades para amar, las caídas como oportunidades para renovarse, las humillaciones como oportunidades de estar en el vacío y allí ser llenado por Dios.
Que todos los días sean para ti el día de superarte en el amor para aproximar tu consciencia, cada vez más, al Amor de Cristo.
Que todos los días sean para ti el día de tu entrega, de tu rendición, de tu oferta, porque la eternidad te será poca para seguir los pasos de Cristo, y tus pasos nunca deben detenerse.
Por eso, hijo, hoy recuerda y revive la Pasión de tu Señor, para que tu consciencia comprenda que todos los días son días de imitar los Pasos de Cristo. Todos los días son días de ver un nuevo Cristo nacer.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Observa que la cruz del mundo ya se aproxima. No es en el dolor o en los desafíos en los que deben estar tus ojos y tu corazón. Contempla la renovación del Amor de Dios y camina hacia este fin.
Las sombras vienen con su asedio, sembrando distracciones, discordias entre hermanos, ilusiones, glorias vanas y honras mundanas. Percibe los asedios, reconoce la oscuridad y aprende a decir no a las tentaciones.
Recuerda al Universo y al Plan de Dios. Recuerda al propósito de tu existencia. Recuerda la grandeza y la paz de la unidad y de la fraternidad. Haz tus elecciones según lo que Dios sembró en tu esencia y no en lo que el enemigo sembró en tu mente.
Limpia tu mente con el poder de la oración y eleva tu consciencia adorando al Señor. Encuentra refugio y protección en el Corazón de Dios. Haz de Su Espíritu tu morada y deja que Él también encuentre reposo en ti.
La batalla de este tiempo es silenciosa y se traba dentro de tu propio corazón, por eso es mucho más difícil recibir el auxilio de tus hermanos y compañeros. El triunfo de este tiempo se dará, sobre todo, por la persistencia de tu propio ser en Dios. Eleva siempre tus manos al Padre y recuerda dejar que los cirineos te ayuden cuando ya no tengas fuerzas. Es así que renovarás, como Cristo, todas las cosas.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Invocación al Divino Atributo de la Humildad
Señor nuestro,
hazme pequeño e insignificante.
Que mi persona no se vanaglorie de nada;
que mi corazón sea un puente hacia Tu santa Paz.
Señor, hazme servicial y bueno,
bondadoso y misericordioso con los demás.
Que mi consciencia siempre reciba
las correcciones necesarias de la vida;
que mi corazón humano nunca se cierre;
que yo pueda aprender a agradecer
todas las lecciones y experiencias.
Que todo lo haga por Ti, Señor,
y nada por mí, ni por mi propia e imperfecta voluntad.
Enséñame a vaciarme.
Enséñame, en humildad, a reconocerte
vivo y presente en la Comunión,
en la consagración de la vida,
en cada uno de los votos
que me he propuesto realizar por Ti.
Señor,
destruye mi soberbia,
disuelve mi arrogancia
y cúrame de la negligencia espiritual.
Que aprenda a proteger de mí mismo Tu majestuosa Obra;
que ya no sea más una espina en Tu Corazón manso,
sino una flor a los pies de Tu sagrado Altar.
Señor,
enciéndeme en Tu Humildad,
vivifícame en el constante vacío
y redímeme, todo el tiempo,
en el fuego amoroso de Tu Corazón
para que, al menos, lo más pequeño de mi vida en la Tierra
sea el testimonio de Tu Amor y de Tu Divina Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por orar de corazón esta oración!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Dar un paso en el amor y representar a Dios en la Tierra significa ingresar en la Consciencia Divina y abandonar los propios planes, voluntades y metas para permitir que el Creador les muestre Sus planes, Su Voluntad y Su meta; no solo para ustedes, hijos, sino también para toda la consciencia humana.
Dar un paso en el amor y representar a Dios en la Tierra significa elevar la propia comprensión de la vida, sus conceptos y patrones, para ingresar en un patrón de vida universal y divino, en el que solo el Amor y la Sabiduría de Dios se tornarán su guía.
Comiencen, entonces, a observar la vida en la Tierra como un todo; y cada corazón como cada ser ganará importancia en sus vidas, porque la Voluntad Divina abarca a todos Sus hijos por igual.
Aprenderán a no competir, sino a auxiliar, aprenderán a renunciar para que otros puedan crecer, aprenderán a silenciarse para encontrar a Dios, aprenderán a vivir el sacrificio para reparar Su Corazón y, por encima de todo, aprenderán a amar para renovar Su Amor.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Confiésate con Dios para llegar al camino de Su Corazón y encontrar las respuestas plenas de sabiduría que Él tiene para ti.
