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Como una Madre Piadosa, hoy vengo para envolverte en el manto sagrado de Cristo para que tus heridas más profundas e inconscientes se puedan curar.
Vengo para purificar y limpiar las secuelas de una vida equivocada y sometida por la existencia de un mundo material.
Vengo para envolverte en el manto sagrado de Cristo, para que tus heridas del pasado sean lavadas en la Fuente de Mi Hijo.
Para que eso sea posible y Yo te pueda envolver en el manto sagrado de Cristo, debes concederme un permiso interno, para que así Yo te haga conocer todo lo que te separa de la unión perfecta con Mi Amado Hijo.
Con la Piedad en que vivo, vengo para entregarte Mi Gracia, porque ella será la ciencia que modificará las cosas profundas e inconscientes, aquellas que dificultan tu libre caminar.
Pero recuerda hijo Mío, que has venido al mundo para que algún día alcances la trascendencia y así las puertas a la rehabilitación se abran para la humanidad. En cuanto te purificas, vive la aspiración ardiente de encontrar los universos celestiales; en ese camino no te perderás porque Yo te mantendré unido a Mi Corazón de Madre.
Sé valiente y anímate a descubrir lo que la mayoría de las almas no quiere ver: la condición humana, que es lo último en trascender antes de la santidad.
Te entrego Mi Paz y Mi Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura en la Fuente Reparadora de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Amados hijos Nuestros:
Hoy, estamos reunidos en la Aurora del Amor para renovar los votos de todos aquellos que se han comprometido con Nuestro Hijo, Cristo el Redentor, para que en este final del tiempo desciendan sobre este planeta la Gracia y la Misericordia que llegan desde el Corazón de Dios.
Hoy aquí se reflexionó sobre la humildad, aquella que Nosotros dos aprendimos con Nuestro pequeño Hijo Jesús.
Saben, amados Nuestros, que cuando Jesús tenía tres años y nos reuníamos a orar, Dios ya hablaba a través de Él. Y era por medio de ese Verbo pequeñito y suave que el Creador instruía a la Sagrada Familia, casi a diario.
Así, aprendimos a escuchar a Dios, también a través de Nuestro pequeño Hijo que, en total inocencia y amor, contaba a Sus Padres de la Tierra lo que Su Padre del Cielo le mostraba sobre los mundos, sobre el universo y sobre Sus otros hijos del Cosmos.
Nuestros oídos y Nuestros Corazones aprendieron a escuchar en humildad y a reconocer la Sabiduría infinita que Dios depositaba en Nosotros, a través del pequeño Jesús.
Y ustedes, hijos amados, ¿escuchan con humildad y de corazón lo que viene del Corazón de Dios?
¿Creen verdaderamente que es posible que el Padre Eterno hable por medio de Sus Mensajeros?
¿Viven, en humildad y fraternidad, toda la Sabiduría que Nosotros, sus Padres del Amor, transmitimos por medio de algunos de sus hermanos que se están donando para repetir Nuestras Palabras?
Para que todos podamos construir esta nueva y sagrada familia entre todos, debemos abrirnos y confiar en el Mensaje de Amor y Humildad que hoy Nosotros traemos al mundo.
Para que la fraternidad sea la tónica de sus vidas, deben dejar de ser lo que eran e imitar la vida de la Sagrada Familia. Al principio solo la podrán imitar, pero a medida que experimenten la paz y el sentir profundo del corazón, al unirse a Dios, llegará el tiempo en que todo se convertirá en una extraordinaria experiencia. Esa experiencia será la cuna de la Nueva Humanidad.
No sientan temor a experimentar la humildad, no sientan reparo en ser menos que los demás porque en realidad nada son, solo representan unas pequeñas piedritas en un gran desierto.
Hoy, les damos un impulso de amor y de unidad, y reunidos en el Amor de Dios los invitamos a realizar una oferta a Nuestro Hijo, Quien los visitará al caer la noche de hoy.
Pídanle que les enseñe sobre la humildad, aquella que Él nos enseñó desde bien pequeño a Nosotros dos, Sus Padres del Amor.
Hoy, dejamos Nuestra Gracia en este lugar bendito y Nuestro Amor a todos Nuestros hijos del mundo.
Los aman y los acompañan siempre,
María, Rosa de la Paz, y el Casto Corazón de San José
Amados hijos Nuestros:
Hoy, estamos reunidos en la Aurora del Amor para renovar los votos de todos aquellos que se han comprometido con Nuestro Hijo, Cristo el Redentor, para que en este final del tiempo desciendan sobre este planeta la Gracia y la Misericordia que llegan desde el Corazón de Dios.
Hoy aquí se reflexionó sobre la humildad, aquella que Nosotros dos aprendimos con Nuestro pequeño Hijo Jesús.
Saben, amados Nuestros, que cuando Jesús tenía tres años y nos reuníamos a orar, Dios ya hablaba a través de Él. Y era por medio de ese Verbo pequeñito y suave que el Creador instruía a la Sagrada Familia, casi a diario.
Así, aprendimos a escuchar a Dios, también a través de Nuestro pequeño Hijo que, en total inocencia y amor, contaba a Sus Padres de la Tierra lo que Su Padre del Cielo le mostraba sobre los mundos, sobre el universo y sobre Sus otros hijos del Cosmos.
Nuestros oídos y Nuestros Corazones aprendieron a escuchar en humildad y a reconocer la Sabiduría infinita que Dios depositaba en Nosotros, a través del pequeño Jesús.
Y ustedes, hijos amados, ¿escuchan con humildad y de corazón lo que viene del Corazón de Dios?
¿Creen verdaderamente que es posible que el Padre Eterno hable por medio de Sus Mensajeros?
¿Viven, en humildad y fraternidad, toda la Sabiduría que Nosotros, sus Padres del Amor, transmitimos por medio de algunos de sus hermanos que se están donando para repetir Nuestras Palabras?
Para que todos podamos construir esta nueva y sagrada familia entre todos, debemos abrirnos y confiar en el Mensaje de Amor y Humildad que hoy Nosotros traemos al mundo.
Para que la fraternidad sea la tónica de sus vidas, deben dejar de ser lo que eran e imitar la vida de la Sagrada Familia. Al principio solo la podrán imitar, pero a medida que experimenten la paz y el sentir profundo del corazón, al unirse a Dios, llegará el tiempo en que todo se convertirá en una extraordinaria experiencia. Esa experiencia será la cuna de la Nueva Humanidad.
