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Cuando las vidas están al margen del abismo, cruzando la noche oscura, Yo Me presento como la Luz y la salida absoluta y segura para cada ser. Y vengo al encuentro de los que decaen por diversas situaciones en el camino espiritual.
Mi Misericordia viene al mundo para rescatarlos del camino del engaño y de la ceguera que pueden despertar los aspectos de la vida, manifestados en una consciencia que ha decidido seguirme. La fe y la constancia por estar Conmigo, en estos impredecibles tiempos del mundo, serán lo que definirá si un alma se consagrará en espíritu a Mi Corazón o si vivirá la vida que el mundo le ofrece a través de las ilusiones y de las fantasías.
El camino hacia la Luz es recto como una escalera que sigue hacia lo Alto. En Mi Sendero no existen dos caminos para llegar hasta Mí; el alma durante el curso de la vida tiene la oportunidad de reconocer Mi Camino Evolutivo y, a partir de allí, definir si seguirá al Pastor o si seguirá a su propio rey.
Estoy dando a todos la misma oportunidad que Yo di durante el tiempo de Mi Pasión. El mundo está en el momento de su propio juego y de su definición espiritual por lo Divino o por lo mundano.
Mi Corazón acoge todos los ofrecimientos de las almas, pero algunas Me han dicho desde el principio que en estos tiempos estarían Conmigo para cumplir el propósito de la redención y de la conversión de las consciencias. Una barca no se desplaza sin la ayuda de los remos.
Es necesario comprender el punto en el cual se encuentran sus pequeñas consciencias. Yo les irradio Mi Paz y Mi Luz para fortalecerlas.
Es momento de definir con qué rey desearán quedarse: con el Rey Eterno del Universo o con el rey creado por el mundo.
Por eso Mi Espíritu viene para liberar las almas y mostrarles el camino hacia el Señor. Confíen en Mi Misericordia.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por comprender Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Solo a través del llamado al Espíritu Santo el alma podrá avanzar; de ese modo no retrocederá y podrá reconocer que al perdo nar y trascender cada falta cometida podrá curarse todos los días un poco más.
En el camino de la santificación del espíritu y de la divinización de la materia lo que nos corroe debe expulsarse y lo que da ánimo para lo sagrado debe permanecer en la consciencia.
Nada está separado en el camino de la transformación. Primero hay que reconocer que no se es nada para después poder formar parte del Todo. Camino tras camino recorrido se encuentran muchos obstáculos y el alma debe ser la maestra que rija la vida, las sensaciones, los sentimientos y los pensamientos.
Si la consciencia logra fundirse en el ritmo del alma, otras realidades y posibilidades se presentarán en el portal de la vida. Cambios profundos se darán cuando la consciencia reconozca que errando se aprende y que trascendiendo el error se consagra.
Les estoy hablando de ingresar en otra Ley; les hablo de la consagración absoluta del espíritu y de la materia, y eso es lo que les costará alcanzar a aquellos que se ofrecieron para este camino de Vida Crística.
El Corazón del Gran Maestro es el Mediador entre las pruebas terrenales y el espíritu, el Corazón del Maestro es el Consolador y el Reconciliador entre la vida y el espíritu de cada ser. Por eso es importante considerar que el Espíritu Santo podrá abrir nuevas puertas, porque los Dones del Padre serán transmitidos al corazón de las criaturas.
Es por intermedio del Santo Espíritu de Dios que lo imposible se vuelve posible. Deben dejar que sus moradas sean tocadas por la Luz desconocida del Padre, Luz de la sabiduría, Luz imperecedera que proviene de la Paz. Mientras caminen en esta vida material, sus espíritus se encontrarán con los abismos propios de la materia, los que deberán trascender.
No hay que cerrar los ojos para escapar, sino que debemos abrirlos para encontrar el espíritu que tiene morada en lo profundo de sus almas, el que los salvará en los momentos difíciles. Cuentan con la Compasión Infinita de Mi Corazón.
Ánimo a los cristianos, esperanza para los que han dicho sí a la consagración en el final de los tiempos.
Bajo la Gloria y el Perdón de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por disponerse al encuentro con el Espíritu Santo de Dios.
Cristo Jesús
Hijos:
Por ustedes di Mi Vida y hoy vengo al mundo de nuevo para dar Mi Espíritu por todos, porque quiero que conozcan Mi Amor Insondable, Fuerte y Poderoso, Amor que los redime y los perdona, los purifica y los libera todos los días. Vengan hoy a la Fuente de Mi Amor Insondable porque así reconocerán que Mi Luz también alumbra en los grandes abismos del mundo.
Vengo a derramar sobre sus corazones este Amor Insondable y Majestuoso, Amor que derramé en el camino hacia la Cruz, Amor Redentor que irradié para aquellos que lo merecían y para los que no lo merecían. Así como el Amor de Mi Corazón abre las puertas de los abismos más profundos, también puedo ver la fuerza e intensidad del amor de ustedes por Mí.
Queridos, llego a ustedes para fortalecerlos y para animarlos a caminar bajo el poder de la fe del corazón. El amor y la fe los sostendrán ante cualquier circunstancia y en todo momento sabrán cómo actuar. Por eso dejen sus seres en la Fuente, en el Manantial de ese Amor, porque abandonándose por entero en Mi Corazón se borrarán de sus memorias las veces que no se han sentido amados.
Mi Amor los convierte poco a poco, los moldea como a un nuevo odre para que los instrumentos estén al servicio de Mi Padre Creador. Compañeros, que el amor sea su importante misión porque en el amor se curarán y por el amor redimirán muchas causas que aún no están resueltas en sus corazones.