Deja que tu corazón, al ser transparente delante del Padre, encuentre el camino para ingresar en Su Verdad y en Su Amor.
El Creador te quiere hacer partícipe de Su Sabiduría infinita, del conocimiento de Sus Leyes sublimes, de Su Verdad celestial, pero para eso, hijo, debes comenzar a abrirte a conocerte a ti mismo profundamente, sin capas, sin máscaras, sin resistencias, para encontrar lo más oculto que hay en tu consciencia humana.
Es solo develando la ilusión que conocerás la verdad. Siendo verdadero delante de Dios, encontrarás lo más puro que hay en ti, y es en tu propia esencia que todo te será revelado, porque allí encontrarás el camino hacia Dios.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mi Divina e Insondable Misericordia llega hasta los espacios más imperfectos y miserables de la consciencia para que todo sea transformado por la Luz Crística.
Así es como, a través de Mi Divina e Insondable Misericordia, Su Maestro y Señor trae al mundo la oportunidad grandiosa de vivir el perdón, la cura y la redención; porque, a través de la Misericordia, el alma encuentra la justificación necesaria para poder recibir una gracia no merecida.
En este sentido, la Fuente de la Misericordia es capaz de colocar al alma moribunda o imperfecta ante la posibilidad de vivir la energía sublime de la Gracia, para que sus faltas se puedan enmendar por el potentísimo caudal de la Misericordia Divina que viene al planeta.
La Divina Misericordia es el gran Espejo del Amor de Dios que se proyecta para traer la paz y la liberación a la consciencia terrestre.
En la Misericordia se encuentra la llave para la cura interior.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que el silencio, cada vez más profundo de los Mensajeros Divinos, conduzca tu consciencia a silenciarse también. Así, aprende a escuchar tu mundo interior y en él, al Espíritu de Dios que habita en tu consciencia y te guía.
Comprende el silencio como una forma de profundizar la comunicación con el Padre. Comprende el recogimiento como una forma de madurar lo que ya recibiste y de preparar tu ser para algo mayor.
Deja que este ciclo le hable a tu consciencia a través del desierto, pues todos aquellos que aspiran a profundizar verdaderamente en su vida espiritual lo deben cruzar.
No tengas miedo al vacío o a la soledad, pero aprende a encontrar allí el silencio de Dios y, de esa forma, a través del Amor del Padre, descubre un diálogo con Dios que hasta hoy te fue desconocido.
El Creador habla a lo más interno de Sus criaturas a través del silencio, y solo en el desierto de tu corazón y en el vacío de tu consciencia aprenderás a encontrarlo.
Recibe la bendición divina para este ciclo que, con amor, el universo entero contempla. Las criaturas están viviendo su madurez espiritual para entonces dar un paso desconocido por toda la vida, por toda la Creación Divina.
Que tu ser se una a los Principios y Leyes universales que rigen este momento y que, sobre todo, el silencio sea tu mayor guía.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Agradece a Dios cada ciclo que finaliza y da gloria a Dios por cada nuevo ciclo que comienza. Deja que una síntesis de todo lo que aprendiste en los últimos años se realice en tu interior y, con gratitud, crea las bases para comenzar un nuevo tiempo, un nuevo ciclo de servicio, de aprendizaje, de definición, de Gracia.
Ábrete, hijo, para dar un nuevo paso todos los días, para reconfirmar tu corazón y tu consciencia en este camino y, por encima de todo para que, además de hijo de Dios, seas también Su amigo y compañero, aquel sobre el cual el Creador puede apoyar Su Cruz, aquel en el cual el Creador puede renovar Su Amor.
Aspira a que en este ciclo tu ser esté aún más dispuesto a la transformación y a la verdad, a descubrir y conocer tu esencia original y en ella disolver las ilusiones de la condición humana.
Que este sea un ciclo para profundizar en el desierto de tu corazón, en donde estarás delante de ti mismo para definir tu corazón y en donde estarás delante de Dios para conocer Su Voluntad y aceptarla con amor.
Este será un momento de vacío, de entrega, de soledad, porque tu corazón debe madurar para enfrentar lo que vendrá. Tu consciencia debe estar afirmada en la verdad y en el conocimiento divino, para que así pases la transición de los tiempos con plena certeza de la luz del porvenir de la nueva vida.
Este es el momento de estar delante del Padre y recibir de Sus Manos el pergamino de Su Voluntad para cumplirla. Es momento de crecer espiritualmente y manifestar la fortaleza que hace tantos años el Señor viene construyendo en tu corazón.