No sientan temor a experimentar la humildad, no sientan reparo en ser menos que los demás porque en realidad nada son, solo representan unas pequeñas piedritas en un gran desierto.
Hoy, les damos un impulso de amor y de unidad, y reunidos en el Amor de Dios los invitamos a realizar una oferta a Nuestro Hijo, Quien los visitará al caer la noche de hoy.
Pídanle que les enseñe sobre la humildad, aquella que Él nos enseñó desde bien pequeño a Nosotros dos, Sus Padres del Amor.
Hoy, dejamos Nuestra Gracia en este lugar bendito y Nuestro Amor a todos Nuestros hijos del mundo.
Los aman y los acompañan siempre,
María, Rosa de la Paz, y el Casto Corazón de San José
Queridos hijos:
El permiso de la Gracia se concede a través de una fervorosa oración, que siempre los llevará a la paz.
Si las almas conocieran la fórmula de orar con el corazón y de hacerlo con fervor, seguramente muchas situaciones de la vida material ya estarían resueltas, por el ímpetu que el corazón coloca para alcanzar los planos celestiales de la Creación.
Les dejo hoy, a Mis hijos, el conocimiento de una verdadera y profunda oración que responda todo el tiempo a la necesidad de este tiempo caótico.
Desde el Cielo les traigo el poder de Mi Gracia para que, desde ahora y en este último ciclo, todos ustedes se puedan servir de ella como un puente para la salvación de las almas y del mundo entero. Como lo fue en Lourdes, Mi Inmaculada Concepción es revelada a todos a través del estado permanente de Gracia transformadora y redentora que vive su Madre Celeste.
Si las almas solo acudieran al seno de Mi Gracia, muchas situaciones difíciles tomarían el rumbo de un resultado mejor para todos.
Despierten a Mi llamado y acepten Mi convocatoria que también es pronunciada a través de un estado de Gracia Superior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les derrama la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre Peregrina, voy por el mundo en búsqueda incesante de los corazones humildes en el Señor para así construir las nuevas bases de la Tierra Prometida.
En estos tiempos Yo los convoco para amar y perdonar porque así veré también vuestros corazones humildes en el Señor, siendo verdaderos apóstoles de Mi Hijo.
Cuando vuestra redención suceda, hijos amados, será el momento de dar el paso correcto a la conversión del alma y de toda la consciencia.
Todos los días los reúno en este, Mi cenáculo de amor, para que reciban los impulsos internos que los llevarán a la paz y al amor en Cristo.
Hoy visito vuestro Corazón Sagrado y lo renuevo a través de los dones del Santo Espíritu de Dios para que, decididos y simples, ayudemos a reconstruir esta herida humanidad.
Queridos hijos, todos los días los espero en oración. Mi Gracia es vuestra Gracia, Mi silencio será vuestro silencio cuando tan solamente se arriesguen a vivirlo en la fe y en la confianza de que algún día lo conseguirán.
Yo soy vuestra Madre y los guardo a todos en Mi Corazón Sacratísimo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Antes de que María apareciera, Padre Pio se manifestó delante de nosotros. Él traía en las manos una corona de flores y otras flores sueltas. Rezaba el rosario esperando a Nuestra Señora y, cuando los portales se comenzaron a abrir, colocó en el camino de María las flores que tenía en las manos y, en el lugar donde Ella colocaría los pies, la corona de flores. Cuando María apareció, Padre Pio se arrodilló y tocó con su cabeza los pies de la Madre, permaneciendo así durante todo el tiempo en el que Ella estuvo presente. En el final de la Aparición, él se despidió y se fue junto con María.
Yo soy la Madre de los perdidos y de los desamparados.
Yo soy la Madre de los arrepentidos, de los redimidos, de los rescatados.
Vengan a Mí los pecadores y Yo los santificaré.
Vengan a Mí los incrédulos y Yo les daré la fe absoluta.
Vengan a Mí los valerosos, porque construiré sobre ellos una fortaleza y los congregaré en Mi ejército de paz, que vencerá el mal a través de la oración y del amor al Creador de todas las cosas.
Vengan a Mí los imperfectos, pero valientes, pues se dejarán moldear en Mis santas manos y permitirán que Yo los conduzca en Mis brazos al Corazón del Universo, al Rey de reyes, al Cristo Redentor.
Hijos queridos, no llamo a Mi encuentro a los perfectos, porque Este ya se encuentra en el Reino de los Cielos a la derecha de Dios. Llamo a Mi lado a aquellos que permitirán ser transformados y purificados por el fuego de la oración, y por Mi presencia sacratísima en este mundo.
Hoy traigo a vuestro encuentro a San Pio de Pietrelcina para que vuestros corazones encuentren en él un ejemplo a seguir. Este Mi amado santo, hijos Míos, fue capaz de confiar en Cristo, en San José y en Mi Inmaculado Corazón, sobre todas las cosas. Él estuvo dispuesto a comprender los misterios del Cielo y a vivir en sí los dolores de la Pasión de Mi Hijo, aún cuando todo el mal que existía en el mundo fuera contrario a la misión que estaba recibiendo.
Como a Padre Pio, invito a cada uno de ustedes a entregarse a los Misterios del Reino de Dios, a no permanecer en la ilusión de los días de este mundo, atrapados en la vida común.
Los invito a trascender la comprensión humana y a comprender los milagros celestiales, porque los vivirán en sí mismos.
Pero sepan, Mis queridos, que aquellos que se disponen a seguirme, deberán estar dispuestos también a enfrentar al mundo y a sí mismos. Deberán vencer el miedo que habita en vuestras células, miedo de no ser aceptados por los demás, miedo de no ser amados por los seres de este mundo, miedo de no ser comprendidos, miedo de ser perseguidos.
Hoy les digo que la Gracia que les ofrezco es puramente interior, sin embargo aquel que la viva plenamente no dudará en negar la gloria del mundo y abrazar el sacrificio y la renuncia, por toda la Gloria que vivirá en los Cielos.
Mis amados, Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida y dio el ejemplo a todos de cómo se llega al Reino de los Cielos: amando sin ser amado, donando sin recibir nada a cambio, sufriendo por los que los persiguen, vertiendo sobre los injustos y pecadores la Misericordia que se imprimió en Su propia sangre.