Cuando confíen en el poder de Mi Amor podrán dar el paso que tanto esperan, el paso definitivo hacia la consagración del espíritu y del mundo interior. Sean parte viva de ese Amor de Dios. Sean reflejo y destellos de esa Fuente Inagotable de Gracias. Sean pacíficos para poder acercarse a ese Amor Infinito.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por sentir Mis Palabras de amor y de consuelo en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
En este tiempo se debe tener un corazón puro y, para vivir con un corazón puro, se debe orar con todo el amor puro; y, para orar con todo el amor puro, se debe estar día a día en el Corazón de Mi Hijo.
En el final de estos tiempos, las almas se debilitan por las influencias que reciben de parte del enemigo y de los diferentes estados de la humanidad. Esto genera consecuencias, a veces irreparables, en muchos corazones que, dentro de la vida de ilusión, creen estar en el camino correcto.
Como Madre Protectora, los invito día a día a la oración para que, en este tiempo definitivo, vuestros corazones perciban y sientan qué es lo verdadero, sano y bueno para la vida. Si caen en la normalidad de este tiempo rápido, no se desanimen, más aún, despierten en vuestros labios el poder de la oración. Y cuando sientan que no pueden caminar, llamen por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Si las almas leyeran Mis mensajes, Mis palabras las fortalecerían y, a través de la oración, ellas podrían caminar en el amor y en la valentía. Las almas que en este tiempo habitan sobre este mundo no son las mismas almas del ayer. Este tiempo de cambios y de transformaciones deberá ser apoyado por vuestra amorosa y fervorosa oración del corazón.
Queridos hijos, de esa manera se ayudarán a ustedes mismos y auxiliarán a muchos corazones que claman por alivio y por perdón. Dios los espera para caminar a Su lado en este final de los tiempos y llegar hasta las profundidades de los abismos para que alas de este mundo se vuelvan a erguir y a reconciliarse con el Altísimo.
Ustedes, Mis queridos hijos, están en el tiempo de la definición del camino espiritual de millones de consciencias. Por eso, la oración será el perfecto amparo en este momento, y Mi Corazón Materno los socorrerá siempre que Me llamen.
Queridos hijos, hoy les doy Mi Perdón y Mi Luz Celestial porque los amo y sé qué es lo mejor para cada uno de ustedes.
Los espero siempre en oración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Madre del Universo les traigo el Don del Espíritu Santo y la Luz de las estrellas. Como Madre del Universo les entrego Mi Paz para que despierte, en esta hora, el amor en vuestros corazones.
Hoy los invito a distanciarse de los abismos de la vida y a dar el salto mayor hacia la Luz de la fraternidad.
Queridos hijos, el mundo carga con mucho dolor, por eso ustedes, a través de las oraciones y de las buenas acciones, deben llevar el emblema de Mi Eterna Paz para que acaben los conflictos en los corazones.
No deben bajar los brazos, mas sí elevarlos en dirección al Universo del Creador y clamar, una vez más, por la Divina Misericordia, así Dios los escuchará.
Hoy los llamo a despertar la humildad del corazón a través de la Luz Divina de Jesús, porque solo a través de Jesús vuestras vidas podrán aprender los pasos de la humildad.
Queridos hijos, llamando en vuestras vidas a la esencia de la humildad podrán saber cuál es la tarea que Dios les envía a vuestros corazones. Hoy, Dios, a través de Mi Inmaculado Corazón, les revela la tarea de la oración del corazón para que pueda vivir en ustedes la Paz Celestial.
Hoy los invito a ser oración en la vida y en las acciones para que, a través de esa oración, sean disueltas todas las causas que necesitan de Perdón y de Misericordia. El momento actual amerita la colaboración de todos los servidores marianos consagrados a Mi Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, mientras vuestras vidas puedan reflejar buenas acciones, la fe despertará como Luz en muchos de Mis hijos, y la humanidad terminará de luchar entre sí por sus ambiciones.
Cuando sientan falta de paz, observen, queridos hijos, cómo está vuestro ejercicio de oración.
¡Les agradezco!
¡Vivan en Mi Eterna Paz, solo paz!
Gracias por responder a Mi llamado a pesar de las circunstancias.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Nunca pierdan el gozo de vivir en el Señor y la alegría de responder a Su Divina Voluntad. Ustedes, hijos Míos, ya saben que la humanidad necesita de mucha oración para poder aliviar, desde el Corazón del Padre, todo el sufrimiento que ella vive.
La Gracia y la Reconciliación han sido llaves que les abrieron las nuevas puertas. Hoy les pido que siempre recuerden a todos los hijos que, inconscientes y sin orientación interior, se encaminan hacia los abismos a través de las tentaciones de esta época mundial.
Con la oración ustedes podrán auxiliar a todos estos amados hijos que no viven en Dios y que, tentados, decaen sin la salvación del alma. Dios quiere llegar hasta ellos, en esta hora, con Su Fuente de Misericordia y de Prodigios a través de todos los corazones marianos que responden al llamado por la paz y por la redención de todas las criaturas de este mundo.
Por eso, queridos hijos, todas las oraciones que ejerciten durante este tiempo repercutirán en la hora del llamado Juicio Final.
Mi llamado les pide que unan sus corazones al Corazón Divino de Mi Hijo para que el mundo, a través de los seres y almas consagrados, se pueda salvar y redimir.
Queridos hijos, ningún alma está distante de su propio Juicio ante Dios. Por eso, Él los invita a vivir en la reconciliación y en la oración para poder manifestar en ustedes la armonía y la paz.
Sepan hijos Míos, que Mi Corazón de Madre los espera en oración, porque la oración del corazón despierta la fe que es sustentada por la Llama del Espíritu Santo.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más