Por eso, ve, e profundizando en el desierto de tu interior vive tu ciclo de definición, vive la confirmación de tu entrega, vive el encuentro con el Creador de todas las cosas y prepara tu consciencia para cargar la cruz del fin de los tiempos y ser la punta de lanza que abre el ciclo de la nueva vida, de la nueva humanidad.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Ama y reverencia el Plan de Dios para este mundo y para cada corazón. Profundiza en tu interior el verdadero sentido de tu vida y deja que esa profundización espiritual sea la base de tu crecimiento, sea lo que te impulse todos los días a seguir adelante, a pesar de todo lo que sucede en el mundo.
Medita en tu esencia y busca conocer más sobre ti mismo, medita en lo que te hace semejante a Dios, en el principio que originó tu creación. Y, a partir de allí, permite que tu consciencia profundice en realidades superiores, espirituales y divinas, que te darán el sustento interno para permanecer en este mundo, en este tiempo.
Hijo, te digo todas estas cosas porque será solo afirmándote en los niveles espirituales que podrás superar estos tiempos. De otra forma, los asedios y las influencias del mundo confundirán a tu mente y a tu corazón, y ya no sabrás distinguir lo que es verdad de lo que es ilusión.
Solo los corazones perseverantes permanecerán en el mundo como semillas de una nueva vida. En ellos se cumplirá la Voluntad Divina, y su entrega generará méritos para que otros seres de esta vasta Creación Celestial reciban una oportunidad de seguir evolucionando, creciendo y aproximándose a Dios, retornando a su Origen.
Por eso, en este tiempo, antes de todo, profundiza en tu mundo interior, afírmate en el conocimiento de ti mismo, no como personalidad humana, sino como criatura divina. Para que así toda tu consciencia sepa dónde termina la ilusión y dónde comienza la verdad, sepa cuál es el límite de los engaños de esta vida, para así conseguir superar tu propia condición humana y tornarte un triunfo divino.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Cuanto mayor sea el caos en la Tierra y el desorden en las naciones y en los hombres, más debe estar tu mente y tu corazón en Dios.
Retira tu mente y tu corazón de las cosas del mundo, no para ser indiferente ante lo que sucede en él, sino para que seas un punto de equilibrio para la Tierra y para que tu consciencia, unida a Dios, esté constantemente generando paz y atrayendo la Gracia de Dios hacia el mundo.
Sé que cuanto mayor es la tensión planetaria, más los seres buscan refugio para no encarar lo que sucede en el mundo, esto es parte de la condición humana. En este tiempo es muy fácil distraerse del Propósito Divino y adentrarse por caminos que llevan a que los seres olviden su misión y la Voluntad Divina que vinieron a cumplir.
Las mentes huyen de la renuncia y del sacrificio, porque no quieren soportar la propia transformación y la propia maduración espiritual. Pero tú, hijo, eres llamado a vivir algo diferente en nombre de toda humanidad.
Eres un autoconvocado de estos tiempos que, entre la multitud de los hombres, levantaste tus manos para comprometerte con la Voluntad y con el Plan de Dios, y este es el momento culminante para confirmarte en esta Voluntad. Este es el momento de forjar en tu interior aquella consciencia que enfrentará la transición de los tiempos y que será una referencia para los que estarán ciegos y perdidos en este mundo.
Por eso, silencia tu mente y busca a Dios en oración. Abraza con amor las renuncias y los sacrificios que Él te ofrece. Abraza con amor lo que se opone a tu voluntad propia para construir la Voluntad Divina y déjate moldear según este Propósito universal y celestial.
Entra, espiritualmente, cuarenta días en el desierto de tu corazón, porque, después de eso, solo te bastará cargar la cruz del fin de los tiempos y entregar todo por amor a Dios y a la vida.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Para reparar los males del mundo deben servir, orar y transformar el propio mundo interior, aproximándolo cada vez más al Corazón de Dios.
Para transformar el propio corazón, liberándolo de los males y de los asedios que lo rodean, deben servir, orar y crear la unidad con sus hermanos. Porque en estos tiempos, hijos, no será nada individual lo que los fortalecerá y los mantendrá en pie, será el amor entre hermanos, la fraternidad y la unidad lo que les dará la fuerza para seguir adelante.
Es por ese motivo que hoy vengo a derramar Mis gracias sobre este mundo y así ayudarlos a despertar en sus corazones los dones del amor, de la fraternidad y de la unidad; los que comenzarán a nacer en ustedes y, poco a poco, se expandirán por todo el planeta.
Vengo a ofrecer a todas las Comunidades-Luz, a los Núcleos-Luz y a los grupos de servicio la posibilidad de que quincenalmente, los días jueves, realicen Conmigo el "Trabajo Comunitario de San José", día que será dedicado a la reparación del amor, de la fraternidad y de la unidad en la consciencia humana y en el cual todas sus acciones tendrán esa finalidad consciente.