Y aquellos que siguieron Su ejemplo, nuevamente dieron muestras al mundo de que es posible vivir la transformación en Cristo y fundirse con Él, incluso viviendo en sí mismos los misterios de Su Pasión.
Vengan a Mí los pecadores y Yo los santificaré.
Vengan a Mí los que, con coraje, abandonarán el mundo y sobre todo a sí mismos, porque Yo les mostraré el Reino de Dios.
Vengan a Mí los que no temen renunciar y que aprenderán a amar el sacrificio, porque Yo les mostraré el Rostro de Dios.
Esta, Mis amados, es Mi única promesa: sacrificio, renuncia y oración, para que aprendan a amar y perdonar, para que vivan la redención.
¿Quién extenderá las manos para aceptar lo que Yo les entrego?
¿Quién vendrá a Mí todos los días?
¿Quién se dejará guiar al Corazón de Cristo, más allá de la purificación de este mundo?
Los aguardo, los amo y los conduzco siempre.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Todos los días 19, Mi Casto Esposo abre una puerta universal y celestial para que las almas perdidas reencuentren el camino hacia Dios, el Creador.
Para que esta Gracia sea concedida en el corazón del simple y del buen servidor, para que cada uno de ustedes sea los 19 de cada mes un puente al Universo de Dios, vuestro Amado San José necesita que amen buscar la esencia de la humildad del corazón para que de vuestras mentes sean desterrados los códigos de la autodestrucción y del poder ilegítimo, códigos contrarios a Mi Amado Hijo.
Los 19 de cada mes, los altares de San José reciben, a través de vuestras oraciones, lirios de luz que son almas redimidas y convertidas por la amorosa acción de vuestra sagrada oferta.
Cada lirio de luz que es colocado a los pies del altar del Patriarca San José, es después ofertado como símbolo de restauración y de paz entre la humanidad y Dios, así el Plan vuelve a manifestarse mes a mes en la vida de cada alma.
Queridos hijos, todas estas almas redimidas se funden en el gran Corazón de Dios y un nuevo Propósito desciende sobre un mundo que ya estaría al borde de un colapso universal.
Hijos, no pierdan tiempo con vuestras realidades internas, sean consecuentes con la Gracia de la Humildad que San José les derrama todos los meses, así beberán de la Fuente de la Humildad de San José y vuestras vidas alcanzarán, como resultado, una buena redención.
Todos los días 19, Mi Corazón Inmaculado es el portal purísimo y castísimo para que millones de esencias de este mundo alcancen la paternidad de Dios y la filiación con Dios a través del Casto Corazón.
Cada novena que se realiza al Santo de la Humildad y al pobre Obrero de Dios, es recibida en el Reino de los Cielos como una oportunidad de transformar vuestras vidas. No se engañen, hijos Míos, tomen la mano de la simplicidad y de la castidad que Mi Santo Esposo les extiende, con la esperanza de que algún día alcancen el camino de la renuncia y de la humildad.
Sean puros de corazón y no perderán la Gracia infinita de seguir siendo instruidos por San José. Él es vuestro Padre y Guardián, Él es quien después de Mi Ascensión, desde el universo asumió vuestra conversión a Dios.
Busquen lo más simple que hay en ustedes y entréguense al Casto Instructor del Amor, así podrán conocer todas las humildes cosas que permitieron la glorificación de los Sagrados Corazones. Hoy vuestra Madre Celeste está aquí para consolarlos y espera que ya puedan crecer en la madurez de una vida evolutiva, simple pero llena de la humildad que los hará semejantes a Mi Hijo Amado.
Saludos a todos los misioneros de la paz y espero que ese mismo grupo de almas tenga la Gracia de seguir respondiendo a los designios de los Mensajeros Celestiales. Pues Nuestra eterna aspiración es vuestra humilde santidad, santidad que despertará a la nueva humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a los brazos de San José,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El camino de la consagración total a Dios, es lo que aspira vuestra Madre Celeste para todos ustedes.
Conforme a esa aspiración y en estos tiempos, muchas almas pasarán por el examen que confirmará el camino elegido y Yo estaré allí para ayudarles a tomar la correcta decisión interior, sin vivir la culpa, solamente el amor a Dios.
Hijos, los santos de los últimos días estarán presentes para ayudar en el tiempo culminante de la transición de la Tierra, cuando la luna roja defina el despertar del nuevo ciclo liberando del pecado y del error.
Por esta causa, los desafíos y las pruebas serán la tónica que marcará el inicio de ese nuevo ciclo, libre del dolor y del sufrimiento humano. Por eso Yo, en este día, les traigo la consciencia divina de la consagración universal, una misión que le corresponderá a muchos hijos Míos, los que empujarán la pesada barca de este mundo para que definitivamente navegue en el mar de la Gracia y de la Misericordia.
Vuestras estructuras se moverán y todo control oscuro dejará de gobernar para que de una vez y para siempre, todos sean en Jesús y Jesús sea por siempre en ustedes.
Hijos, concedan el permiso para que Mi Hijo gobierne vuestras vidas, así ningún otro gobernante o aspecto de vuestras propias vidas no purificadas podrá tener determinación en la vida espiritual de vuestras almas.
Por eso sean mansos y dejen que Mi Hijo los conquiste poco a poco para que Él, en Su Gloria Infinita, tenga instrumentos para desarrollar la última parte del Plan de Dios.
Vean vuestros pecados como instrucción y como oportunidad de transformación y cambio interior, de esa manera cuando Mi Hijo haya tomado el reino de vuestras vidas, todas las almas receptivas se santificarán.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a amar la consagración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, cuando el Universo de Dios toca la Tierra y derrama Su Misericordia sobre todo el planeta, vuestra Madre del Santísimo Rosario, desde América unida al corazón del Reino de Fátima, proclamará la palabra de vida, la que Su Amado Hijo Jesús le pidió que pronunciara en este día sacro.
Por esta razón vuestra Madre Celestial hoy estará unida a todas las esencias del mundo, las que en este 13 de mayo declaren a Dios y a Jesucristo que el mundo acepta y reconoce a la Madre de Dios como la Madre de todos y como la Reina de la Paz.
De esa forma el Universo Angelical estará irradiando desde Fátima, corazón de la pureza esencial, un mar de Gracias, principalmente sobre los corazones y almas que han quedado presos de la ilusión y de las garras del adversario.
Hoy desde el corazón del Reino de Fátima será declarada la Paz para el mundo y esta llegará especialmente a los corazones que comulguen en este día y recen al menos un misterio del Santo Rosario.
Así, queridos hijos, la Iglesia de Cristo, aquella que mora en eternidad dentro de los corazones simples, volverá a despertar. Y el Santo Padre recibirá una ayuda interior con la que será capaz de mantener al mundo espiritual en equilibrio un tiempo más.
Por eso hijos, la Reina del Santo Rosario hoy descenderá en América del Sur, en espíritu de paz y de renovación, para que todas las almas del mundo recojan los últimos frutos que la Madre del Cielo entregará en las manos de los simples y verdaderos.
Hoy desde Fátima, los sacerdotes del mundo entero y todos los predilectos hijos de Nuestra Señora, los consagrados a la vida sacerdotal, entregarán al pueblo de Dios una llave que abrirá la puerta para la liberación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María. Desde esa puerta las almas más pecadoras podrán dirigirse hacia el camino de la rehabilitación interior y espiritual.
Doce ángeles celestiales en el Universo estarán celebrando junto a Nuestra Señora esta comunión de reparación y de expiación del mundo entero, evento que sucederá al mismo tiempo en todos los sagrarios de la Tierra.
Pero si existiera un mayor espíritu de fe y de devoción a Nuestra Señora del Santísimo Rosario, la Madre de Dios, San Miguel Arcángel y San Gabriel Arcángel prometerán a las almas buenas socorro durante la hora de la muerte y, principalmente, la conversión espiritual de la familia. Esto será así si hoy rezan el Rosario de corazón, sin pedir nada a cambio, solo que el Plan de Dios se cumpla en las almas ingratas.
Desde el Reino de Fátima, las esferas angelicales brillarán y encomendarán a todos los ángeles de la guarda del mundo que celebren junto a Nuestra Señora la comunión universal por la Paz. Por eso hoy, vuestra Madre Celeste viene para pedir a todos Sus hijos que comulguen del Cuerpo y la Sangre de Cristo; esta expiación que será concedida por la Virgen María durará hasta el 14 de mayo de 2015, momento en el que se cerrará la última puerta de la conversión.
Queridos hijos, hoy los invito a adorar a Jesús y a que todos se sientan unidos al Santuario de Fátima, Portugal, para que esta sagrada tarea de vuestra Madre se cumpla como está previsto.
¡Agradezco a los grupos de oración de América, de Estados Unidos y de Europa por ya estar respondiendo a Mi llamado!
La Obra se cumplirá, pues estas ya son las últimas misiones de la Virgen Santísima antes del retorno de Cristo.
Les agradece y los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos,
En estos tiempos podrán ver cómo Mi presencia y Mi mensaje de Paz recorren el mundo a través de las sagradas peregrinaciones, las que son posibles por la ayuda amorosa de todos Mis hijos.
En este día, deseo colocarlos en consciencia delante de la magnitud de la tarea que vuestra Madre viene realizando en todo el mundo y principalmente en Medjugorje y en América del Sur. En estos momentos, hijos amados, esos dos lugares fueron escogidos por la Suprema Voluntad para que representen algunos de los últimos puntos de luz que Mi Inmaculado Corazón está encendiendo en el interior de las almas.
América entera necesita de la cordial visita de la Madre de Dios por medio de las peregrinaciones. Es por esta causa que vuelvo a anunciarles Mi tarea pendiente en los Andes y en los Estados Unidos. Como son misiones importantes, Mi Hijo ha permitido que Mi Luz Maternal se concentre en uno de los puntos más necesitados de cada una de esas dos regiones.
Por este fin mayor, hijos, hoy les anuncio que Mi Corazón Misericordioso y Materno desea llegar en los próximos meses a Bogotá, en Colombia, en donde Mi presencia luminosa realizará, como Ave del Sol, una tarea especial de bendición. Por eso, hoy también vengo para pedir a los grupos de oración de Colombia, de Ecuador, de Venezuela, de Nicaragua, de Cuba y de República Dominicana, que formen un solo grupo de oración semanal para orar y trabajar por esta divina causa. De esta manera vuestra Madre Celeste podrá ayudarles a concretar Su próxima presencia en Colombia.
En los Estados Unidos, vuestra Madre Santísima espera realizar junto a Su Hijo Amado, una misión espiritual de conversión, delante de la vida material y liberal. Para que esa conversión de los corazones sea posible y venidera, pediré a los grupos de oración de los Estados Unidos y de toda Europa, que se unan semanalmente en oración para concretar la aspiración de la Reina del Cielo de peregrinar amorosamente hasta la ciudad de Miami, en Florida y a las comunidades indígenas presentes en el Estado de Oklahoma en los Estados Unidos.
Hijos, grandes son las aspiraciones del Cielo y sepan que vuestros corazones tienen potencial y amor para llevarlas adelante. Por esta razón no les anuncio ninguna fecha, para que primeramente lo vayan trabajando en la consciencia interior. Cuando las bases para estas misiones de los Sagrados Corazones estén prontas y firmes, con ardiente amor iremos para anunciar el Llamado y derramar las Gracias necesarias para todos.
La misión en África tuvo el resultado esperado por el Plan de Dios y, por todas estas bendiciones, es que hoy vuestra Madre del Mundo les anuncia Su próximo Plan de rescate mundial.
¡Les agradezco a todos por responder Mis pedidos!
Los unifica en el Corazón del Padre Eterno,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Todos los días al mediodía, cuando se cumple en esta parte del mundo esa sagrada hora, un océano infinito de Gracias Reparadoras es derramado desde Mi Purísimo Corazón de Madre.
Son estas Gracias extraordinarias las que en este tiempo permiten concretar la conversión del corazón y deseo en este día, que este anuncio quede claro para todos. Vuestro Padre Eterno Me ha permitido hacerles saber cómo la humanidad entera, en este horario, piensa solo en alimentarse de las cosas del mundo en vez de alimentarse del espíritu que ofrece la oración del corazón.
Hijos, vayan y testimonien Mi mensaje; espero que ustedes puedan dar el ejemplo de una vida redimida por Mi Inmaculado Corazón. Hoy les doy a conocer la sabiduría celestial, aquella que ha permitido a través de Mi intercesión ayudarles e instruirles con amor materno.
Por eso, hijos, necesito que abran vuestros corazones y reconozcan las Leyes diarias de vuestro Padre, quien los espera siempre para entrar en verdadera comunión y en verdadero alimento para vuestros espíritus.