Por eso, en las Comunidades y Núcleos-Luz que se adhieran a Mi pedido, ustedes se reunirán por la mañana a orar y a ofrecer el día sinceramente a Dios. Después, compartirán el primer alimento del día y luego comenzarán juntos a realizar algún servicio; ya sea en el mantenimiento de los espacios físicos o con los Reinos de la Naturaleza, cubriendo las necesidades que se presenten y ofreciendo a Dios cada momento de servicio al prójimo por la reparación del amor, de la fraternidad y de la unidad en la consciencia humana.
Que este sea un día de reconciliación y de gracias, en el cual, por un instante, saldrán de ustedes mismos para unirse a sus hermanos y servir espiritualmente a este planeta.
Al mediodía orarán Conmigo. Yo los escucharé y llevaré sus oraciones a los Pies de Dios para interceder por las situaciones más necesarias de este mundo, sobre todo, aquellas que surgen por la falta de amor, de fraternidad y de unidad entre los seres.
Los grupos de servicio que quieran unirse a esta propuesta y que no puedan aproximarse a una Comunidad o Núcleo-Luz, se podrán reunir en sus ciudades para servir en algún lugar necesitado y juntos ofrecerán ese servicio a Mi Casto Corazón. Que ese momento sirva para fortalecer la unidad entre los miembros del grupo y para disolver cualquier desavenencia y falta de amor que esté perjudicando esa unidad entre los corazones. Al mediodía también orarán a Mi Casto Corazón, ofreciendo su servicio y agradeciendo a Dios por las bendiciones que Él derrama sobre el mundo.
En las Comunidades-Luz y en los Núcleos-Luz, ese será un día completo para estar unidos y para ofrecer a Dios la vida que escogieron llevar adelante, en la que son sustentados por la unidad grupal.
De esta forma, hijos, Mi gracia estará sobre ustedes y, más que eso, sobre el mundo entero.
Aquellos que ofrezcan el Rosario por la Salvación de los Reinos de la Naturaleza antes del Devocionario al Casto Corazón de San José, estarán extendiendo esa oferta de amor a toda la vida. De esta forma, la unidad será construida no solo entre los seres humanos, sino también entre todos los seres de todos los Reinos.
Tienen Mi bendición para eso.
Desde ya les agradezco y los bendigo por escoger servir a este mundo.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Las Palabras de Dios son como impulsos que nacen de Su Corazón y se manifiestan en el verbo de Sus Mensajeros. Este impulso se transforma en verbo porque el lenguaje es sagrado, crea y manifiesta la vida y las formas. Pero el Verbo de Dios, manifestado a través de Sus Mensajeros, debe escucharse con el corazón y comprenderse con la consciencia.
De nada sirve que quieras alcanzar con la mente lo que viene de Dios porque jamás llegarás a la esencia de Su Verdad y permanecerás en las superficialidades de la vida.
Coloca en tu corazón las palabras de los Mensajeros Divinos, siempre como un diálogo de Dios contigo. Recibe lo que viene de los Cielos como si el Cielo se abriera delante de tus ojos y fueras tú mismo quien recibe y escucha Sus Palabras Divinas.
Hijo, Dios le habla a tu corazón no solo para que crezcas, sino para que despiertes una y otra vez y comprendas dónde estás y cuál es el propósito de la vida sobre la Tierra.
La humanidad está dormida para la realidad planetaria y aún más para la realidad universal, y tu consciencia también está incluida en ese adormecimiento, todos los seres lo están en diferentes grados y proporciones.
Una y otra vez volveré a decirte: profundiza en tu vida espiritual, en tu contacto individual con Dios. En el silencio de tu corazón entra en diálogo con el Padre y solo así podrás despertar del sueño en el que vives como parte de la humanidad.
Fuiste llamado a hacer un poco más por el Plan de Dios.
Fuiste llamado a entregar todo por amor y renovar el amor en el Corazón del Padre.
Tienes Mi bendición para ello.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando el Cielo se abra delante de tus ojos, solo agradece y reverencia al Padre, que vino a llamarte por el nombre para responder a Su llamado.
La Voluntad de Dios es única e inmutable, pero a lo largo de la evolución de la humanidad va encontrando diferentes formas de expresarse y manifestarse.
La Voluntad de Dios es como el agua que fluye de una fuente pura, en la cima de una montaña, y la evolución es esa gran montaña, a través de la cual el agua de la Voluntad Divina fluye para llegar a los seres. A pesar de encontrar diferentes caminos y de fluir con diferentes intensidades, el agua es la misma y la fuente es eternamente pura.