Como vuestra Madre, los llevo a caminar por los senderos seguros para que algún día encuentren la paz del corazón.
Entonces, Mis hijos, dejen que Mis pies marquen vuestros caminos para que, unidos a Mi Corazón, despierten a la importancia de buscar antes que nada la unión con el Reino de Dios.
Los bendigo siempre y oro por vuestra sagrada misión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los abraza con especial maternidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como una Estrella-Sol desciendo al mundo para iluminar los abismos de los corazones heridos y, así, rescatar a las almas de la perdición. A cada una de ellas le entrego la fuerza para poder proseguir, para que luego encuentren el nuevo camino que las llevará hasta Cristo.
Yo Soy la Estrella Universal que desciende sobre la humanidad para salvarla y volverla a colocar en el Propósito de Dios. Indico el camino a recorrer, así ninguna esencia de Dios pierde la Gracia de volver a reencontrarse con su cristo interior.
Yo Soy la Estrella del Mundo, la que señala el advenimiento de Cristo a los corazones, la que se suspende en el cosmos para irradiar el Amor de Dios y la que enciende el fuego de la nueva devoción.
Yo Soy la Estrella Guía de los navegantes, de las almas buscadoras de la redención, de los que esperan con paciencia la llegada de la Gracia y el gran día del perdón.
Yo Soy la Estrella del Cosmos, soy la Luz que proviene de Dios, soy el Espíritu de la Pureza, soy la Divinidad Espiritual del Creador, porque Mi Corazón brota de Su Amor Castísimo y Su Omnipotencia se expresa a través de la unidad perfecta de la Creación.
Yo Soy la Estrella de la Esperanza, soy la Madre que trae el espíritu de la redención, soy la que obra en nombre de Cristo y la que construye el nuevo templo interior.
Yo Soy la Estrella de las esferas celestes, soy aquella Ave que busca Su nido en la morada de los corazones humildes, soy la Madre que gesta a la Nueva Humanidad.
Yo Soy lo Puro, lo Invencible, soy lo Simple y lo Humilde, soy la Madre Curadora que cicatriza con Su Amor todo dolor. Soy la que guía a los perdidos, soy la que purifica el corazón, soy la Madre que limpia las manchas, soy la Reina del Amor.
Vengo a este mundo para buscar a Mis hijos. Desciendo en Gloria para llamarlos porque ya es la hora de despertar del sueño ilusorio. Vengo para establecer la paz en cada mundo interior. Vengo para que descubran la vida que se vive en las estrellas. Vengo por última vez para socorrerlos y para que emprendan vuelo hacia el Cielo. Vengo a buscar lo mejor de cada uno y a despertar las sagradas virtudes que Cristo les dejó.
En este tiempo vengo para que se preparen en consciencia y corazón para recibir a Cristo, vuestro Pastor. No dejaré sola a ningún alma, pero les pido que siempre recen Conmigo, para que todos sean merecedores de la paz y despierte en vuestra consciencia el arrepentimiento, así estarán libres del peligro y de los asechos del adversario. Sean inteligentes y buenos, sean mansos, humildes y verdaderos en este tiempo.
El mundo es una mentira, pero las almas son la plena verdad de Dios. Busquen los caminos correctos para tener resultados correctos. No se permitan ser engañados, el único consolador es Jesucristo. No busquen esperanza en nadie, sino solamente en Dios, el Padre Celestial. De Él recibirán la fuerza y el poder, de Él podrán tener esperanza para caminar. Solo sean verdaderos y nada les pasará. Pues el tiempo de la mentira mundial sucumbirá y vuestros corazones deberán estar prontos para orar con fervor y perseverar.
Únanse a Mi Hijo y adórenlo. En Él está la salida, en Él está el camino al Paraíso.
Agradezco a Brasilia, al Centro Mariano de Figueira y al Centro Mariano de Aurora por haber preparado este especial encuentro.
¡Bendiciones de Paz en este día para Mi hija María Shimani!
Les agradece,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que lejos estén las penas de tu corazón, porque Yo, tu Madre Santísima, estoy contigo.
Que lejos estén las artes de Mi adversario, porque Mi manto protege tu andar y tu tarea, así como la de tus hermanos.
Que lejos estén de ti los pecados de la ingratitud y de la negación, porque dentro de Mi Corazón solo sentirás paz y la llama eterna de la Luz del Creador.
Hijos Míos:
Hoy que estoy con todos ustedes por la Gracia Divina que el Padre me otorgó, vengo a traer nuevamente Paz y Perdón, Gracias y Misericordia a Mis hijos del mundo.
Un nuevo ciclo comienza para Mis soldados, para los apóstoles de Cristo y para toda la humanidad. Mi Hijo ha anunciado el comienzo definitivo de Su Retorno. Él regresa primeramente al corazón de los hijos fieles a Su Misericordia, en donde prepara el camino de la transformación y el surgimiento de los talentos espirituales que sembró en cada uno de ustedes hace más de dos mil años.
Esos talentos florecen en cada alma a cada paso dado en la transformación sincera de cada ser. Recuerden que Él no los necesita perfectos, solo buenos y puros de corazón, fieles a Su Presencia y a Su Guía en esta vida, que para algunos será el paso que los colocará en el Paraíso.
A cada paso que cada uno de ustedes da en el discipulado de Cristo, este mundo y esta humanidad dan un paso hacia su liberación y su salvación.
Por eso, hijos Míos, amados Míos, hijos fuertes y firmes en la renuncia y el sacrificio, recuerden siempre que vuestro camino, el que hoy recorren junto a Mi Hijo, será la semilla de la Nueva Humanidad; aquella humanidad tan esperada por todos.
No teman por nada, porque dentro de ustedes los Mensajeros Divinos hemos dejado las llaves de la unión indisoluble con el Corazón de Dios; aquellas que abren las puertas de la Liberación, la Redención y la Paz eterna para todos.
En vuestras estrellas de origen hoy es un día de celebración porque comienza el ciclo de la disolución de las deudas, la redención de los aprendizajes y el sendero definitivo de la vida crística. En este ciclo aprenderán aquel amor que Cristo enseñó a Sus apóstoles, aprenderán a amar y a ser amados como Él los amó.
Coraje para los que verán el próximo ciclo como el mejor de sus existencias, aquel que los preparará para encontrarse con el Redentor cara a cara. Que ese día glorioso puedan fundirse amorosamente en Su Mirada y puedan recibir la Gracia Eterna que el Supremo Dios guarda para cada uno de ustedes.
Hoy te bendigo, hija Mía, para que tu camino sea guardado por Mí, tu Madre Celestial.
Bendigo a todos los hijos que hoy, en humildad y reverencia, están en Mi presencia.
Los guarda en Su Corazón de Madre,
María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vuestra Madre de Kibeho ya se encuentra trabajando en todo el Congo por intermedio de los misioneros de la paz. Por esta causa tan justa y honorable, el Padre Celestial está concediendo Gracias extraordinarias, las que a su tiempo serán depositadas en el corazón de todos Mis hijos del Congo.
Con alegría y también en oración, vuestra Madre Celeste se encuentra penetrando en los espacios de dolor y de pobreza para que, a través de la oración victoriosa de todos, las almas más perdidas encuentren el camino de regreso al Corazón del Padre Celestial.
En esta época en la cual la humanidad enfrenta las crisis agudas del final de los tiempos, encontrarán alivio principalmente por medio de la oración, de la fe y de la absoluta confianza en Dios.
Congo es una tierra herida por la destrucción, la conquista minera y el ultraje a los reinos de la naturaleza, los que siempre pagan el precio de las malas decisiones tomadas por los hombres. Ya que la humanidad no ve la destrucción de la Creación como algo grave, la propia Madre Naturaleza está gimiendo para que al menos exista un espacio de alivio y de reparación. Así, hijos, explotan los volcanes y se mueven las naciones a través de los terremotos y de las catástrofes.
¿Y dónde está el espíritu de amor de la humanidad?
Por eso, hijos, el Universo está haciendo descender Su Ley y no existirá en todo este mundo quien no reciba el efecto de lo que ha generado en años.
Hijos, vivan en Mi Gracia y confíen en ella, es un manantial de prodigios y de milagros para las almas.
En esta era necesito de vuestra cooperación y ayuda humanitaria para que incluso con tan pocos servidores, entregados y disponibles, el Plan y el planeta se puedan salvar. Mi Gracia no es conocida, ella es invencible y divina para todos los que la buscan de corazón y con amor.
Sigan rezando por Mis misioneros de la paz, el tiempo se acorta y la emergencia crece en toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los congrega y los une para amar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
En vísperas de la Fiesta Anual de la Divina Misericordia, día santo en el cual ustedes se encuentran en cenáculo y oración, deseo que difundan a todos Mis hijos la importancia de vivir el Día de la Divina Misericordia que Mi Hijo instituyó para el mundo.
Hijos, vengo para todos, para los pecadores y fieles, para los conscientes y para los ignorantes de corazón; vengo en nombre de Mi amado Hijo para toda la humanidad.
El día de la Fiesta de la Misericordia será dedicado, de manera especial, a todos ustedes y a todos aquellos hijos Míos que participen en ese día. Desde donde se encuentren, si comulgan y piden perdón, haciendo un acto de reparación y rezando con devoción la Coronilla a la Divina Misericordia, serán absueltos de las deudas graves que los han mantenido presos de la involución y así, recobrarán un espíritu de fe y fuerza interior para los tiempos que llegarán.
Esos hijos Míos tendrán la Gracia de ayudar espiritualmente a sus familias y seres queridos a través del acto de la Comunión en el Día de la Misericordia; y Mi Hijo, desde Su Reino, impartirá una Gracia de salvación, nunca vista en los últimos 50 años, a todas las almas pecadoras.
¿Por qué es importante que todos celebren Conmigo el Día de la Divina Misericordia?
Porque haciéndolo consciente en sus vidas, permitirán que atributos como la redención y la conversión toquen los corazones de los no creyentes y, sobre todo, los pecadores e injustos reciban la última tabla de salvación, que será la Divina e Insondable Misericordia.
El universo se prepara y ustedes también, y los ángeles derramarán los dones sobre aquellos que comulguen en nombre de todos.
Durante ese día habrá una expiación universal a través de la Misericordia que Cristo derramará sobre el mundo y sobre las almas que especialmente celebren ese día de gloria y de resurrección espiritual para todos.
Por esta causa, deseo que el 13 de abril, en el Centro Mariano de Aurora, sean levantados dos altares que estarán representando a Jesús Misericordioso y a su Madre Divina. En honra a la victoria que Mi Hijo alcanzó, deseo que coloquen guirnaldas de color sangre y agua, y que decoren no solamente el altar, sino también la sala en donde Jesús y María descenderán ese 13 de abril para dar una bendición especial al mundo y una expiación centenaria de todas las deudas cometidas contra el Sagrado Corazón del Padre Celestial.
Si Mis hijos se unenen esfuerzo y amor para preparar la casa para su Señor, los ángeles comprenderán que podrán trabajar ampliamente sobre la consciencia planetaria.
En el Día de la Divina Misericordia, su Dios estará atento a las súplicas e intenciones de todos Sus Hijos. Así, ustedes podrán ingresar en el océano de las Gracias y muchas posibilidades de despertar y de arrepentimiento brotarán de los corazones.
Queridos hijos, los esperamos a todos ese día.
¡Les agradezco por responder a este importante llamado!
Los prepara para el Día de la Misericordia de su Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Todo lo que ven en el mundo, en este tiempo, es el grave resultado de la autodestrucción de la vida espiritual de la humanidad. Son pocas las cosas que hoy se preservan espiritualmente en el consciente de la humanidad; por eso, la ayuda del Cielo al planeta es inmediata y urgente, para evitar que más consciencias vayan por el camino del error.
Por eso, hijos, Su Madre Celeste contempla con Ojos de Compasión y de Misericordia todas estas situaciones; y ora, esperando que, algún día, sus consciencias despierten al Llamado de Dios.
Queridos hijos, ante la inmensidad del universo que los rodea, Su Madre Celeste le implora a Su Hijo que derrame Su Infinita Misericordia, para que al menos las esencias y las almas sean liberadas del mar de la confusión y de la ceguera, efectos de una vida materialista e impune.
Pero ahora, el Universo envía a la Madre del Mundo como Mediadora espiritual, para que los corazones reciban la última Gracia de entrar en el Reino de Adonai y no dejen de conocer la grandeza de Su Amor Paterno.
Hijos, ese Amor es el que ha permitido, por la Gracia invencible de Mi Hijo, desterrar de muchas almas las influencias de Mi adversario.