Tú, hijo, debes recibir con alegría esa agua que llega a tu vida para que, bebiéndola, puedas estar fuerte para seguir el camino que lleva a la Fuente y caminar de regreso al seno de donde brota esa Voluntad Superior.
La Voluntad de Dios se amolda a los obstáculos de la vida y a las posibilidades de los seres humanos. Mientras menos piedras en el camino, más fluye y con mayor intensidad llega a los que tienen sed. A ti solo te cabe seguir esa Voluntad Divina, sin colocar más piedras en el río de la vida. Pero cuando las piedras pertenecen a la consciencia humana como un todo, a tu corazón le basta seguir bebiendo de ese agua e ir llevándola, gota a gota, a los que tienen sed. El río siempre fluirá y, en la próxima curva, encontrará un camino más amplio por donde expandir sus aguas.
Este es un tiempo de muchos obstáculos para el río de la Voluntad Divina, pero bastará persistir y estar siempre dispuesto a vivirla para generar méritos para que, en un momento de mayor fluidez de esa Voluntad, surja en toda la humanidad.
Medita en lo que te digo y, con esa imagen en tu corazón, sube esa montaña de retorno a la Fuente y no te canses de caminar.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Ingresen en el tiempo del no tiempo, el llamado Tiempo Real, este que es la aproximación del Reino de Dios y de Su Eternidad.
Preparen sus corazones, orando como si fuera la última vez, sirviendo como si fuera la última vez, concediendo y pidiendo perdón como si fuera la última vez, viviendo la fraternidad y el amor como si fuera la última vez.
En el Tiempo de Dios, el presente es la única experiencia para ser vivida. En el presente se cura el pasado y se construye el futuro. Vivan dentro de este Tiempo, en el que ya no se espera otro momento para actuar mejor, orar mejor, servir mejor, vivir mejor.
Deben curar en la consciencia humana el vicio de perder los ciclos y de dejar para después las oportunidades que las coyunturas universales envían.
Ahora es el momento de hacer bien todas las cosas, con entereza de espíritu y de corazón, construyendo la nueva vida con actos presentes y aprendiendo a ingresar en el Tiempo Real, en la eternidad, a través de la vivencia del ahora.
Les digo esto porque este tiempo se aproxima y en él los ciclos y los impulsos pasarán rápidamente por sus vidas. Para recibirlos y vivirlos con plenitud, es necesario estar siempre viviendo con entereza de corazón y, para que comprendan de alguna forma, viviendo cada instante como si fuera el último.
Así, hijos, estarán despiertos para los ciclos que lleguen y para los impulsos que el Universo les envíe. De esa forma serán dignos de reconstruir la Tierra y de expresar una nueva vida en el Tiempo de Dios, el Tiempo Real.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El amor al Plan de Dios es el arte de saber profundizar en la vida espiritual, para ir dejando de lado los planes humanos e ir comprendiendo y amando el Plan del Creador.
El amor al Plan de Dios camina junto con el amor al universo y a este planeta, con el amor a todas las criaturas, a toda la vida; porque cuando una consciencia despierta ese grado de amor por la vida, comienza a amar aquel Pensamiento perfecto que Dios tuvo para la evolución y el bien de todas Sus criaturas.
Después de amar a Dios, los seres comienzan a amar la vida y a todo lo que es parte de ese Dios único, presente en todas las cosas.
Profundizando en la ciencia del espíritu, los seres descubren que hay un Pensamiento perfecto emanado de Dios al crear a Sus hijos, que es la guía para el retorno al Corazón del Padre. A través de ese Pensamiento, el Creador diseñó un Plan, un Plan de amor, de renovación, de Gracia, de perdón, un Plan de retorno a la Unidad con Él.
Comprendiendo eso, pueden conocer y comprender aún más el Amor de Dios que, sabiendo que estaba lanzando a Sus criaturas en la vastedad de la Creación, desde el principio, colocó a todas en Su Plan, y aquellas que lo sigan, no solo retornarán a Su Corazón, sino también traerán consigo la renovación del amor para aportarla a la Consciencia Divina.
Amar el Plan de Dios es amar la historia de la Creación, de la vida, es salir de la pequeñez humana, de los planes humanos y planetarios y abarcar con el corazón y la consciencia una realidad superior, que hasta hoy permanece en silencio, aguardando el despertar de los seres.
Dejen que sus consciencias abandonen lo que es pequeño, lo que es mezquino, y abracen al Infinito, al Todo, al Amor Divino. Amen el Plan de Dios.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más