Por aquellos que se pierden, solo basta orar y esperar que un toque de Gracia Divina llegue a sus corazones.
Recuerden, la oportunidad es para todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los mantiene en Su Regazo de Luz,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mi adversario está decidido a destruir los planes de paz que Yo deposito como luz en los corazones de los seres. Pero él, que le tiene miedo al poder del Amor que a todo vence, viene en búsqueda de las buenas almas para hacer de todas ellas el polvo de sus pies.
La bestia nunca podrá parecerse a ningún ángel del Cielo. Su postura, aridez y robustez son las formas que maneja para engañar a las almas a través de la mentira, de la competencia y de la desunión.
Su aliento es de fuego y azufre y fue manifestado por haberse alimentado del dolor y del sufrimiento ajeno. Con sus garras mantiene a muchos corazones presos, que están embriagados por la inercia, el placer y por todos los tipos y formas de apetitos. Además de estos corazones, otros más están presos inocentemente, porque la bestia sabe que no puede perder a sus prisioneros.
Ella es muy astuta, pero pierde la fuerza de acción en todo espacio en donde la verdadera unidad, el fuerte amor y la invencible oración se manifiestan; allí se siente débil. La bestia encuentra espacios profundos en los abismos del inconsciente, de la falsedad y del orgullo; por esta causa, muchos de los que están en el cautiverio de ese abismo es porque abrieron la puerta, desde la que espiritualmente llegaron hasta allí.
Sus diez cuernos atraen todas a las acciones del mundo, aquellas que la humanidad realiza injustamente y de las cuales nunca se ha arrepentido ante Dios. Cada cuerno de la bestia es la degeneración terrenal de un principio capital, que fueron activados por los pecados y las deudas descontroladas de las almas presas.
Sus patas delanteras son robustas, ellas son los pilares del falso poder y de la conquista de los hombres a través de las modernidades. Sus patas traseras son los pilares de la negación y de los constantes ultrajes a la vida de la Tierra, que son promovidos por sus aliados del mundo.
La bestia lleva sobre su lomo una capa que seimpuso para crear su falso reinado sobre las mentes de los que se creen maduros e inteligentes. La ceguera de muchos seres es provocada por la bestia y ella manipula el juego de las gratificaciones, para así poder ganar más terreno.
Su mirada refleja la desesperación y la soledad de todos los que fueron sumergidos en los abismos de su reino, a través de la ejecución, de la muerte y de las prisiones humanas.
Este es el falso reino y esta es la bestia que hace sucumbir, día a día, a la humanidad. Pero ella le teme a la Luz del Reino de Dios y no puede aproximarse ni siquiera a la Mujer coronada por las doce Estrellas de las tribus y apoyada sobre la gran Luna del renacimiento interior y de la esperanza.
La Santa Mujer del Sol ya está en el desierto, llevando a todos aquellos que lo permiten hacia las cuevas intraterrenas. Allí, una especie de pequeño paraíso fue creado y el propio Manto dorado de la Santa Mujer del Cielo protege y ampara todo ese lugar, que es impenetrable y desconocido por la bestia. En ese pequeño paraíso, que existe en el interior de muchos seres, se proclama el Verbo Divino de la oración, que hace fuerte y victoriosa a la fortaleza de ese lugar interior.
En ese recinto se vive el amor y todas las criaturas son colmadas por la esencia de la Misericordia de Dios. Todos conocen a la bestia, pero ninguno de ellos le teme, porque la fuerza de todas esas almas es la unidad y el amor donado al Creador.
La Mujer se prepara para enfrentar a Su adversario y el Arcángel Gabriel se unirá a la Santa Mujer. Ella se hará fuerte y mucho más invisible, penetrará los abismos oscuros como un gran Lucero universal. En esa hora, el dragón rojo ya habrá soltado su ira y muchos la sentirán; pero los ejércitos de la Luz estarán preparados para dar la respuesta a los comandos de la Santa Mujer, para poder actuar en la hora correcta.
Cuando la Mujer haya ingresado en el infierno terrestre, los Arcángeles descenderán a través de Sus más poderosas emanaciones de Luz y de Amor; y la bestia será retirada de la esfera de la Tierra. Ese será el momento de la gran liberación y así el mundo entero se iluminará por mil años seguidos.
Verán surgir en el horizonte la Luz solar del Rey y muchos se liberarán de los eternos naufragios. Se establecerá un nuevo principio de vida y muchas almas, que se mantuvieron en la fe, portarán los códigos de la victoria crística. Todo se desterrará de este mundo para que tenga espacio nuevamente el Reino de Dios.
Los ancianos tendrán sueños de esperanza, los jóvenes verán los mundos celestiales como parte de sus propias moradas y los niños enseñarán, a través del amor y de la alegría, lo que guarda el universo.
La Santa Mujer volverá a erguir el trono para el Hijo amado y los ángeles traerán entre sus manos la oferta de los puros de corazón. Al final, la humanidad recibirá su última Gracia si las almas responden al llamado del Cielo a tiempo; y los Sagrados Corazones triunfarán, al menos, en los más simples y verdaderos, porque en ellos estará el paraíso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye en la Sabiduría Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Profeta del Salvador
“Señor, perdona a toda la humanidad por su ignorante destrucción interior y moral.
Perdónalos porque no conocen Tu Amor ni tampoco el Mío que solo viene y nace de Ti.
Perdónalos, Señor, por tantas negaciones y ultrajes, por quitarle la vida a los inocentes y por no dejar nacer a los que deberían nacer en esta divina vida.
¡Oh, Señor Mío! Padre Supremo y Glorioso deja que Tu amado Hijo, Aquel que cargó la Cruz hasta los pies del Monte Calvario y se arrastró como el más despreciado entre todos, pueda hoy ofrecerte la reparación total de todas las faltas que la humanidad sigue cometiendo.
Señor Dios Todopoderoso escucha las oraciones de los consecuentes y buenos, sumérgete, Dios Mío, en las almas que solo desean buscarte a través del sacrificio y de la renuncia.
Ya no mires, ¡oh Dios, Adonai!, la fragilidad de Tus criaturas, sino permite, amado Padre, que todas las buenas esencias, que te agradan y te complacen, restauren la decadencia de esta sumergida y perdida humanidad.
Abba, Fuente de toda creación y origen, recuerda, Padre amado, a todas Tus criaturas desde el origen, y deja que Tu Amor las impregne por completo hasta que sientan la plenitud divina de solo vivir en Ti y por Ti.
Emmanuel, Presencia Celestial de Poder y de Verdad, sigue sin cansancio derramando Tus Gracias sobre los inocentes, para que el espíritu demolido de los puros resucite en la esencia de Tu purísimo Amor.
Yo Te prometo que por Tu Misericordia todo será posible, y que el último de los autoconvocados alcanzará Tu eternidad y a pesar de que el mundo haga padecer a Tu infinito Corazón, hoy te vuelvo a ofrecer, Señor, la Cruz que cargué, las Llagas que en Mi Cuerpo llevé marcadas y, sobre todo, Padre, las preciosas consagraciones de los que no te dan la espalda.
Hoy te ofrezco a todos Mis rebaños, para que el mundo entero no viva la Justicia, sino la constante reparación que ofrezco a Adonai, la gratitud de los humildes y la simplicidad de los puros; pues llegó la hora, Padre, de que le muestres al mundo el universo de Tu Amor".
Por eso, hoy vengo hasta aquí para derramar las últimas gotas de Mi Agua y de Mi Sangre sobre los que escuchan Mis Palabras y las viven en realidad.
Lleven en vuestros corazones Mi bendición al Padre Celestial y comprendan que no existe otro camino que el Mío, el que les dará la vida espiritual y la paz.
¡Ay de aquellos que se alejan de Mí! ¿Cómo podrán ser dignos de Mi Misericordia? ¿Y cuándo dejarán de ser espinas de Mi Corona?
Yo les ofrezco Mi única Verdad. Yo les entrego Mis verdaderas Palabras para que las encarnen en vuestras esencias.
Que esta nueva Maratón sea dedicada a la absoluta y urgente reparación de los corazones que padecieron el martirio y que hoy, en Mi Reino, son glorificados por haber sido fieles hasta la muerte.
Reciban Mis últimas Gracias antes del tiempo final. Las agujas del reloj marcan el tiempo de la entrega y del vacío de sí. De esa manera, el mundo podrá recuperar la inocencia que perdió.
Sean misericordiosos todo el tiempo, así harán feliz a Mi Corazón.
Solo les pido que no se olviden de Mí.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Misericordia de Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Mientras el mundo duerme y las almas se sumergen en las ilusiones de la vida material, quiero abrir aquí una fuente de Gracias y de aliento para todos los seres. De esta forma, hijos Míos, aquellos que tienen sed de Dios encontrarán el Agua de Vida, que brotará del servicio, de la cura y de la oración en este lugar.
Quiero encender una luz en este mundo que vive en la oscuridad.
Quiero dar a conocer a los hombres la realidad superior que habita en su esencia más profunda.
Quiero demostrar a los seres la capacidad de amar que existe en lo profundo de sus corazones.
Quiero que conozcan la verdad sobre sí mismos.
Quiero que curen el pasado por medio del perdón y que se rehabiliten por medio de la redención.
Quiero que encuentren aquí, en este lugar, las llaves para ingresar en el Reino de los Cielos.
Quiero que vean con los propios ojos el camino de retorno al Origen Divino.
Por eso, Mis amados, les pido que hagan de este lugar el puente para Mi Reino, el camino hacia lo sagrado y, de cada uno de ustedes, los porteros y los celadores que conducen a las almas perdidas al verdadero despertar.
Que aquellos que tienen un antiguo compromiso Conmigo retomen sus puestos, pues ya es la hora de recomenzar a construir el nuevo futuro que nacerá en el interior de todos los seres.
Quiero de esta casa una fuente de cura, no solo para el cuerpo, sino también para el espíritu.
Quiero que aquí las consciencias puedan nacer, renacer y dejar este mundo, seguras del camino que las llevará al Padre, a la reconciliación con Su Sacratísimo Corazón.
Quiero en este lugar la presencia viva de Mi Hijo, en Su Cuerpo Eucarístico, para que sea contemplado y adorado por aquellos que se consagraron día a día a Mi Inmaculado Corazón.
Que en esta Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento las almas reciban la oportunidad, que hace tanto tiempo esperan, de reconocer lo que verdaderamente son. Esto se dará hijos Míos, cuando, por medio del amor que recibieron, descubran el amor latente en el propio interior.
Que al recibirla, los corazones aprendan a dar, dar de sí a los que más necesitan en este mundo.
Los que estuvieran recibiendo esta oportunidad de cura espiritual y física, que estén en permanente oferta a Dios, de todo lo que reciben. Para eso, orarán con el corazón y con el espíritu y descubrirán en la oración y en la donación de sí la razón de su existencia en este mundo. Así brotará en vuestros corazones el amor verdadero y profundo que el Universo tanto aguarda que puedan descubrir y vivir en este tiempo.
Yo los amo y los espero en oración por este mundo tan necesitado de paz.
Jamás se cansen, hijos Míos, de entregar la vida por amor a los que no tienen a Dios.
Si Dios vive en vuestros seres, son portadores de todo el Bien y de toda al Gracia. Todas las riquezas de este mundo les pertenecen, pues no hay riqueza mayor que el Amor de Dios Vivo en Sus criaturas.
Por eso, oren y pidan al Padre por los que no Lo conocen y no descubrieron Su Grandeza infinita.
Yo los bendigo para que sigan en oración y en entrega hasta el fin de vuestras vidas y por toda la eternidad. El mundo así lo necesita.
María, Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento
Deseo que en este mismo lugar y por medio de la ayuda y de la caridad de todos los presentes y de los no presentes, se eleve aquí el humilde Auditorio de la Divina Misericordia.
Este sagrado espacio, aquí en este Centro Mariano, servirá para que las almas reciban las Gracias que los corazones necesitan, pues el Auditorio de la Misericordia será el templo de oración manifestado para cada ser.
Si ustedes, antes del próximo año 2016, cumplieran con este pedido, Yo prometo retornar, en Gracia y Piedad, por un tiempo más y todas las vidas recibirán la ayuda necesaria para poder cruzar el portal de la transición planetaria, porque junto al Hogar de la Adoración, el Auditorio de la Misericordia será el refugio para el rescate de los corazones perdidos.
Este espacio servirá para los sagrados encuentros de oración y de luz, de renovación y de cura, durante el tiempo de la gran tribulación.
Les agradezco por responder al llamado y al pedido de los Mensajeros Divinos.
Cristo Jesús Glorificado
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más